Lula podría ganar las elecciones en Brasil, si antes no va preso

El expresidente de Brasil es acusado de recibir sobornos de Odebrecht durante su gobierno; sin embargo, se encuentra en carrera para ganar las elecciones presidenciales de su país. ,El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva es favorito en las encuestas presidenciales en Brasil, pese a que continúa el proceso en su contra por recibir sobornos de odebrecht. Y aunque dirigentes políticos y económicos de Brasil no está muy seguros de que Lula llegué a las elecciones, el propio expresidente aseguro que no irá la cárcel porque “ahí va el que ha cometido un crimen y yo soy inocente, no hay ni una coma contra mí. No creo que haya un solo brasileño que tenga la conciencia tan tranquila como yo. Si me condenan sería la negación de la justicia”, proclamó Lula este miércoles en São Paulo. PUEDES VER: América Latina se queda sin mujeres presidentas Según diario El País, el último sondeo realizado por Ipsos para el periódico O Estado de S. Paulo, ponen a Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT) como favorito. Su popularidad ha crecido en 16 puntos desde junio hasta situarse en un 45%, más del doble de sus adversarios, Jair Bosonaro y Geraldo Alckmin. Sin embargo, su carrera al sillón presidencial podría acabar precipitadamente luego de que el juez Sérgio Moro, lo sentenciara el pasado julio a nueve años de cárcel por existir pruebas suficientes de que Lula recibió un departamento en la playa como soborno de la constructora Odebrecht. Con bastante más rapidez de la habitual, el Tribunal Regional Federal de Porto Alegre fijó para el próximo 24 de enero la vista del recurso de Lula contra la condena. Si los tres jueces del tribunal ratificasen a Moro, el ex presidente tendría muy difícil escapar a la inhabilitación política e incluso al ingreso en prisión. Al respecto, el PT y el propio expresidente consideran que el proceso es fruto de una “persecución política” en la que algunos jueces han actuado “como partido político”. Por lo que, la estrategia de Lula es ignorar el proceso judicial y presentarse ya no solo como candidato, sino como probable nuevo presidente.