- El congresista siente que gana demasiado poco para lo que hace, y a la vez piensa que su personal en el Congreso gana demasiado para las tareas asignadas. Una de esas tareas es dejarse mochar.
-Considera que es él, y no el colectivo parlamentario, quien debe decidir cuánto van a ganar los asistentes, asesores y otros trabajadores de su oficina.
- Existe la idea de que los trabajadores mochados en sus ingresos, de todas maneras, ganarían mucho menos fuera del Congreso.
- Mochar clarifica, en el sentido de que profundiza, la diferencia entre congresista y empleado del Congreso, y en esa medida evita incómodas confusiones.
- Como el público grita que los congresistas ganan demasiado, es imposible subirse los sueldos. Así que eso se puede "solucionar" con una parte de los ingresos del personal.
- La oportunidad de ser congresista no se repetirá, por lo que considera fundamental acumular dinero de todas las fuentes posibles, comenzando con las más a la mano.
- Como no está claro qué hacen realmente los asesores y otros, sus remuneraciones también son vagas, lo cual permite al congresista "introducir precisión" en el tema.
- Los empleados están aprendiendo para cuando ellos mismos intenten ser parlamentarios. En esa medida, es como si recibieran clases, que pagan con la parte mochada de sus emolumentos.
- Mochar es un placer. El dinero mochado se parece mucho al que uno se gana con un golpe de suerte en alguno de los casinos cercanos al Congreso.
- "Si todos mochan, yo también." Los que denuncian al congresista están demostrando que no merecían ganar lo que recibían en primer lugar.
- Con tantos colegas mochando, que uno no lo haga podría hacer pensar que tiene algún tipo de arreglo ilícito con su propio personal.
- Todos esos trabajadores son sus parientes, y en esa medida deberían estar trabajando casi gratis. El sueldo mochado que reciben ya es una gran cosa, y no deberían quejarse.
- Los impuestos son una manera de mochar ingresos a toda la población, y en asuntos del Congreso, el Estado soy yo. Muéstrenme un sueldo que no haya sido mochado.
- El partido me saca a mí una parte de mis ingresos, posiblemente con la idea de que yo debo trasladar ese cobro a mis empleados, que no pagaron —como yo— para obtener una plaza en el Congreso.