El crimen de Fernando Báez Sosa ha conmocionado Argentina y la noche del lunes, se congregaron en el mismo lugar del asesinato, familiares, amigos y decenas de personas que se solidarizaron con los allegados, para despedir al joven estudiante de derecho y además pedir justicia.
El joven de 18 años fue asesinado a golpes por jugadores de rugby, cuando salía de la discoteca Le Brique de Villa Gesell, recibió un homenaje por parte de sus familiares y amigos, quienes reclaman justicia para los asesinos.
Entre vecinos, turistas y las personas más cercanas a Báez Sosa, se unieron con velas encendidas para recordar al joven y reclamar que su muerte no quede impune.
Virginia, la muchacha de 17 años que intentó salvar la vida de Fernando con maniobras de RCP, fue la encargada de leer la carta que fue escrita por amigos y familiares del joven. En ella lo recuerdan como “una persona humilde y compasiva”.
Además, exigieron que se tomen acciones para acabar con la violencia a la salida de las discotecas de la ciudad y del país en general.
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“Fernando es una de las personas más hermosas que conocimos y, desafortunadamente, por culpa de otros que no saben sobre el significado de diversión, todo terminó en tragedia. Él siempre buscó hacer el bien al resto, nunca fue violento. No fue una pelea ni enfrentamiento: lo fueron a matar”, fue el inicio del escrito.
Y continúa: “Fer siempre demostró cariño, compasión, humildad y todos aquellos valores que se le pueden ocurrir a cualquiera, sin excepción alguna. Fue un ejemplo de superación para todos nosotros, y nos transmitió muchísimo en todo el tiempo que estuvimos junto a él”.
También aseguraron que Fernando estará siempre en los corazones de sus amigos, y prometieron nunca olvidarlo. “Fernando va a estar siempre con nosotros en cada nueva etapa, y lo más importante es que lo vamos a tener cerca, sin nunca, nunca olvidarte”.
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“Hermanito, te amamos hoy y siempre. Gracias por todo a ti y a todos los que están y estuvieron acompañándonos sin excluir a nadie por su apoyo y esfuerzo que hace”, se escucha al final de la lectura.
Luego de culminar la lectura, una de las vecinas pidió que se decrete “un día de duelo” por la trágica pérdida.
Y luego, tras un minuto de silencio, colocaron las velas encendidas sobre las escaleras de la discoteca donde Fernando perdió la vida.