Si las elecciones fueran mañana

Tanto para Vizcarra como para FP la mejor opción es entenderse y ganar tiempo. Es claro que FP no se va a reconstituir con políticas de confrontación. ,La idea de un golpe de Estado hoy en el Perú incluye por lo menos un par de escenarios, más bien excluyentes. En uno el actual Ejecutivo cierra el Congreso y se queda con todo por tiempo indefinido. En otro el golpe sería para adelantar elecciones, parlamentarias o generales. Ninguna es conveniente, ni probable; pero tampoco imposible. Quienes deben estar revisando este tipo de cábalas con nerviosismo son los políticos que se sienten con reales opciones a la presidencia y/o a una buena bancada llegado el 2021. ¿Pero qué les puede quemar más el pastel? ¿Pasar tres años esperando en los bordes de la política? ¿O enfrentar las consecuencias de un tablero pateado? Nadie va a decir que desea elecciones adelantadas. Unos porque sinceramente no las desean, pues consideran que como van las cosas el tiempo está a su favor, pues los dos principales jugadores se están desgastando. Fuerza Popular a toda velocidad, el vizcarrismo más disimuladamente, a pesar de la alta aprobación del presidente. Otros están a favor, pues con mucha razón entienden que la idea misma tiene un tufo golpista, que no va a favorecer a quien la propone. Pero su convicción es que si las elecciones fueran mañana, como dicen las encuestas, sus opciones serían óptimas. Solo que las encuestas no están preguntando sobre intención de voto en estos días. Para el propio Martín Vizcarra un adelanto electoral, debemos entender que incluso uno exclusivamente parlamentario, no sería conveniente. No sabe si su actual popularidad es endosable, y un nuevo Congreso puede dar algunas complicadas sorpresas. En cambio el actual puede languidecer creando un mínimo de problemas. Tanto para Vizcarra como para FP la mejor opción es entenderse y ganar tiempo. Es claro que FP no se va a reconstituir con políticas de confrontación. Lo más que podría lograr es mantener a Vizcarra como el presidente del conflicto entre poderes, popular por sus luchas políticas ganadas, pero no tanto por su gestión. De modo que para los aspirantes al 2021 la cosa es hacer trabajo partidario eficaz y apoyar un tránsito cada vez más institucional hacia las próximas elecciones generales. Para hacer eso tienen que pronunciarse sobre los temas de este momento. El 2021 puede ser perdido o ganado en los años que lo preceden. Acabamos de intuirlo.