Las temperaturas medias mundiales durante los tres meses del verano boreal (junio, julio y agosto) fueron las más altas desde que hay registros, y batieron el récord establecido en 2023, anunció este viernes el observatorio europeo Copernicus.
"Estos tres últimos meses, el planeta tuvo los meses de junio y de agosto más cálidos, el día más cálido y el verano del hemisferio norte más cálido", afirmó Samantha Burgess, vicedirectora del servicio de cambio climático de Copernicus.
"Esta serie de récords aumenta la probabilidad de que 2024 sea el año más cálido jamás registrado", agregó, consecuencia de una mayor concentración de gases con efecto invernadero en la atmósfera, a causa de la actividad humana.
Varios países, como España, Japón, Australia (durante su invierno austral) o varias provincias de China anunciaron esta semana que habían registrado niveles de calor históricos para agosto.
"Los fenómenos extremos observados este verano no harán más que intensificarse con consecuencias devastadoras para la población y el planeta, a menos que tomemos medidas urgentes para reducir los gases de efecto invernadero", insistió Burgess.
La humanidad, que emitió alrededor de 57.400 millones de toneladas de equivalente CO2 en 2022 según la ONU, todavía no ha empezado a disminuir su contaminación de la atmósfera.
Y los efectos se notan en todos los continentes. En junio, al menos 1.300 personas murieron por la canícula durante el peregrinaje anual de los musulmanes a La Meca.
India, con temperaturas regularmente por encima de los 45 ºC, puso a prueba los límites de su sistema eléctrico y sufrió una ralentización económica debido a un intenso monzón e inundaciones mortíferas.
En el oeste de Estados Unidos, varias personas murieron en importantes incendios después de una serie de olas de calor que secaron los bosques desde junio.
Y en Marruecos, a finales de julio, una brutal canícula dejó 21 muertos en 24 horas en el centro del país, que va camino de su sexto año consecutivo de sequía.
Pero los balances más completos de este tipo de fenómenos llevan tiempo. Este agosto se publicó un estudio que estimaba que las elevadas temperaturas mataron a entre 30.000 y 65.000 personas en Europa en 2023.
Este año, el mes de agosto igualó el récord establecido en 2023. En ambas ocasiones la temperatura media fue 1,51 ºC mayor a la media de la era preindustrial (1850-1900) y rebasó el límite objetivo que se había establecido en el Acuerdo de París sobre el clima de 2015 (1,5 ºC).
Ese umbral ya ha sido rebasado en trece de los 14 últimos meses, según datos de Copernicus, que difieren levemente de los institutos estadounidense, japonés y británico.
En los 12 últimos meses, la temperatura media fue 1,64 ºC más cálida que en la era preindustrial, según Copernicus.
El año 2023 se cerró con una anomalía de 1,48 ºC y 2024, también marcado por las olas de calor, las sequías y las inundaciones extremas, tiene muchas posibilidades de convertirse en el primer año completo en el que se supere el umbral de 1,5 ºC.
Aún así, esa anomalía debería darse, de media, durante varias décadas para considerar que las temperaturas medias globales se han estabilizado en ese nivel.
Los registros de Copernicus se remontan a 1940. Pero estas temperaturas no se habían visto en al menos 120.000 años, según datos de la paleoclimatología, obtenidos sobre todo a partir de muestras de hielo y de sedimentos.
Los récords de calor en el planeta son resultado de un sobrecalentamiento inédito de los océanos, que absorbieron el 90% del exceso de calor provocado por la actividad humana.
En la superficie de mares y océanos, que componen el 70% del globo, la temperatura media se ha mantenido en niveles fuera de lo común desde mayo de 2023, lo cual ha facilitado, además, la formación de ciclones.