Apenas uno de cada 10 ciudadanos ven a los partidos políticos como una forma de colaborar en la mejora del país, según muestra la última encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación hecha con La República.
El estudio consultó a la población del 21 al 26 de octubre y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado de nivel nacional.
Aproximadamente, 10% de los peruanos cree, al sopesar diversas opciones, que puede participar en partidos o movimientos políticos para mejorar la situación del país. Es apenas una décima parte de la población.
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Las propuestas más aceptadas se distancian de los partidos.
Un 30% de los ciudadanos piensa que puede coadyuvar a un progreso del Perú a través de juntas o asociaciones de sus comunidades. Es algo menos de una tercio del total.
Un 29% se proyecta dando este aporte al participar en vigilancia ciudadana a autoridades.
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Es decir, la mayoría prefiere estas alternativas cívicas moderadas sin inmersión partidaria.
En cambio, un 21% de los connacionales, una quinta parte de la población, opina que puede cooperar para un Perú mejor mediante protestas, alternativa ciudadana más dura.
Fuera de estas tres opciones, un 6% no cree que la participación mejore la situación del país.
La socióloga Noelía Chávez, profesora de la Universidad Católica (PUCP), dice que “es alentador que, en medio de una crisis política de siete años, más del 30% de la población, sobre todo jóvenes y adultos jóvenes, esté dispuesta a involucrarse en espacios diversos para mejorar la política del país. También es una buena noticia que las protestas siguen siendo mecanismo para exigir mejoras para más del 20%, pese al contexto altamente represivo. Se muestra alguna posibilidad de cambio”.
“El principal canal de participación está orientado a la micropolítica comunal y los espacios partidarios están relegados. La buena noticia es que existe una preocupación por los espacios y decisiones públicas más cercanas a la vida diaria. El rechazo hacia los partidos es un problema. La democracia los requiere para funcionar. Si no se construyen nuevas organizaciones políticas, seguiremos careciendo de espacios propositivos y mejores políticos, situación que nos ha llevado a la crisis actual”, aduce.
El sociólogo Mario Berríos, docente de las universidades de San Agustín (UNSA) y Católica de Santa María, de Arequipa, destaca que “tradicionalmente eran los partidos los mediadores entre ciudadanía y autoridades, el mejor mecanismo de participación ciudadana, base de la democracia. Los datos confirman que la crisis de los partidos se mantiene: solo 10% considera que participar en uno podría beneficiar al país y 80% confía más en la efectividad de los llamados ‘mecanismos de participación no convencionales’: juntas, vigilancia y protestas”.
“Temo que si preguntamos por lo que realmente la gente hace, el porcentaje de participación ciudadana se reduciría drásticamente. El drama de nuestra democracia es que a la hora de la participación, nadie quiere tomar real partido y se deja que la misma gente cuestionada rote en cargos”, agrega.
Mientras que el politólogo Martín Ueda, director del Centros de Estudios en Ciencias Sociales Leviatán, de Trujillo, argumenta que “hay una tendencia de deslegitimación de los partidos como organizaciones para la resolución de asuntos públicos. Tienen rol exclusivo en período electoral. Su apego a la ciudadanía es casi nulo en periodos de gobierno. Hay esta misma tendencia generalizada en ámbitos internacionales más institucionalizados políticamente”.
“Aunque las organizaciones civiles y la fiscalización sean alternativas, pueden resultar insuficientes para influir de modo concreto. La protesta puede generar mayor tensión social y visibilidad de demandas, pero su rango es de un 20%, lo que contraria el prejuicio de que es más legítima en ciertos grupos poblacionales. Es lamentable que los peruanos estén en cierta orfandad política”, añade.
Noelia Chávez, socióloga, PUCP
“Sin participación, las democracias no existen. Ir a votar no es suficiente. Para que los Gobiernos respondan a la ciudadanía, se requiere actitud vigilante entre periodos electorales y actores de la sociedad dispuestos a ese rol”.
Mario Berríos, sociólogo, UNSA y UCSM
“Es un viraje en la democracia. Los partidos eran mediadores entre ciudadanía y autoridades, el mejor mecanismo de participación ciudadana, base de la democracia. Se confirma que la crisis de los partidos se mantiene”.
Martín Ueda, politólogo, Centro Leviatán
“Hay tendencia de deslegitimación de los partidos como organizaciones para la resolución de asuntos públicos. Aunque organizaciones civiles y fiscalización sean alternativas, su materialización puede resultar insuficiente”.