El registro manda
Gonzalo Frech, experto en comunicación externa.
La informalidad de los encuentros entre gestores de intereses, ejecutivos de empresas y funcionarios públicos afectó la imagen y reputación de ciertas compañías, especialmente a raíz del escándalo Lava Jato. Los cambios en el reglamento de la ley de lobby buscan acabar con los vacíos y fallas, desde su promulgación el 2003; obligando a que los funcionarios de las instituciones públicas mantengan un registro en línea de estas asambleas donde se detalle, entre otros, las identidades y cargos de ambas personas, el motivo de la visita; así como la prohibición de que se realicen fuera de sus oficinas. Aunque la informalidad de las reuniones no se acabará de un día para otro, este registro es un avance para evitar influencias indebidas y corrupción.
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Lobby legal y saludable
Felipe Gutiérrez, presidente de Concertum.
Dado que las empresas deben gestionar sus intereses ante las autoridades, es necesario que esa dinámica sea transparente y democrática y no privilegiada y opaca. El D.S. 120-2019-PCM establece un nuevo reglamento para la Ley 28024 de Gestión de Intereses. Con ello se aprobó un régimen obligatorio de registro de visitas en línea que aporta transparencia a toda gestión de intereses y que gatilla la elaboración responsable de un expediente digital para cada interacción público-privada de tracto sucesivo que implique la búsqueda de una decisión pública discrecional. El nuevo régimen reduce significativamente la posibilidad de proponer y construir marcos de privilegio o condiciones desbalanceadas en favor de actores privados amparados en la opacidad y falta de publicidad de sus gestiones.