Jorge Díaz Herrera. El escritor cajamarquino acaba de publicar la novela Inocente como el hacha del crimen, la cual se presentará en la FIL de Lima.,El escritor Jorge Díaz Herrera desanda el mundo interior de sus personajes. Allí donde la niebla y la oscuridad del psiquis humano invisibilizan la razón y la realidad. En Inocente como el hacha de un crimen (Ed. San Marcos), Octavio, que es un fugitivo, le cuenta su historia a otro fugitivo, un escritor, en su escondite. Octavio es un joven acusado de raptar y asesinar a un niño, hijo de un salvavidas y la gente le pone el mote de “Escalera”. La madre del niño lo buscará hasta perder la razón. Ocurrirá una y más peripecias, como el de “Escalera”, el de hacerse loco y lograr que lo envíen a un manicomio, del cual huirá. A tanto acoso, “Escalera” duda de si ha sido él o no quien ha cometido el crimen del que se le acusa. Novela psicológica presenta un mundo donde nada está resuelto.El título de tu novela es propiamente una paradoja.Inocente como el hacha es una novela dedicada a al inolvidable poeta Juan Ríos, de cuya alta poesía he tomado el verso que titula este libro. Sin embargo, y no por n olvido sino por lo contrario, pensé tanto en esa dedicatoria, que llegué a creer que ya la había escrito y así se la entregué al editor. Algunos personajes y pasajes vienen, trastocados, desde mi lejana infancia.El recuerdo, la memoria, es también parte de la realidad...Así es. Creo que toda creación literaria que no brota de la realidad es una burbuja destinada a extinguirse en el aire. Lo que no significa crear sea copiar la realidad. Ni tan cerca de la realidad, que se confunda con ella, ni tan lejos que nadie pueda entenderla, decía Voltaire. ¿Cómo trabajar personajes que vienen de la memoria?En Inocente..., he consumido quizá más tiempo que en todas las novelas que he escrito. Me venían a la memoria innumerables hechos. Tenía la idea de lo que iba a escribir. Pero los personajes parecían huir de mi presencia cuando ya creía tenerlos atrapados. Se esfumaban.La madre del niño también es un eje en la novela.Esta mujer había sido un ser feliz, madre de un niño pequeño y esposa de un guardia civil del equipo de salvataje. El niño desapareció y ellos se entregaron a una búsqueda que jamás tuvo paradero. No obstante que capturaron al supuesto secuestrador, que a su vez desapareció por siempre tras una fuga carcelaria. La viuda siguió buscando al hijo hasta convertirse en “la loca de la calle”. Nunca se aclaró el misterio y el tiempo convirtió este suceso en una duda. La gente se preguntaba si ese hecho realmente había sucedido.Algunos escritores dicen que escriben para preguntar, Creo haber descubierto por qué escribo. Escribo para hacer dudar. En esta novela he puesto más empeño en encender el placer de dudar. ¿Escalera es culpable o inocente?Algunos lo ven y siguen viendo como el joven inocente y frágil y, en cambio, otros lo consideran el monstruo, el asesino, el despiadado. ¿Es realmente Octavio Escalera? ¿Es Escalera realmente Octavio? ¿Somos lo que creemos que somos o somos lo que otros creen que somos? Ojalá que quienes lean estas páginas asuman la enorme responsabilidad de dudar de ellos mismos y su circunstancia. ❧datos EL AUTOR. El autor. Nació en Celendín, en 1941. Ha publicado Alforja de ciego, La agonía del inmortal, entre otros. Escribe El placer de leer a Vallejo en zapatillas.pRESENTACIÓN. Inocente como el hacha del crimen se presentará el viernes 29 en la FIL de Lima, Sala Ciro Alegría. Comentarios de Nilo Espinoza y Max Castillo. 7 p.m.