Entrevista Enrique Cornejo. Ex ministro de Transportes y Comunicaciones. Aspirante a secretario general del Partido Aprista,Por cuarta vez, el congreso del APRA para la renovación dirigencial se postergó. Enrique Cornejo, quien desde meses atrás ha hecho público su deseo de convertirse en el nuevo secretario general, toma la palabra y lo dice con todas sus letras: Alan García se opone a su candidatura y está "tomando acciones" para impedir la renovación del partido. PUEDES VER: Enrique Cornejo pide al JNE intervenir en elecciones del APRA ¿Cuál es la responsabilidad de la dirigencia aprista en lo que vive hoy el partido? Es total. Producidos los malos resultados de las elecciones, con la puesta a disposición de los cargos principales, se debía desarrollar el congreso partidario. Para eso se debió nombrar al tribunal electoral o completarlo y a la comisión organizadora. Pero lo que hemos visto es poca voluntad, pretextos legales y administrativos. ¿Alan García es el responsable? Él ha sido, durante todo este periodo, líder y presidente del partido. Responsabilidad la tienen todos, y García también. ¿Dice que en el APRA no quieren ir al congreso por el temor a la renovación? Ese es el principal factor. Lo que pasa también es que el otro lado no encuentra, hasta ahora, el candidato o candidata con la fuerza suficiente para competir con quienes estamos del lado de la renovación. Quieren cansarme un poco para que no vaya a la secretaría general. Son deducciones lógicas. ¿Diría que el APRA está capturado? Secuestrado. Un secuestro es una situación en la cual una institución es retenida contra la voluntad de las personas que la conforman. Y la voluntad de la gente aprista, en su gran mayoría, es por la renovación. Esta situación, con cuatro postergaciones para elegir a las nuevas autoridades, revela que hay un vacío en la ley electoral. Como la ley no ha previsto esta situación, los que manejan el APRA hoy se aprovechan. Y encima es una dirigencia con mandato vencido. Tengo entendido que este lunes la dirección política se pondrá de acuerdo para una nueva fecha del congreso. Hay gran desconfianza sobre esta posible quinta fecha. Al mismo tiempo, se producen hechos que no son controlables. La militancia está reaccionando: hay dos acciones legales ante el Jurado Nacional de Elecciones, hay acciones de amparo que corren su curso, una parte del CEN ha convocado a un plenario para elegir al tribunal electoral. Hay mucha incertidumbre. ¿Conversó con García? Antes de que se fuera a España y desde ahí nunca más. Aquella vez fui muy sincero, espero que él también lo haya sido. Le dije que esta era una buena oportunidad para poner al partido cerca de la gente, con un discurso claro, fresco. A él le pareció bien. Después, no sé por qué García ha tomado acciones, él directamente o a través de compañeros, en abierta posición contraria a mi candidatura. ¿García se opone a su candidatura en el APRA? Es más que evidente a estas alturas. ¿Y cuál es la razón? Porque, tal vez, no quiere la renovación. Pero este no es un tema de Enrique Cornejo. Algunos de los dirigentes dicen que yo estoy angustiado, desesperado. A quienes veo preocupados es a ellos. La renovación que planteo tiene cinco columnas: democracia interna, descentralización de la tarea partidaria, formación de cuadros, transparencia y rendición de cuentas y renovación de dirigentes. ¿No ha evaluado dejar de lado su candidatura a la secretaría general? Mi candidatura viene de las bases y cualquier decisión debe pasar por los militantes. Veré qué pasa. Yo estoy muy mortificado con lo que ocurre, por cierto. En el APRA se ha instalado, qué curioso, la política del perro del hortelano: ni se hace ni se deja hacer. ¿Es el APRA, hoy, un partido democrático? El APRA, aunque nunca ha estado a favor de las autocracias, no está practicando la democracia que pregona hacia afuera. ¿Cuánto golpeará el escándalo Lava Jato al partido? La información que manejo es la misma que tienen ustedes. No puedo asegurar que no haya ninguna situación irregular en el periodo del gobierno del APRA. Por eso, yo solo hablo en nombre mío, no puedo poner las manos al fuego por nadie más, ni político ni funcionario. Y espero que pronto el Ministerio Público diga quiénes son las personas que han cometido delitos y se les sancione. Esto debe significar un antes y un después. ¿Está tranquilo? No solo estoy tranquilo, estoy seguro de que no estoy involucrado en ninguna de estas cuestiones. Y cuando salgan los nombres, usted lo verá. Lo curioso es que en estos quince años debe haber entre 30 y 40 ministros, viceministros y funcionarios y yo soy el único que habla. ¡Qué curioso! ¿Y los otros no quieren hablar? Usted fue ministro de una cartera que se concentra en obras de infraestructura. Claro, pero tengo antecesores. Yo ingresé a finales del 2008 al MTC. ¿Y a mi antecesora (Verónica Zavala) por qué no le preguntan nada? El tema de la Interoceánica fue en el 2005, y yo no he escuchado hablar ni al ministro José Ortiz, ni al mismo ex presidente Toledo. Hay muchos callados, estratégicamente. ¿Le molesta que le pregunten por el tema? No, no, a mí no me molesta. Yo respondo. Pero algo sugiere que otros no quieran hablar, ¿cierto? ¿Confía plenamente en los funcionarios que lo acompañaron en el MTC? Si algún funcionario de mi entorno estuviera metido, seré el primero en decir que es un sinvergüenza, porque hay mucha gente honesta que ha trabajado por obras buenas para el país. ¿Asumirá la responsabilidad política? Los que somos o hemos sido funcionarios de alto nivel debemos asumir la responsabilidad política. Pero le aseguro que no tengo nada que ver en asuntos de coimas.