Los familiares de las personas que padecen Alzheimer suelen preocuparse por la presunta falta de independencia a la que estarían condenados sus seres queridos que sufren esta enfermedad. Sin embargo, los encargados del proyecto en Francia han desmentido esta afirmación.
Village Landais Alzheimer, o Pueblo Landas Alzheimer, es una villa exclusiva para individuos que tengan este problema que afecta a la memoria y otras importantes funciones mentales. En este espacio viven más de 200 pacientes, junto a algunos profesionales y voluntarios, quienes trabajan arduamente para poder ofrecer la mayor independencia posible a sus residentes.
“El objetivo es, en primer lugar, demostrar científicamente la validez de la atención que se brinda a las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer y sus familiares, así como a quienes les rodean; y, en segundo lugar, hacer que el modelo desarrollado por Village sea reproducible a escala nacional o incluso internacional”. sostiene la página web oficial del recinto.
Este lugar reproduce una experiencia ya utilizada en Países Bajos, la cual se basa en “un enfoque innovador, más social que médico”.
“Mi padre llegó al Village en julio (de 2020). No te miento, por tres semanas fue muy complicado. Y, finalmente, gran sorpresa con el tiempo, se adaptó muy bien. Cuanto más tiempo pasaba, más cómodo se sentía. Poco a poco fue conociendo nuevas cosas, ayudó en el mini mercado y la peluquería. Inmediatamente, se unió a este proceso de ayudar y participar. Eso fue muy importante para él. (...) Aquí ve la diferencia. Dice: ‘Aquí no estoy preso, hago lo que quiero’”, declaró Sophie, hija de James Sánchez.
Foto: captura/Village Landais Alzheimer
Según el portal, las diferencias entre este pueblo con un hogar de retiro común son las siguientes:
“El concepto de la Villa en torno a la benevolencia, el buen trato y la dignidad, cumple sus promesas. Cada uno está a su propio ritmo, es genial para ellos y para nosotros. Viven como lo hacían en casa, algunos nos ayudan a doblar la ropa, a mantener todo”, afirmó Josée Dufourcq, empleado del recinto.
El proyecto, que acaba de cumplir un año, costó 6,5 millones de euros, de los cuales la mitad fue subvencionada por el Gobierno francés, mientras que el resto se obtuvo de los familiares, quienes pagan 24.000 euros al año para que la persona con Alzheimer pueda vivir allí.