Por: Carlos Contreras Chipana
La Universidad Nacional Tecnológica de San Juan de Lurigancho (UNTSJL), la primera y única estatal del distrito más grande de Lima Metropolitana, existe solo de nombre, en el papel, pese a que hace más de ocho años fue creada por ley durante el segundo gobierno aprista. Esta institución nunca llegó a funcionar por problemas patrimoniales, presupuestales y logísticos que, en la actualidad, se buscan destrabar desde el Congreso.
El problema empezó el 28 de enero del 2011 cuando el entonces presidente Alan García promulgó su ley de creación estableciendo que esta nueva casa de estudios debía operar sobre una propiedad de 40 mil metros cuadrados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), ubicada en el km 10.5 de la Av. Wiese. Además tenía que absorber el presupuesto que se destinaba a la Decana de América para esa sede de SJL.
Esto generó protestas estudiantiles y tuvieron que pasar tres años (febrero del 2014) para que la UNMSM recupere, de forma legal, dicho terreno, luego de que el Congreso modificara un artículo de la ley de creación de la Universidad Nacional Tecnológica de San Juan de Lurigancho, a fin de no citar en ningún momento a la Decana.
Tras ello, la nueva institución se quedó sin terreno ni recursos. No obstante, ahora la bancada de Fuerza Popular ha presentado un proyecto de ley que insiste en la operación de la primera universidad pública de SJL.
Según la propuesta del legislador Edwin Vergara, que modifica e incorpora artículos de la ley de creación de la UNTSJL, el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied), del Minedu, los municipios de SJL y Lima, así como la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales deben encargarse de determinar la ubicación del terreno y de agilizar el saneamiento físico-legal del campus universitario. Asimismo, dispone que el Ministerio de Economía y Finanzas, previa opinión técnica, le asigne una partida presupuestal para impulsar la comisión organizadora de la universidad de SJL y el proceso de licenciamiento ante la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
“Se presenta una salida legal y constitucional, sin abandonar la creación de la universidad y adecuándola a la Ley Universitaria”, se lee en la iniciativa. Así, se ordena que se dejen sin efecto las cinco carreras de la ley (Administración, Contabilidad, Ingeniería Mecánica, Industrial e Informática, y de Sistemas) y establece que la UNTSJL ofrecerá inicialmente los programas que determine la comisión organizadora encargada de obtener los recursos y del proceso de licenciamiento.
"Se viene coordinando con el alcalde de SJL, Álex Gonzales, sobre el terreno y existe la voluntad política de parte del Gobierno. Hemos conversado con cinco ministros de Educación, pero no se llegó a acuerdos porque salieron del cargo", dijo el autor de la norma, Edwin Vergara, sin considerar que algunos de esos funcionarios fueron censurados por su mismo grupo parlamentario.
Fuentes de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho precisaron que cuentan con cinco hectáreas libres en la zona de Canto Grande que están destinadas para la UNTSJL. La pregunta, sin embargo, es: ¿hacen falta más universidades en Lima?
Fuentes de la Sunedu precisaron que, a la fecha, se encuentra vigente la Ley de Moratoria, que ordena que no se abran universidades hasta abril del 2020.
Señalaron además que hay 141 universidades en el Perú, de las cuales más del 50% ya está licenciada y casi el 10% debe cerrar en los próximos dos años.
Asimismo, más de 50 funcionan en Lima (40 privadas y 10 estatales). “Se debe acabar el proceso de licenciamiento porque se sincerará la oferta de universidades y se sabrá, luego de un análisis técnico, si se necesitan más en la capital y en el resto de las regiones”, afirmó un es-pecialista de la Sunedu.
Así, la UNTSJL debe esperar que se termine la moratoria para ver su operación.