Cinco personas murieron y 22 resultaron heridas el miércoles en un "atentado terrorista" con explosivos frente a la sede de las industrias de defensa de Turquía, cerca de Ankara, que el gobierno atribuyó al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció desde la ciudad rusa de Kazán, donde participa como invitado en una cumbre de los Brics, un ataque motivado por "el odio".
"Ninguna estructura, ninguna organización terrorista, ningún foco infame contra nuestra seguridad podrá lograr sus objetivos. Nuestra lucha contra todas las amenazas terroristas continuará con determinación", añadió en la red social X.
El anterior balance oficial era de cuatro fallecidos, pero el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, lo elevó a cinco y señaló que, por su modalidad, "está muy probablemente vinculado al PKK".
El ministro de Defensa, Yasar Guler, respaldó esa hipótesis y denunció a quienes "como siempre, intentaron perturbar la paz de nuestra nación llevando a cabo un atentado despreciable y deshonroso".
"Siempre damos a estos malhechores del PKK el castigo que merecen (...) No renunciaremos a perseguirlos hasta eliminar al último terrorista y les haremos sufrir por lo que han hecho", añadió.
El PKK, clasificado como "terrorista" por Turquía y sus aliados occidentales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea, libra una insurgencia contra el ejército turco desde 1984.
La operación, que tuvo lugar a media tarde a unos cuarenta kilómetros de Ankara, la capital, tuvo como objetivo la sede de las industrias de defensa turca y aún no ha sido aún reivindicada.
La cadena de televisión privada NTV dijo que se trató de un ataque suicida e indicó que un "grupo de terroristas" había irrumpido frente al edificio y uno de ellos se hizo "estallar". Tras la explosión hubo una balacera durante más de una hora, según los medios locales.
El diario Sabah publicó en su cuenta de X una foto extraída de las cámaras de vigilancia en la entrada del edificio, que muestra a un joven vestido de negro, llevando una mochila y aparentemente armado con un fusil de asalto, a quien describe como "uno de los terroristas que atacan a #TAI".
Imágenes de televisión mostraron grandes llamas y una humareda blanca frente a la entrada del sitio.
El secretario general de la OTAN, alianza militar de la que Turquía forma parte, afirmó haberse comunicado telefónicamente con Erdogan, para expresarle su apoyo tras este "ataque terrorista".
"Mi mensaje fue muy claro: la OTAN está con Turquía", agregó Mark Rutte en X.
Erdogan recibió directamente el apoyo del presidente ruso, Vladimir Putin, con quien se reunió en Kazán.
"Condenamos cualquier acción de este tipo, cualesquiera sean sus motivaciones", declaró Putin al recibir al mandatario turco.
Una importante feria de las industrias de defensa y aeroespaciales se lleva a cabo esta semana en Estambul, con la presencia del presidente de las Industrias de Defensa, a la que asistió, entre otros, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andri Sibiga.
El sector de defensa de Turquía, conocido por sus famosos drones Bayraktar, representa cerca del 80% de los ingresos por exportaciones del país, con una facturación de 10.200 millones de dólares en 2023.
El último atentado registrado en Turquía, en una iglesia en Estambul en enero, dejó un muerto y fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
Antes de eso, el PKK, en lucha armada contra el gobierno, había llevado a cabo un ataque contra una comisaría en Ankara en octubre de 2023, que se saldó con dos atacantes muertos y dos policías heridos.
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