Durante cinco días, las puertas de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Unsaac) y la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) de Puno se mantienen cerradas a causa de la huelga indefinida de los catedráticos. La docencia, el 15 de noviembre, decidió dejar de dictar clases como una medida extrema para exigir que se cumpla con la homologación de sueldos y el pago de bonificaciones por luto y sepelio; 25 y 30 años de servicios. Además, reclaman que se les pague la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS) a razón de un sueldo anual. Máximo Córdova, secretario general del Sindicato de Docentes Universitarios de Cusco (Sinduc), refirió que actualmente les pagan por CTS entre 200 y 400 soles. En la Unsaac, son más de 20 000 alumnos los perjudicados por la huelga, mientras que en la UNA superan los 17 000 alumnos. Los catedráticos aseguraron que no regresarán a las aulas, hasta que el Ejecutivo cumpla con atender sus demandas.
