Un telón de fondo es la caída de Keiko Fujimori al cuarto lugar en aprobación, 21%. No está sola, sino más bien representa el desgaste de toda la estructura de poder en este momento,En el mundo flotante de las figuras en cola para el 2021 Alfredo Barnechea acaba de pasar a Julio Guzmán en una encuesta Pulso Perú de aprobación ciudadana, 31%-28%. Cabe preguntarse a qué se debe, si ambos por igual practican variantes del muertito. Aunque ahora último Barnechea ha dado más señales de vida, sobre todo en la polémica interna de Acción Popular. Sin embargo es obvio que ambos deben su buena estrella a una distancia respecto del epicentro belicoso de la política. Se nutren de la caída de los nombres más importantes, y cada vez más representan la esperanza de las nuevas oportunidades. Pero a la vez no es una intención de voto, sino una censura al poder y una apuesta por tiempos mejores, mezclados con un poco de curiosidad. El paso de Barnechea a este primer puesto es interesante porque se ha dado de manera gradual, y debemos entender que estos simpatizantes lo han venido siguiendo. Aunque el estilo es medio recluido, tiene declaraciones que llegan a los medios, y no se puede decir que esté realmente en los márgenes de la coyuntura política, impresión que por momentos sí produce Guzmán. En este match un telón de fondo es la caída de Keiko Fujimori al cuarto lugar en aprobación, 21%. No está sola, sino más bien representa el desgaste de toda la estructura de poder en este momento. Un fenómeno que también se expresa en la fuerte y rápida caída en la aprobación de Martín Vizcarra. Como si no se detectara, o se esperara, grandes diferencias. Se trata, entonces, de una crisis del orden establecido político. ¿Puede reponerse? En realidad ya se ha repuesto mucho desde los choques mototaxi-PPK de 2016-2017. Si comparamos, el 2018 es bastante más civilizado. Pero las aprobaciones no han dejado de caer, más o menos al mismo ritmo para todas las figuras más prominentes. ¿Barnechea y Guzmán deben aprovechar estos momentos? ¿O quedarse en su relativa pasividad? Los dos caminos son peligrosos, pero más de tres años parece un plazo largo para esperar sin hacer cosas interesantes por el camino. Una crisis de los rivales siempre es un tiempo intrínsecamente valioso para demostrar habilidades y ganar terreno.