El guerrillero que firmará la paz

Era considerado militarista, de línea dura, pero tras asumir el liderazgo de las FARC, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', le pidió al presidente de Colombia sentarse a conversar. Esta semana, la conversación acabó con un final feliz.,El domingo 24 de mayo de 2008, un hombre vestido de uniforme militar y con una toalla verde olivo rodeándole el cuello apareció en las pantallas de televisión de millones de colombianos. Con solemnidad y un inocultable tono de dolor, confirmó que 'Manuel Marulanda Vélez', el líder máximo de las FARC, había muerto. El hombre se llamaba Rodrigo Londoño, pero era más conocido por las fuerzas de seguridad por sus alias: "Timoleón Jiménez" y "Timochenko". Unas horas antes de que se difundiera ese video, el ministro de Defensa de la época había anunciado la noticia en una entrevista con la revista Semana. Cuando la periodista le preguntó, casi de forma casual, qué era de 'Tirofijo', el funcionario respondió: "Debe de estar en el infierno". Ese ministro era Juan Manuel Santos. Ocho años después, Londoño, como líder de las FARC, y Santos, como presidente de Colombia, son los protagonistas de un hecho histórico: el Acuerdo de Paz firmado esta semana entre el gobierno colombiano y la guerrilla más antigua del mundo, que pone fin a 50 años de violencia, en los cuales hubo 260 mil muertos, 45 mil desaparecidos y 6.9 millones de desplazados. Y aunque conocemos a Santos, poco sabe el mundo de su interlocutor: 'Timochenko'. Severo y de línea dura Oriundo de Quindío, región cafetalera, militó en las juventudes comunistas y estudió Medicina en Rusia. En 1982, a los 23 años, ingresó a las FARC, cuando esta organización era una guerrilla de unos 500 uniformados afincados en la zona sur, que se había propuesto extenderse por todo el país. La organización se expandió, al tiempo que Londoño escalaba en la jerarquía. En 1986 fue nombrado miembro del Estado Mayor de las FARC y en 1993 se integró al Secretariado, la unidad de comando formada por los líderes de los siete frentes de la guerrilla. Parte de su éxito dentro de la organización fue su estilo severo y de mano dura, que puso en práctica en zonas complicadas como el Bloque Magdalena, donde los propios jefes mataban a los guerrilleros por temor a que los delataran. En esa misma zona combatió con fuerza a los paramilitares, lo que le ganó la adoración de sus subordinados. Cuando 'Alfonso Cano', el jefe de las FARC que sucedió a 'Tirofijo', murió en un operativo del Ejército colombiano, en 2011, 'Timochenko' se disputó el poder con 'Iván Márquez', según los analistas. Al final, se impuso. 'Márquez' ha sido el representante de la guerrilla en las negociaciones por la paz. Una carta a Santos Cuando 'Timochenko' asumió la comandancia de las FARC, los observadores fueron pesimistas: su fama de militarista y radical hacía difícil pensar que la paz llegaría pronto. Sin embargo, pocas semanas después, el líder subversivo le envió una carta a Santos, que llevaba dos años como Presidente. Le propuso entablar "una hipotética mesa de conversaciones, de cara al país". A continuación, se comprometió a cesar los secuestros con fines de extorsión –el gran negocio de la guerrilla. Fue aquel el primer paso. Los siguientes cuatro años fueron de avances y retrocesos. Diálogos en La Habana, acuerdos sobre agricultura, participación política y drogas, pero también ruptura de las conversaciones y reinicio de los bombardeos y secuestros. Las cosas se encauzaron en setiembre de 2015, cuando Presidente y líder guerrillero se encontraron en la capital cubana, se dieron la mano y prometieron cerrar el pacto final en marzo de este año. Se pasaron cinco meses del plazo final pero, finalmente, el acuerdo se cerró esta semana. No estuvieron los dos interlocutores principales sino sus representantes en las negociaciones. Pero lo estarán dentro de poco. Santos ha anunciado que antes del 2 de octubre –día en que se realizará el plebiscito ciudadano que debe validar el documento–, él y 'Timochenko' tomarán las plumas y firmarán la paz. Será el final de un período de 34 años en los que este hombre se dedicó a hacer la guerra. Tiempo en el que habría cometido diversos secuestros y atentados, delitos que llevaron a que se ofreciera US$ 5 millones por su captura. Las FARC formarán un partido y competirán en elecciones. Quizás Londoño llegue a senador. Se dedicará a la política. Le dirá adiós a las armas. (O.M)