Mauricio tiene 102 años, vive en Argentina y tomó la difícil decisión de divorciarse de su segunda esposa a los 99 años. Ahora, afirma que se siente mucho mejor. La separación lo ha convertido en uno de los más longevos en hacerlo en el mundo.
"Antes de divorciarme, me estaba enfermando, tenía taquicardia, hipertensión y me sentía muy, muy mal todo el día", narró el hombre en entrevista en un programa de televisión local, pero todo cambió cuando decidió separarse.
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"A los dos o tres meses, se me pasaron todos los males, se terminó la hipertensión, se me terminó la taquicardia. Estoy disfrutando del cariño de mis hijos, de toda la gente que me conoce", contó el adulto mayor.
Asimismo, el anciano manifestó que lo más importante para vivir muchos años como él es no tener odios y amar con sinceridad.
"Se puede vivir muchos años, teniendo mucho amor a toda la gente. La mejor receta me la enseñó un poeta que dijo: ‘Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo una rosa blanca’. Esa es mi guía para vivir muchos años", puntualizó.
El hombre también admitió que sus ojos “le están fallando un poco”, por lo que ha optado por leer mucho para reforzar su memoria: “Me ayuda la técnica moderna con los celulares que uno puede agrandar la letra o acercarla, o la computadora que uno la tiene más cerca que el televisor”.