¿Realmente conocemos nuestro cuerpo? ¿Sabemos cómo obtener placer? Como si se tratara de un misterio o una leyenda, existe un gran desconocimiento acerca del clítoris y de otras partes del cuerpo que tienen la función de otorgarnos placer.
El clítoris es una prueba física de que tenemos derecho al placer y las herramientas para ejercerlo. Sin embargo, en ocasiones, la sexualidad se ve como algo sucio y prohibido de lo cual no hay que hablar, siendo es este uno de los motivos por el que varias personas y parejas llevan una vida sexual insatisfactoria.
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El psicólogo y sexólogo Pedro Rondón es tajante al señalar que, si una persona no conoce su cuerpo, sus genitales, su funcionamiento, no podrá explicarle a su pareja qué le gusta, cómo le gusta, con qué intensidad le gusta y con qué velocidad.
“En la consulta sexológica, muchas mujeres dicen ‘él debe saber lo que me gusta porque ya lleva años conmigo’. Pero ¿cómo lo va a saber, si nunca se lo dijiste? Lo mismo pasa con los hombres, ellos indican que su pareja ‘lo hace muy bien, pero nunca como yo’”, narra el especialista, en contexto de vínculos sexo-afectivos heterosexuales.
En redes sociales, existe una corriente de memes y chistes populares que vinculan el desconocimiento sobre el clítoris directamente con los hombres. Pero la realidad es que hay muchas mujeres, así como disidencias, que tampoco tienen esa información.
En redes sociales se ha viralizado el desconocimiento que tienen los hombres sobre el clítoris, pero la realidad también alcanza a las mujeres. Foto: Ahseeit
Rondón explica que esto se debe a que no recibimos educación sexual integral en casa ni en los colegios. Se nos omite la mayor parte de la información, y solamente se educa en lo ‘socialmente correcto’, por ejemplo, en género y en prevención tanto de embarazos como de infecciones de transmisión sexual.
“No hay educación en la fisiología de la respuesta sexual ni en el placer. La sexualidad sigue siendo tabú y no es asumida como parte integral del ser humano”.
En consecuencia, hay una clara limitación al momento de interactuar sexualmente. Hay mujeres que jamás han visto sus genitales, desconocen cuál es la diferencia entre vulva y vagina y cuáles son sus zonas erógenas.
El clítoris es un órgano que forma parte de la vulva, ubicado en la unión de los labios menores. Se encarga única y exclusivamente del placer sexual. Y, como es de esperarse, se puede alcanzar el orgasmo con su estimulación, ya sea con la masturbación o durante el coito.
El psicólogo y sexólogo Pedro Rondón detalla que el clítoris tiene propiedad eréctil. Esto se debe a que el glande del clítoris (muy parecido al del pene) tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas que le proporcionan gran sensibilidad. Está cubierto por un capuchón similar al prepucio, el cual se retrae durante la excitación, lo que deja al glande clitoriano expuesto a la estimulación sexual.
Si bien vemos al clítoris como una protuberancia de menos de un centímetro, del tamaño de una arveja, ese solamente es el glande clitoriano, es decir, la punta del clítoris. En realidad, su extensión continúa por debajo de la piel.
El clítoris está conformado por la unión de dos cuerpos cavernosos que tienen delgadas bandas de tejido eréctil a modo de raíces, conocidos como cuerpos pareados o cruras. Al lado de ellos, se encuentran los bulbos vestibulares, otra región de tejido eréctil ubicada detrás de las paredes vaginales.
Entonces, podríamos decir que la pared vaginal es el clítoris, tal como lo enunció la uróloga australiana Helen O’ Connell en el año 2005.
El clítoris y el pene tienen mucha similitud, por eso se dice que son órganos homólogos. Foto: BBC
La gineco-obstetra Vicky Vásquez señala que es muy usual que las personas con pene busquen su placer a través de la penetración, y con esto, en ocasiones, dejan de lado la satisfacción de la vulva, que puede experimentar más placer sexual a través de la estimulación clitoriana.
“Muchos piensan que todas las mujeres llegan al orgasmo mediante la penetración y eso no siempre es así”, apunta.
Por su parte, el psicólogo y sexólogo Rondón rescató que durante la penetración puede haber contacto no necesariamente con el pene, sino con otras partes del cuerpo. Es decir, dado que las terminaciones erógenas del clítoris (parte interna) se encuentran en la entrada de la vagina, en la penetración también se estimula esta zona en forma indirecta.
La masturbación directa del clítoris es una de las formas más eficientes de conseguir placer sexual y culminar en un orgasmo. Puede ser de forma individual, con pareja o en grupo. Se requieren de suaves masajes en la zona clitoriana, con recurrencia en la zona del glande.
Asimismo, se puede recurrir a la estimulación por sexo oral de la misma zona, utilizando la lengua y los labios para masajear la parte interna y externa del clítoris, así como otras partes de la vulva.
Una opción recomendable también es el uso de juguetes sexuales. Los hay de diferentes formas, colores, tamaños, texturas y con diferentes funciones. Específicamente, para la estimulación del clítoris, el artefacto más popular y recomendado es el succionador de clítoris, capaz de provocar orgasmos eficaces y rápidos con diferentes tipos de vibraciones.
Existen diversos tipos de succionadores de clítoris en el mercado. Foto: Mundo Sano
También existen variadas posiciones sexuales que durante la penetración permiten la estimulación manual o el roce del pubis. Cada pareja debe buscar y descubrir la que mejor funcione para ella. El sexólogo Rondón recomienda la posición de cabalgata, en la que la persona con pene está acostada de espaldas y la persona con vulva está sentada encima, lo que facilita esta estimulación. También menciona la posición de cucharita o la penetración al borde de la cama, por ejemplo.
En todas las situaciones, es importante tener en cuenta lo que señala Vásquez: La satisfacción sexual dependerá de cada persona, ya que, si bien es cierto el clítoris es una zona muy erógena y hay mujeres que solo con su estimulación pueden presentar orgasmos, hay otras que necesitan de la penetración para conseguir un mayor placer.
En ese sentido, es importante que las parejas se comuniquen y conozcan bien cómo complacer a su compañera/o, ya que esto mejorará la relación. Y, sobre todo, es importante conocer el propio cuerpo, porque siempre hay oportunidad para el autoplacer.
La sola existencia del clítoris es una manifestación biológica y científica de que las personas podemos sentir placer sexual a través de nuestro cuerpo, y que es una de nuestras funciones básicas.
Aunado a ello está universalmente reconocido el derecho al placer sexual, que es parte de los derechos sexuales y reproductivos, los cuales son derechos humanos que deben ser respetados y garantizados sin actos de discriminación o violencia.
Para garantizar su ejercicio, es fundamental el acceso a información objetiva, científica, didáctica y accesible sobre la salud sexual y reproductiva de nuestros cuerpos. La Educación Sexual Integral es una herramienta clave para ello.
“Es necesario quitar los tabúes alrededor de ese tema y normalizar el hecho de que el placer es parte de la vida, que está dentro de las necesidades fisiológicas de todas las mujeres sin que se sientan culpables por ello”, sostuvo la gineco-obstetra Vásquez.
Actualizado por Pilar Baldeón