Existe una gran variedad de fetiches, pero uno de los más conocidos entre las parejas es simular que la persona dominante en la relación ahorca a la sumisa mientras se tienen relaciones sexuales.
Esta práctica, que requiere el consentimiento de tu pareja, debe llevarse a cabo con cuidado, ya que puede haber accidentes si se aprieta más de la cuenta el cuello. Los sexólogos Luis Gavilán y Eirelyn Gómez nos ofrecen sus recomendaciones sobre la realización de este fetiche.
La asfixia erótica, con el nombre científico de hipoxifilia, tiene como finalidad la obtención del placer a través de la privación de la respiración durante un determinado tiempo en un encuentro sexual.
“La práctica de ahorcar surge como un tratamiento inicial para la disfunción sexual, ya que se observaba a algunos reos en la cárcel, que tras ser ejecutados en una horca, desarrollaban una inminente erección que podía durar, incluso, posterior a la muerte del individuo y esto llamo la atención de los hombres para poder mejorar sus erecciones. También se dice que en algunos prostíbulos de Oriente se utilizaba esta práctica para aumentar la sensación del orgasmo”, señaló el sexólogo Luis Gavilán.
Los especialistas indicaron que la asfixia erótica es excitante porque, en primer lugar, eleva el CO2, lo que lleva a la persona a estar más consciente de lo que siente en el momento del dolor, y este, al igual que el placer, segrega dopamina. De esta forma, se genera una especie de ‘dolor placentero’ en el que las sensaciones se multiplican y se siente mayor goce.
“Hay una teoría del dolor que dice que con este se segrega dopamina, la cual da placer, es por eso que hay una línea muy delgada entre el dolor y placer”, dice Eirelyn Gómez.
“Además, causa euforia a causa de la adrenalina liberada cuando el cuerpo percibe una condición de amenaza vital y eso, en ocasiones, puede ser excitante”, agrega Gavilán.
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Desde su experiencia, el sexólogo Gavilán informa que es un fetiche más común de lo que se imagina. “He tenido pacientes de ambos sexos que lo practican activamente, pero las estadísticas indican que definitivamente las muertes son en la gran mayoría para hombres, a diferencia de las mujeres, por lo que hay que tener en consideración lo arriesgados que son y el tiempo límite para realizar esta práctica de manera segura”, comentó.