La llegada de la primera menstruación es, quizás para muchas niñas, un hecho muy esperado. Otras, en cambio, sienten molestia e incomodidad y, por qué no, a muchas les embarga la sensación de desconocimiento y temor. Esto se debe a que, alrededor de la también conocida como menarquia, surgen muchas dudas y una gran desinformación sobre el tema. Sin embargo, esto no debería ser así.
Primero, vayamos a su definición. Se denomina como menarquia a la primera menstruación que tiene la mujer. Esto quiere decir que, biológicamente, el cuerpo experimenta cambios físicos, fisiológicos y psicológicos. Por lo general, esta inicia a los 10 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, algunas niñas lo desarrollan más temprano u en otras, por el contrario, tarda un poco más en llegar.
En el Perú, la edad promedio en que aparece la primera menstruación varía. La ginecóloga Milagros Chiang indica que esto dependería según el lugar donde habitemos. “Por ejemplo, en Lima el promedio de edad (inicio) de la menstruación empieza entre los 10 y 12 años. Si te vas al sur del Perú, entre los 12 y 14 años. En la selva, puedes encontrar a niñas con periodos de menstruación desde los nueve”, sostiene. Por otro lado, agregó que si esta aparece antes de los nueve años, se denomina como menarquia precoz.
Según la especialista, no existe un momento determinado en el que se pueda saber cuándo se va a producir la primera menstruación; sin embargo, existen algunas señales que se dan previamente. “Primero, en el desarrollo motriz. Las niñas suelen ser más altas que los niños. Por ejemplo, antes que les llegue la menstruación las niñas se dan un ‘estirón’ o empieza a haber una distribución de la grasa corporal, mayormente hacia las caderas”, agrega.
En ese sentido, también refiere que aparece el comúnmente denominado botón mamario, que son los primeros signos de desarrollo de las glándulas mamarias. “Empieza a surgir el botón mamario y las niñas a veces se pueden quejar de hincones arriba de las mamas y también pueden empezar con el desarrollo de los vellos a nivel axilar. Esto aparece previo a la menstruación”, sostiene.
Chiang mencionó que otras de las señales previos al inicio de la menarquia es la aparición del flujo vaginal. “Una niña pequeña de tres o cuatro años no tiene una descarga vaginal; en cambio, la niña que está cerca a menstruar o que ya empieza la menstruación, a nivel genital las glándulas van a producir una secreción más elástica (...) Las mamás empiezan a notar que las niñas comienzan a manchar la ropa interior”, señala.
Este es, sin duda alguna, uno de los temas que muchas madres y padres se preguntan. En esa línea, la psicóloga y exdirectora de Inppares, Ángela Sebastiani, afirma que “debe hablarse abiertamente en las familias y en los centros educativos con mujeres y hombres”, ya que se trata de algo totalmente normal y que no debe ser objeto de vergüenza.
Asimismo indicó que es sumamente importante conversarlo para reducir los mitos o rumores que surjan sobre el tema. No obstante, aclaró que esta conversación debe aprovecharse en un contexto donde la información fluya naturalmente. “Por ejemplo, cuando nos preguntan sobre cómo vienen los niños al mundo, aprovechamos de hablarles de los cambios de la pubertad (...) esta información la puede brindar cualquier persona adulta de confianza y no necesariamente la madre”, refirió.
El hablar abiertamente o no sobre el tema puede ser una de las causales para generar esa sensación de inquietud o vergüenza hacia el proceso que ocurre en las niñas. Por eso, Sebastiani aduce que “dependerá de cómo se traten los temas de la sexualidad en la familia, la escuela y la comunidad”.
La doctora Milagros Chiang sugiere que las niñas que están próximas a tener la menarquia o primera menstruación deben utilizar toallas higiénicas descartables o en caso de que tengan alguna reacción alérgica con el uso de este implemento, pueden utilizar toallas ecológicas de algodón.
Luego poco a poco, con el paso del tiempo, esta podrá elegir la forma en la que se siente más cómoda y segura.
Incluso, con el propósito de normalizar el proceso menstrual en las mujeres, diversos emprendimientos ofrecen productos alternativos que son publicitados en redes sociales. De esta forma, se busca que la sociedad pueda desterrar, de una u otra manera, los prejuicios que giran en torno a este tema.
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Chiang sostuvo que la niña, tanto al inicio como durante su periodo menstrual, debe asistir como paciente a consulta ginecológica. No obstante, la menor debe asistir previamente de manera frecuente como acompañante, ya sea con su madre o alguna figura femenina familiar de confianza. “Si yo visito de rutina a mi ginecóloga con mi hija, ella va a ver que no es un lugar donde va a sentir dolor, no es un lugar ajeno y lo va a tomar como parte de su cuidado”, agregó.
El inicio de la menstruación puede venir en cualquier momento y, para esto, la madre y familiares de confianza deben conversar con la menor para que se encuentre atenta y no genere algún sentimiento de rechazo ni de vergüenza, pues un proceso completamente natural y que debe incluir a los otros miembros (padres y hermanos).