No saber elegir es algo que resulta reiterativo desde hace varios años y que explica la actual crisis de la política peruana. Para intentar cambiar esta realidad, en 2018 se conformó la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política cuyo propósito fue plantear cambios a la Constitución y a las leyes electorales. Sin embargo, en su informe final el grupo de trabajo resaltó que esta renovación no dependía solo de normas, sino también “de cambios en las conductas de nuestros representantes”.
Algunas de sus propuestas fueron aprobadas, aunque otras comenzaron a desactivarse, como la suspensión de las primarias para estas Elecciones Regionales y Municipales (ERM) 2022. El Parlamento dispuso los comicios internos para que cada organización política, partidos y movimientos elija a sus candidatos mediante el voto libre de sus afiliados (directa) o de sus delegados (indirecta). Esta última modalidad fue la instaurada en periodos anteriores y cuestionada porque la elección terminaba siendo de las cúpulas partidarias.
Además, en el actual proceso se pueden presentar listas únicas; es decir, una sola por cada agrupación, sin competencia. Estos eran caminos que las agrupaciones podían tomar. Pero ¿cuál eligieron?
La República, luego de una revisión a las listas que las 153 organizaciones políticas inscribieron para los comicios internos, a cumplirse el 15 y 22 de mayo, identificó que la situación continúa prácticamente igual. De acuerdo con la Plataforma Electoral del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), de las 339 nóminas regionales, 333 listas son únicas, cifra que representa más del 98,2%. Solo hay 3 casos en los que se han presentados más de una.
Estos se han registrado en Lima y Moquegua. En la primera, de las 14 organizaciones, Juntos por el Perú y Perú Libre son los que presentaron dos listas cada uno. El que lidera Roberto Sánchez postula a Luis Ponce y a Everardo Cadillo para ser candidatos a gobernadores, y en el caso del que fundó Vladimir Cerrón, a Mariela Prado y a Jorge Andrade. Ambas agrupaciones escogieron la modalidad indirecta.
En la región sureña, de las 16, únicamente cumple el Partido Morado, que también ha presentando dos listas de precandidatos, la primera liderada por Glenda Cornejo y la otra por Gessenia Vera. Esta organización escogió la modalidad directa para seleccionar a sus aspirantes.
Estas agrupaciones presentaron más de una lista solo en estas regiones, en las otras en las que intervienen también optaron por las listas únicas. Cabe resaltar que se contabilizan las organizaciones que aún están en proceso de inscripción. Si no llegan a obtener este registro hasta el 14 de junio, fecha máxima para que se inscriban en el proceso, salen de carrera.
Aparte de ser los únicos precandidatos en sus agrupaciones, algunos no tienen trayectoria política en estas. Para que participen en el próximo proceso electoral, los candidatos a gobernadores regionales, vicegobernadores y alcaldes deben estar afiliados a la organización política por la que postularán. Al inicio del proceso, la ley establecía que debía ser con un año de anticipación de la jornada electoral del 2 de octubre, pero el Legislativo lo prolongó hasta el 5 de enero de este año. Este nuevo plazo fue aprovechado por muchos aspirantes.
Uno de ellos, el exministro y viceministro Juan Carrasco Millones, quien renunció al Ejecutivo para postular al Gobierno Regional de Lambayeque con el partido Juntos por el Perú. Presentó su solicitud, según la plataforma del Registro de Organizaciones Públicas del JNE, el mismo 5 de enero. Carrasco fue denunciado constitucionalmente por haber jurado como ministro sin una renuncia clara al cargo que tenía en el Ministerio Público. El proceso se encuentra en investigación en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, que podría inhabilitarlo de la función pública por hasta 10 años. Además, la Comisión de Fiscalización, que está a cargo del caso de las reuniones no oficiales del presidente Pedro Castillo en el pasaje Sarratea, cambió la condición de Carrasco de testigo a investigado.
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Otro caso es del excongresista Richard Arce, quien es el único precandidato para la gobernación regional de Apurímac por el partido Somos Perú. Su pedido para su afiliación se presentó el 4 de enero de este año. Arce anteriormente tentó sin éxito al mismo cargo con Unión por el Perú, en el que fue militante hasta el 2015, y luego llegó a convertirse en congresista en 2016 por el Frente Amplio, en representación de Nuevo Perú.
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Posteriormente se adhirió a la organización Renacimiento Unido Nacional (RUNA), desde setiembre del 2020, hasta un año después, cuando la agrupación fue cancelada. En este periodo se incorporó como vocero del Partido Morado.
