Cambio de escenario

Gobierno de PPK frente a una perspectiva política distinta.,Sin ser una crisis grave, como creen algunos, pero como las que seguro tendrá en el futuro –como cualquier gobierno–, el momento actual perfila un quiebre en la trayectoria de los primeros dos meses de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, que debiera llevar a la reflexión para prepararse mejor para lo que se viene. Un factor que determina el cambio de panorama es el escándalo de corrupción del ex asesor Carlos Moreno, el cual es grave, por un lado, por ubicarse en el corazón del gobierno –en el mismo Palacio–; y, por el otro, porque reveló una debilidad importante en el sistema de reclutamiento especialmente para puestos clave como los que rodean al Presidente. Lo anterior, junto con la revelación del cobro de cupos en la campaña, debilita la imagen del compromiso anticorrupción del gobierno de PPK, un tema caliente para la opinión pública. Asimismo, revela lo que ya se sabía: que Peruanos por el Kambio es, en la práctica, un partido inexistente y que –como todas las agrupaciones políticas peruanas– carece de la cohesión indispensable, algo que es particularmente preocupante cuando se trata de la organización que debiera ser la plataforma política para la actuación del gobierno de turno. De otro lado, está el resurgimiento del conflicto social desde el proyecto Las Bambas, lo cual recuerda que estos fenómenos siempre son una amenaza política relevante para cualquier gobierno, especialmente cuando el desborde produce muertes. Asimismo, en relación con aspectos medulares de la marcha del gobierno –pensando en su impacto en la opinión pública, pero no solo en eso– está la seguridad ciudadana, un rubro en el que, como es de esperarse, los avances que se logran en la gestión pública –siempre lentos– nunca van a calzar con la velocidad deseada por las expectativas ciudadanas. El otro rubro clave es la economía, con el problema de un escenario en el que, en contraposición a la mejora de las expectativas, la demanda interna se ha estancado mientras la inversión sigue cayendo, lo cual perjudica a los mercados de consumo y el empleo. El problema se complica por la necesidad de recortar el gasto e inversión públicos en el 2017. En este contexto, un hecho positivo es que la oposición no parece estar aprovechando el momento para poner al gobierno contra las cuerdas. Pero seguramente lo hará en breve. De este modo, en resumen, el gobierno del presidente PPK está por cumplir su tercer mes en un contexto más complejo que el de los primeros dos, lo cual lo obliga a repensar su posicionamiento y estrategia.