Ocurrió en un pueblo de Rusia. Un oso salvaje se comió a una persona de 66 años, a quien las autoridades identificaron como Sergey Fadeyev.
La víctima se encontraba dentro de su vivienda en la localidad de Irkutsk, donde la temperatura suele llegar a los -45° C, informa Mirror.
El enorme animal no encontró donde hibernar durante el invierno y su presencia tenía alertada a la población, por lo que se pedía cautela para evitar desgracias. Sin embargo, Sergey no corrió con suerte y fue asesinado por el oso.
Los forenses encontraron en la vivienda del hombre solo un brazo y una pierna: la bestia se comió el resto, incluido a su perro.
“El oso irrumpió en la casa por la noche. Se rompió una ventana. Se comió sus brazos y todos los órganos internos’’, cuenta Alexandra Sannikova, vecina de Fadeyev.
Testigos aseguran que el animal salvaje estaba hambriento debido a que en la región no había bayas y no acumuló grasa suficiente para protegerse del clima extremo.
Sergey Fadeyev vivía solo en una casa de madera de dos pisos, y los testigos afirman que hasta sus costillas fueron devoradas por el oso.
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Tras encontrar los restos mutilados del hombre, los oficiales procedieron a la búsqueda del animal y tras colocar algunas trampas con carne, lo ejecutaron.
“He vivido aquí durante 50 años. Nunca tuvimos un accidente así cuando un oso se comió a un hombre", comenta Nikolay Balutkin, jefe de administración local.