Marcas que sobreviven a su publicidad

Escrito por: Oscar Tamayo Huamán, DGC de Pueblo.,Nunca entendí como las marcas justifican la mala publicidad que hacen en el resultado de sus ventas. Que te vaya bien en ventas no quita que tu publicidad siga siendo mala. Por el contrario, quiere decir que tu producto es muy bueno, tan bueno, que ningún mal comercial de televisión se lo podrá bajar. La publicidad puede ser necesaria y en otros casos imprescindible, depende de la categoría. Sin embargo, muchas veces hay que confiar en las cualidades de un producto, concentrarnos en contarlas, o mejor aún, buscar la manera de que el mismo consumidor las cuente. Este uso del consumidor como medio es algo que se ve mucho en la tecnología, donde nunca fue necesario una publicidad de FB, twitter o whatsapp; pero también puede pasar con productos de consumo masivo. Hace unos días vi en tanda un producto de consumo que me pareció tan bueno que me sobró todo el comercial. Eran 20 segundos de larga espera para llegar al producto. ¿Es necesario? Pareciera que estuviera prohibido contar los beneficios y las cualidades de la marca desde el inicio, y procurar que la forma, sí, la forma, en la que lo contamos sea muy buena. No siempre necesitamos una anécdota, un paralelo o una metáfora para luego llegar a la marca. Más si el producto al ser tan innovador habla por sí mismo. Sobran segundos, y todos sabemos cuánto cuesta el segundo en publicidad. Hay grandes ejemplos a nivel mundial, productos que no solo han roto las ventas gracias a lo que ofrecen, sino que su comunicación es compartida por el consumidor y genera discusión. Quizás de eso se trata, de generar conversación en torno a la marca gracias a la publicidad del producto. Y es que un mundo donde la gente comparte de todo en redes sociales, sería indignante que ni siquiera compartan tu anuncio y mucho menos hablen de tu comunicación. Esa es una de las medidas para saber si un anuncio cala o gusta. Tenemos una oportunidad de cambiar el discurso. De dejar de ocultarnos cuando hacemos un comercial malo, para luego inflar el pecho apenas nos enteramos que ese mismo producto está vendiendo. No podemos sentirnos orgullosos de manejar un producto que sobreviva a la publicidad que hacemos. Las marcas deben preocuparse en poner la publicidad a un gran nivel. De lo contrario seguiremos alimentando una tanda llena de productos que al parecer son tan buenos que venden a pesar de tener mala publicidad. Fuente: Mercado Negro