Meryl Streep: Rebelde con causa

Es la actriz más galardonada de la historia del cine y una artista comprometida con causas benéficas y libertarias. Es también muy crítica de Donald Trump, a quien cuestionó en la gala de los Globos de Oro. Esta es su faceta menos conocida.,Meryl Streep: Rebelde con causa,Meryl Streep: Rebelde con causa,"Nunca te rindas, nunca dejes de luchar", le dice la activista por el voto femenino Emmeline Pankhurst a una de sus seguidoras en la película Las sufragistas. La actriz que encarna a la líder feminista en la ficción es Meryl Streep y esa es una frase que ella se ha repetido todas las veces que ha abrazado alguna causa reivindicativa a lo largo de su galardonada carrera. PUEDES VER: La banda de Pedro Suárez Vértiz Su última escaramuza para hacerse escuchar más allá de las pantallas de cine fue en la ceremonia de los Globos de Oro, cuando subió al escenario para recibir el premio a la trayectoria Cecil B. de Mille, y en su discurso criticó el hecho de que el electo presidente norteamericano Donald Trump alentara la xenofobia y se hubiera burlado de un periodista discapacitado, imitándolo durante un mitin. "Si Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, si nos quieren echar a todos se van a quedar sin nada que ver más que fútbol y artes marciales mixtas que no son las artes (...) la falta de respeto invita a la falta de respeto. La violencia incita a más violencia. Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos...", dijo sobre Trump, sin mencionarlo. Ella es demócrata desde siempre, ha hecho campaña por Hillary Clinton y siempre ha dejado clara su posición sobre Trump. El año pasado también se disfrazó del magnate en la gala anual en honor a Shakespeare en el Public Theatre y cuestionó el acoso del presidente electo a varias mujeres. "Explícamelo Trump, ¿por qué todas las mujeres dicen que no?", cantó en un número musical. "Meryl Streep no solo es reconocida por sus magistrales interpretaciones en la pantalla grande, sino también por sus siempre aplaudidos discursos. La prensa estadounidense habla de Streepeeches (la unión de su apellido con speech: discurso en castellano)para referirse a su elocuente y acertada manera de hablar cuando recibe un premio o defiende una causa", dijo sobre su activismo el diario El País. Actriz de carácter Desde sus comienzos como personaje público Meryl ha estado comprometida en acciones de ayuda social o activismo político. Una anécdota sobre sus inicios en el cine habla de su carácter contestatario: en uno de los primeros castings que ella hizo, el director italiano Dino de Laurentis dijo en italiano que era fea para el papel. Lejos de retirarse en silencio, esperando alguna otra oportunidad, ella respondió en italiano: "Siento no ser bonita, ¿para trabajar en King Kong?". Y se fue con una sonrisa. Era 1976. "La anécdota, antes que la actriz hubiese conseguido papel alguno en el cine, permite entender que Meryl Streep va por la libre", reseñó El País. Cuando ya era una actriz conocida –en 1979 ganó su primer Oscar por la cinta Kramer vs. Kramer– Meryl se involucró en varias causas benéficas. En la década de los ochenta participó en los conciertos organizados por Amnistía Internacional para promover los derechos humanos y el trabajo de AI en su 25 aniversario. En 1994 trabajó con la Fundación Charly, que lucha contra la epilepsia, en una campaña para promover la dieta cetogénica en niños con convulsiones múltiples. El pequeño Charlie Abraham, hijo de los fundadores de la institución, había sido tratado con cinco neurólogos distintos hasta que el hospital John Hopkins aplicó la dieta en él y ya no tuvo ataques. Meryl fue la imagen y voz del video-documental para promover este tratamiento. Desde los años 90 también se involucró con la Fundación Christopher y Dana Reeve, que auspicia investigaciones con células madre para tratar las lesiones en la médula espinal. Ha estado en muchas reuniones de esta fundación, ha participado de especiales televisivos y ha hecho labor con instituciones vinculadas. Era amiga personal del ya fallecido Christopher Reeve –el actor que encarnó a Supermán en el cine y que quedó cuadrapléjico tras caerse de un caballo– y trabaja con su fundación hasta hoy. Hay más. Ha contribuido con una docena de instituciones más, en campañas para la educación y las artes, la defensa de los bosques americanos, la prohibición del uso de plaguicidas, la lucha contra el VIH, los refugiados de Darfur y otras causas de bien común. "Ella se implica en las causas que llaman su atención, independientemente de los candidatos o la persona que ocupe el Despacho Oval", decía una publicación este año. En gran parte de su carrera también se ha involucrado en la reivindicación de los derechos de las mujeres. Eso ocupa, en este momento, gran parte de su agenda. Mujer comprometida Medio mundo recuerda la gala de los Óscar de 2015 cuando la actriz Patricia Arquette recibió el premio a mejor actriz secundaria por la película Boyhood con un poderoso discurso: "A cada mujer que ha dado a luz, a cada contribuyente y cada ciudadano de esta nación que ha luchado por la igualdad de los derechos de todos. Es el momento de que tengamos igualdad salarial e igualdad en los derechos para la mujer en los Estados Unidos...". Sus palabras arrancaron aplausos y la reacción entusiasmada de Meryl Streep, quien para entonces se había referido varias veces al tema de la desigualdad de salarios en distintas entrevistas. A finales de junio de 2015 y como parte del impulso que Arquette le dio al tema, Meryl envió 535 cartas redactadas personalmente por ella a cada uno de los congresistas estadounidenses junto con el libro "Equals means Equal" de la defensora de los derechos de la mujer Jessica Neuwirth. Su objetivo era revivir la Enmienda por la Igualdad de Derechos (planteada en 1923 y en discusión desde mediados de 1970) que, de ratificarse en la Constitución norteamericana, garantizaría el pago del mismo salario a hombres y mujeres como derecho fundamental. De todos los congresistas, solo cinco contestaron. El mismo año, Meryl auspició con sus propios fondos un taller para mujeres guionistas mayores de 40 años. Ella también ha llamado la atención acerca de que las oportunidades para las actrices se recortan una vez que pasan la barrera de las cuatro décadas. Es conocida la desigualdad que impera en Hollywood respecto a los sueldos. El 2016 el actor mejor pagado fue Dwayne Johnson 'La Roca' con 64 millones de dólares y otra vez la actriz mejor pagada fue Jennifer Lawrence con 46 millones, a pesar de haber hecho más películas. Hoy la lucha por la igualdad de salarios tiene entre sus filas a Meryl, Jennifer Lawrence, Patricia Arquette, Charlize Theron, Emma Watson, y Amanda Seyfried. Y si bien Meryl no siempre ha estado en desventaja respecto a sus coprotagonistas varones, para ella la batalla no es de tipo personal sino en favor de todas las mujeres. Su pelea por los derechos femeninos se vio profundizada el 2016 cuando tuvo un pequeño pero importante papel como la líder feminista británica Emmeline Pankhurst en la película Las Sufragistas, que narraba la lucha de las mujeres trabajadoras de ese país por obtener el voto. Tras el estreno, Meryl y otras actrices dieron entrevistas llevando polos con la frase: "Prefiero ser una rebelde que una esclava". Algunas feministas cuestionaron que la frase tenía connotación racista, pero el lema –una frase textual de Pankhurst– aludía a una situación específica en la Inglaterra del siglo XIX. La actriz más galardonada de Hollywood no necesitaría dar ninguna de las batallas que ha dado en tantos años. Pero lo hace porque más que una feminista, es una humanista, según declaró a una revista. "Lo que te hace diferente o extraña, esa es tu fuerza", dijo alguna vez. La actriz excepcional es también una excepcional persona.