Catacaos y su Semana Santa llena de fervor religioso

destaca. Distrito piurano preserva sus tradiciones y costumbres que se mantienen en el tiempo. Una de las actividades de mayor arraigo es la degustación de los siete potajes. Ministerio de Cultura declaró a la Semana Santa cataquense como Patrimonio Cultural de la Nación.,Catacaos y su Semana Santa llena de fervor religioso,Catacaos y su Semana Santa llena de fervor religioso,Catacaos y su Semana Santa llena de fervor religioso,Luz Aquino Villegas Catacaos es un pueblo reconocido por su artesanía y orfebrería que deslumbra en el Perú y el mundo, de las manos prodigiosas de sus artesanos se confeccionan las mejores obras en arcilla, oro y plata. Pero Catacaos también es conocido por la ferviente práctica religiosa de sus pobladores, por sus tradiciones y costumbres que se mantienen en el tiempo. Ni las funestas consecuencias que dejó El Niño Costero en este distrito piurano impidieron que sus habitantes celebren con efusividad y entrega la Semana Santa. En esas horas difíciles y tristes fue cuando más salió a relucir su fe en el Señor para levantarse y enfrentar la dura tarea de la reconstrucción de su ciudad (que todavía no se concreta). Una de las actividades de mayor arraigo y fervor de la Semana Santa cataquense es la degustación de los siete potajes, que se distribuye en forma gratuita a niños y grandes y que no se realiza en otras regiones del país. Los visitantes que llegan a Catacaos en esta fecha quedan maravillados de esta tradicional fiesta religiosa, además de la hospitalidad de su gente. Para este año se ha proyectado que el Jueves y Viernes Santo reciban los potajes al menos cinco mil personas cada día, entre ellas damnificados de El Niño. Por todas estas consideraciones, el Ministerio de Cultura mediante Resolución Nº 022-2018-VMPCIC-M declaró a la Semana Santa de Catacaos como Patrimonio Cultural de la Nación, “por tratarse de una festividad que concentra el fervor católico y el sello cultural de un pueblo, que es conocido como la reserva religiosa del norte”. EL DEPOSITARIO Manuel Yarlequé Saavedra fue azotado por el desborde el río Piura. Aquel 27 de marzo de 2017 este hombre de 40 años se convirtió en un personaje que graficó el dolor y la pérdida. Sin embargo, pese a todo siempre está agradecido con Dios por aún seguir con vida. Es por ello que como integrante de la Cofradía del Santísimo Sacramento, este año asumió el reto de ser “el depositario” y recibió las llaves para organizar esta festividad religiosa. Manuel tendrá la responsabilidad de ofrecer los siete potajes a base de carne el Jueves Santo. Preparará tres mil porciones de la tradicional mala rabia para compartir con algunos damnificados y también extranjeros que vienen a disfrutar de una de las representaciones de tradición y caridad en este distrito. SIGNIFICADO Según narra el periodista e historiador cataquense Manuel Cielo Sosa, la tradicional Semana Santa se traslada al legado que dejaron los españoles desde de la conquista, cuando el fray Juan de Sosa trajo por primera vez la Biblia y la imagen de Jesucristo a Catacaos. “Ahí se empezó a evangelizar al pueblo con la primera misa del Perú y de América. Luego, esta tradición se llevó hacia Cajamarca, Ayacucho y Cusco”, sostiene. El párroco del distrito, Manuel Castro Sosa, explicó que con el paso de los años varias costumbres y detalles se han perdido. Por ejemplo, recuerda que antaño se utilizaba un asno para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en cambio ahora no todas las iglesias lo hacen. También recuerda que según las costumbres de los antepasados, era un pecado introducirse al agua en Jueves y Viernes Santo, porque se decía que la persona se convertía en pescado. ¿CÓMO SE VIVE? La Semana Santa en Catacaos inicia el Jueves Santo con la entrega de las llaves del Sagrario al depositario. Posteriormente se realiza la preparación de los siete potajes, que son a base de carne. Ese día, por la tarde, se realiza en la iglesia la escenificación de la Última Cena, donde se colocan las imágenes de los 12 apóstoles alrededor de una mesa llena de comida y fruta. Posteriormente se continúa con la misa y el tradicional lavado de pies. El Viernes Santo, a primeras horas de la mañana, se expone a Jesús Crucificado en el Santo Calvario, durante este acto los integrantes de la Hermandad del Caballero del Santo Sepulcro realizan la recolección de donativos. A partir de las 9:30 a.m. el doliente, que este año es Jorge Luis Yarlequé Chiroque, recibe la sagrada insignia de luto para expresar de manera simbólica el dolor por la muerte de Jesús. Este día también se degusta de los siete potajes, pero a base de pescado. En horas de la tarde, las personas se visten de luto para participar del Sermón de las Siete Palabras, y en horas de la noche acompañar a Cristo Yacente en su recorrido por las principales calles de la ciudad. El sacerdote Manuel Castro explicó que a las diez de la noche del sexto día se realiza la liturgia en cuatro partes: inicia con la bendición del fuego y el agua, continúa la liturgia de la palabra, seguida de la misa bautismal y la eucarística. clave En el último día de la festividad religiosa se recuerda la resurrección de Jesús. A las 4:00 a.m. se realiza la misa de resurrección, luego a las 6:00 a.m. el Cristo Resucitado se encuentra con su madre María y otras imágenes que también salen en procesión acompañada de un mar de fieles.