En el mundo hay 8.323 idiomas (hablados o de señas), de los cuales, 7.000 aún continúan en uso. De estos, casi 6.700 son lenguas indígenas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
En América Latina los idiomas más extendidos son el portugués y el español, sin embargo, hay muchas otras lenguas de la misma riqueza y valor. De acuerdo con el Banco Mundial, en la región existen 560 lenguas indígenas.
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El país con mayor número de lenguas indígenas en América Latina es Brasil, con 186, seguido por México, que tiene 67, detrás se encuentra Colombia, con 65. Al final permanecen Perú, que tiene 47, y Venezuela, con 37.
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“Las lenguas, con sus complejas implicaciones para la identidad, la diversidad cultural, la espiritualidad, la comunicación, la integración social, la educación y el desarrollo, tienen una importancia crucial para las personas y el planeta”, aseguró el Plan de Acción Global del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (IDIL 2022-2032).
En concreto, la lengua es un componente básico de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas, y es esencial para que se haga realidad el desarrollo sostenible, la buena gobernanza, la paz y la reconciliación. Esto, pese a que se advierte que están desapareciendo a un ritmo alarmante.
La cifra actual es que 1 de cada 5 pueblos indígenas ha perdido su lengua materna en las últimas décadas. Por ejemplo, en las islas del Caribe casi todas han desaparecido, Según el Banco Mundial. El organismo señala que el 26% está en riesgo de desaparecer, mientras que la Unesco considera que el porcentaje supera el 40%.
De acuerdo al Plan de Acción Global, la desaparición progresiva de las lenguas indígenas “está relacionada, en la práctica, con la discriminación estructural a la que han sido sometidas, con la situación de vulnerabilidad de sus hablantes y signantes, cuyo uso real de sus propias lenguas en el día a día depende de sus realidades socioculturales, económicas, políticas, medioambientales y demográficas”.