Asperger: en busca de una terapia

Campaña. Especialistas estiman que el 1% de la población tiene condiciones autistas. En Lambayeque no existen cifras oficiales ni centros especializados.,Asperger: en busca de una terapia,Emiliano corre alrededor de su madre con los brazos extendidos, como si intentara iniciar vuelo. Hace un minuto estaba sentado frente a la computadora donde viven sus creaciones. Y dos minutos antes de sentarse, estaba echado sobre su cama viendo algún dibujo animado desde el celular. Luego de correr imitando los sonidos de un avión, a pedido de Julia, la mujer que lo trajo al mundo, el pequeño vuelve a su escritorio donde cualquier aeronave se podría estrellar con su imaginación. A los cinco años, luego de pasar por la incertidumbre de varios médicos, a Emiliano le diagnosticaron Asperger: una infrecuente condición neurobiológica comprendida dentro del espectro autista. No es una enfermedad, tampoco un problema mental. PUEDES VER Un canto de fortaleza para los adultos de la tercera edad El director del Equipo de Investigación y Tratamiento en Asperger y Autismo (EITA), Ernesto Reaño, explica que estas condiciones genéticas hacen que el cerebro tenga un desarrollo mental que tiende más a sistematizar información que a comprender emociones. “La dificultad recae en el aspecto social: les cuesta entender cómo funcionan las habilidades sociales o comprender los gestos asociados a la emoción. Esto hace que cualquiera los vea como personas frías cuando en realidad no lo son. Tienen el mismo nivel de sentimientos, pero no pueden canalizarlos adecuadamente”, precisa el especialista. Cuando su madre se acerca, Emiliano se queda inmóvil. Ella lo abraza, él deja caer sus brazos. Ella lo besa, él practica una sonrisa. Ella le habla con ternura, pero él siempre se mantiene imperturbable. La primera vez, Julia no pudo contener el llanto. No recibir el cariño de un hijo significa dolor en el corazón de cualquier madre. “Lo más difícil para Emiliano he sido yo misma. Es difícil pensar que tu hijo no te quiere o ver que otras personas lo miran diferente. Pero he podido superar eso. He tratado de meterme en su mundo y ver desde su perspectiva: no ver el asperger como un problema, sino como una oportunidad”, dice Julia mientras vuelve a besar al pequeño. Dibuja sonrisas En Lambayeque no existen cifras oficiales. EITA, basándose en estadísticas mundiales, estima que existen 75 mil personas con Asperger; es decir, cerca del 1% de la población. Además de no tener números precisos, la región tampoco cuenta con un centro especializado para diagnosticar o brindar asistencia psicopedagógica a quienes tienen condiciones autistas. Un año antes de que le diagnosticaran Asperger, Emiliano había descubierto la cura para calmar su ansiedad: dibujar. Cuatro de los ocho años que tiene los ha pasado entre papeles, lápices y colores. Con la ayuda de sus padres, a partir del 2016 empezó a perfeccionar su técnica e incorporarse al mundo digital. Ahora arma figuras en el ‘paint’ —un software de dibujo— como si fueran piezas de lego. “A través del dibujo he logrado que él escriba, lea, porque hasta ese momento no le interesaba. Yo le decía: ‘si tú no sabes escribir cómo vas a poder guardar tus dibujos’”, recuerda Julia, quien meses después decidió estampar los dibujos de Emiliano en polos y tazas para motivar a su hijo. Una buena noticia es que EITA pretende instalar en Chiclayo el primer centro especializado para detectar, seguir y tratar a las personas dentro del espectro autista. Sin embargo, hasta que llegue ese momento, el amor de madre seguirá siendo la mejor terapia.