La mitad de los musulmanes que viven en la Unión Europea afirman sufrir discriminaciones a diario, indicó un informe divulgado el jueves y que asegura que la situación empeoró incluso antes del "pico de odio" provocado por los ataques de Hamás en Israel.
Los datos recolectados muestran que es "cada vez más difícil ser musulmán" en la Unión Europea (UE), declaró a AFP la portavoz de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (FRA), Nicole Romain.
De las 9.600 personas interrogadas entre octubre de 2021 y octubre de 2022 en 13 países de la UE, casi una de cada dos afirmó haber sufrido racismo en su vida cotidiana, frente al 39% de 2016, cuando se realizó la encuesta anterior.
Desde el 7 de octubre de 2023, los estudios revelan "un pico de odio contra los musulmanes", alimentado por el conflicto en Oriente Medio, añadió Romain.
La FRA, con sede en Viena, también publicó en julio un estudio sobre la "marea creciente de antisemitismo".
Austria (71%) y Alemania (68%) son los dos países donde los musulmanes se quejan más de ser víctimas del racismo. Francia se sitúa en el 39%, y España y Suecia obtienen los mejores resultados.
El informe denuncia un "repunte" de la discriminación en el mercado laboral y en la búsqueda de vivienda, que afecta aún más a las mujeres que visten prendas religiosas.
Según el estudio, los musulmanes sufren discriminación "no sólo por su religión, sino también por el color de su piel y su origen étnico o inmigrante".
Otro dato que revela el estudio es que solo un 6% de los musulmanes encuestados denuncia episodios de discriminación o se queja de algún incidente, ya que consideran que no conducirá a ningún cambio real.
Ante estos "preocupantes" resultados, la FRA recomienda a la UE que se centre en el racismo contra los musulmanes, "exacerbado", según su presidenta, Sirpa Rautio, "por la retórica deshumanizadora que vemos en todo el continente".
Los musulmanes son el segundo grupo religioso de la UE, con 26 millones de personas, según las estimaciones más recientes del Pew Research Center en 2016, es decir, el 5% de la población total.