En 1986, un reactor de la planta nuclear de Chernobyl (URSS) explotó y comenzó a emitir niveles mortales de radiación. Muchas personas trataron de combatir un "enemigo" que no conocían.,El desastre nuclear de la central Chernobyl (Ucrania) ha dejado sus huellas de radiación que perduran hasta hoy. Si bien la población de las ciudades aledañas fue evacuada, entre 600 mil y 800 mil personas con diferentes oficios acudieron al mismo reactor para evitar una catástrofe que hubiera dejado a Europa inhabitable. Los bomberos fueron los primeros "liquidadores". Aún no amanecía el 26 de abril de 1986, cuando el entonces presidente de la URSS, Mijaíl Gorvachov, recibió el aviso de una explosión en la planta nuclear de Chernobyl. Eran las 5:00 de la mañana y los funcionarios soviéticos creían que el reactor estaba intacto. Sin embargo, en el lugar del desastre se vivía un infierno sin precedentes. En las primeras horas tras la explosión, decenas de bomberos acudieron para mitigar el incendio. Muchos de ellos ya habían apagado incendios en la planta, pero nunca se hubieran imaginado que estarían adentro del mismo reactor, a 2 500 grados, en medio del mayor desastre nuclear de la historia. Aquella madrugada, los primeros héroes de Chernobyl recibieron niveles de radiación que excedían por lo menos diez veces la dosis letal y lo único que tenían para combatirla eran trajes de goma y mascarillas similares a las de hospitales. PUEDES VER: "No quiero volver a verlo": Descubre que su padrastro fue 'liquidador' en la tragedia de Chernobyl Esa noche murieron dos personas. En los meses siguientes morirían 28 bomberos a causa de la radiación, según datos de la Unión Chernóbil de Rusia. En el 2016, cientos de personas se reunieron en las afueras de Moscú (centro de la antigua URSS) para conmemorar los 30 años de aquella tragedia, alrededor de un monumento en homenaje a estos bomberos. Monumento en Moscú como homenaje a los 28 bomberos fallecidos tras estar expuestos a la radiación en Chernobyl. Foto: Difusión. La Organización Mundial de la Salud estima que 4000 personas murieron como causa directa de la alta radiación que emitió el reactor nuclear. Cientos de ellos fueron los "liquidadores" que fueron convocados luego de que el sacrificio de los bomberos no lograra detener la catástrofe. Otros centenares murieron al evitar una nueva explosión.