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Por el sur, Wilfredo Oscorima busca ocupar por tercera vez el sillón regional de Ayacucho, ahora ya no con el movimiento Alianza Renace Ayacucho, en el que no se afilió, ni Alianza para el Progreso (APP), en el que estuvo como militante hasta 2012. Lo hará con el movimiento Wari Llaqta, al que se afilió el 5 de enero pasado. Cuando ejercía como gobernador en 2015, fue condenado a 5 años de prisión efectiva por negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo, pero en 2017 fue absuelto.
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Por su parte, Rafael Santos intenta esta vez ocupar el sillón de la región Lima, ahora con Renovación Popular, partido al que solicitó ser afiliado el 8 de noviembre del 2021. Anteriormente estuvo en Perú Patria Segura, desde el 2017 hasta junio del 2021, meses antes de que la agrupación fuera cancelada.
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Con este partido, Santos buscó sin éxito llegar a la presidencia de la República y al Congreso. Antes de eso fue militante del Partido Popular Cristiano hasta 2015, logrando ser reelegido por segunda vez como alcalde de Pueblo Libre, en 2010.
En el Callao, Álex Kouri Bumachar, quien cumplió 5 años de prisión por delitos de corrupción —y todavía no completa el pago de la reparación civil solidaria que se fijó en 26 millones de soles—, intentará llegar nuevamente a la presidencia regional con Somos Callao, agrupación que fundó luego de abandonar la cárcel. El 3 de octubre ha solicitado la inscripción del nuevo movimiento regional y, a su vez, el registro de sus afiliados, en el que se incluyó. Anteriormente lideró el Movimiento Chim Pum Callao, cuyos principales líderes están presos o juzgados también por corrupción.
Para el experto en derecho electoral Jorge Jáuregui, este escenario es expresión de que en el país no existen partidos institucionalizados. Es decir, con una permanencia sostenida en el escenario público, con un gran respaldo ciudadano y con relaciones vivas con las organizaciones sociales. La consecuencia, según Jáuregui, es la ausencia de una competencia democrática entre los afiliados.
Agrega que esto se agrava si es mediante delegados, al no ser garantía de que el candidato tenga trayectoria política, un liderazgo comprobado y que cuenten con una agenda programática. “Ese aspecto también favorece a un alto nivel de discrecionalidad para las dirigencias partidarias”, sostuvo. Advierte que, al no ser autoridades que puedan reelegirse, el nivel de compromiso es nulo.
Para el secretario de Transparencia, Iván Lanegra, se debe a la falta de fortaleza y de una vida política efectiva: “Lo que estas cifras nos muestran es que probablemente tengamos muchos cascarones legales antes que partidos. No es solamente que no haya democracia interna, sino que no hay una vida partidaria sobre la cual descanse esa democracia”, dijo. Otra explicación, indica, es que tienen ciertos consensos de cuáles son los candidatos con más posibilidades y, por lo tanto, es como que “la elección interna ya ocurrió entre los distintos grupos de poder en el partido”.
Subrayó que las reglas no promueven algún tipo de competencia mínima, así como tampoco garantizan la calidad de los aspirantes. “En esta elección vamos a elegir entre varios malos candidatos”, aseveró.
En menos de un mes se mostrará la real situación electoral.
La región del Callao es la más pequeña geográficamente, pero la que más intereses electorales despierta. Sus pobladores deben elegir a 11 autoridades (un gobernador, un vicegobernador y 9 consejeros regionales) y hay 21 organizaciones que postulan a candidatos para los cargos.
Uno de los postulantes para el máximo cargo de este nivel es Álex Kouri, quien cumplió condena por corrupción.
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Por el lado contrario, Huancavelica es la región en la que menos agrupaciones compiten, al ser solo 7, a pesar de que debe elegir a 13 representantes.
Las que deben elegir a más autoridades son Áncash, Cusco, Huánuco, Puno y Cajamarca.
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Jorge Jáuregui, especialista en derecho electoral
“La imposibilidad de reelegirse hace que no haya responsabilidad política. Los incentivos para representar es cero. La población tiene una oferta electoral bastante pobre que no ha sido legitimada”.
Iván Lanegra, secretario de Transparencia
“La ley no te obliga. Uno esperaría que si hay elecciones con una sola lista, al menos un porcentaje mínimo de afiliados tenga que participar en la interna para que pueda ser una elección válida”.
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