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Género

Terapias de conversión: los mecanismos de tortura que atentan contra la comunidad LGTBI+

Descubre en qué consisten y cuáles son las consecuencias que estas prácticas tienen en la salud física y mental de sus víctimas. Además, entérate cuál es su situación legal en el Perú.

Las terapias de conversión constituyen una de las prácticas que atentan contra la integridad de los miembros de la comunidad LGTBI. Una situación que, pese a la rectificación del Poder Judicial en cuanto a las poblaciones vulnerables del país, evidencia las falencias del Estado para resguardar la salud física y mental de todos los peruanos. Encierros en contra de su voluntad, relaciones sexuales forzadas con personas del sexo opuesto y sesiones de electrochoque son algunos de los mecanismos al que son sometidos principalmente jóvenes menores de edad con el objetivo de ‘cambiar’ su orientación sexual o identidad de género.

De acuerdo a un estudio exploratorio entre esta población publicado en 2019 por la organización Más Igualdad, el 40 % de las personas encuestadas afirmó haber sido víctima de estas prácticas de conversión. Alexandra Hernández Muro, psicóloga e investigadora a cargo de este informe, dio a conocer que la mayoría de estos casos ocurrió por obligación de algún miembro de la familia.

Terapias de conversión. (Foto: Twitter / Gstyle)

¿Qué son las terapias de conversión?

Para Hernández Muro, las terapias de conversión hacen referencia a “todo tipo de prácticas que buscan cambiar la orientación sexual o identidad de género de personas que se identifican como parte de la comunidad LGTBI”.

También precisó que el uso de dicho término actualmente es reemplazado por uno más general como es el caso de ‘prácticas de conversión’. Esto con el fin de evitar la atribución de propiedades terapéuticas y curativas, pese a que no hay algo que deba ser ‘curado’, a mecanismos que solo terminan por perjudicar a sus víctimas.

En cuanto a los lugares o situaciones en las que se desarrollan, la directora ejecutiva de la organización Más Igualdad precisó que no ocurren exclusivamente dentro de un consultorio. “También se dan en espacios religiosos como es el caso de los exorcismos, imposición de manos y misas de sanación”, acotó.

Formas de terapias de conversión. (Foto: Twitter)

¿Cómo saber si soy víctima de estas prácticas de conversión?

La especialista en diversidad sexual y de género señaló que existen algunas características que pueden ayudar a los miembros de la comunidad LGTBI a identificar si se encuentran en peligro de ser sometidos a estas prácticas de conversión.

- Intentar o ser llevado a un espacio terapéutico o médico tras ‘salir del clóset’.

- Recibir mensajes de los supuestos profesionales de la salud que te invitan al cambio.

- Otorgar connotaciones negativas a tu orientación sexual o identidad de género.

En lugar de ofrecer un apoyo durante este proceso de aceptación, las terapias de conversión se caracterizan por reafirmar y validar los prejuicios que la sociedad ya tiene entre los miembros de esta población. Una situación que puede derivar en problemas en la salud mental a lo largo de la vida de sus víctimas.

Un joven trans que participó de estos mecanismos por un total de seis sesiones para contentar a sus padres describió a esta experiencia como todo un “trauma”, donde fue obligado a formar parte de actividades de índole sexual sin su consentimiento. “Estaba muy triste. Me la pasaba en mi cama viendo televisión. Era todo lo que hacía y mis padres me veían como a un enfermo”, reveló en un informe de La República publicado en 2019.

¿Qué hacer si soy víctima de terapias de conversión?

Postura de la ONU frente a las terapias de conversión. (Foto: Twitter)

Alexandra Hernández Muro compartió algunas recomendaciones para las personas que son sometidas a terapias de conversión, independientemente de si estas ya alcanzaron o no la mayoría de edad.

- Reconoce si algún profesional o especialista intenta persuadirte de cambiar tu orientación sexual o identidad de género o se refiere a ella de forma negativa.

- Si esto ocurre en contra de tu voluntad, contacta a alguna organización LGTBI para pedir ser removido de dicha situación.

- Usa las herramientas a tu alcance para, si es seguro, visibilizar el tema. En caso contrario, aguarda por las sugerencias de la organización a la que contactaste.

Para la titular de Más Igualdad, “el problema no es la falta de plataformas para denunciar, sino el que las personas que determinan qué ocurre en estos casos no estén capacitadas para ello”. Por eso resulta de suma importante que el Poder Judicial haya rectificado a la comunidad LGTBI dentro de las poblaciones vulnerables del Perú.

¿Cuál es la situación legal de las terapias de conversión en Perú?

En el mundo, solo son seis los países que han prohibido la aplicación de las terapias de conversión (Brasil, Ecuador y Malta a nivel nacional, mientras que Estados Unidos, Canadá y España en algunas regiones). Un panorama que no es nada prometedor en Perú, donde solo se encuentra vigente el Decreto 1323 que permite denunciar situaciones de discriminación por orientación sexual e identidad de género.

De acuerdo a Hernández Muro, los miembros de la comunidad LGTBI podrían denunciar las prácticas de conversión bajo esta norma. Sin embargo, esta situación se mantiene sin precedentes debido a la dificultad para hallar medios probatorios oficiales por falta de una normativa específica.

“Respecto a otras instancias a las que se podrían acudir, tenemos el Colegio de Psicólogos y el Colegio Médico que son quienes regulan a los profesionales de salud mental”, acotó. Sin embargo y hasta el momento, las mencionadas entidades han evitado manifestarse específicamente en contra de las terapias de conversión.

Una postura que no va a acorde con lo estipulado por la Organización Mundial de Salud (OMS) desde su pronunciamiento en 2012 donde reiteran que estas prácticas “no tienen justificación médica” y amenazan el bienestar de personas exclusivamente por su orientación sexual e identidad de género.

Terapias de conversión: principales métodos en Perú

Formas de terapias de conversión. (Foto: Twitter)

De acuerdo al ‘Primer estudio exploratorio sobre salud mental en personas LGBTIQ+ del Perú‘ publicado en 2019, los métodos más frecuentes de terapias de conversión que se aplican en país son los siguientes:

- Psicoterapia: Bajo la presentación de una conversación donde el psicólogo brinda recomendaciones para que el paciente cambie su orientación sexual a través de técnicas psicoterapéuticas. Estas suelen ser prácticas que inciden en violencia sexual como: visualización de pornografía heterosexual para condicionar el deseo sexual y mantener relaciones sexuales con alguien del sexo opuesto.

- Medicación: Mediante la receta de antipsicóticos diagnosticados a personas bipolares, los especialistas buscan inhibir el deseo sexual de sus pacientes. De esta manera, intentan evitar que la persona sienta atracción por otras personas que no se encuentre dentro de la heterosexualidad.

El informe realizado por Más Igualdad también reveló a los exorcismos, misas de sanación e internamiento como prácticas menos frecuentes de las que son víctimas los miembros de la comunidad LGTBI.

¿A quiénes afectan más las terapias de conversión en Perú?

El 40 % de encuestados para el ‘Primer estudio exploratorio sobre salud mental en personas LGBTIQ+ del Perú’ afirmó haber sido sometido a prácticas de conversión en el transcurso de su vida. Una situación frecuente que afecta en mayor medida a los ciudadanos menores de edad (62 %).

Informe gráfico de Más Igualdad. (Foto: Más Igualdad)

Este panorama no es nada favorecedor porque puede terminar por afectar el curso de la vida de los miembros de la comunidad LGTBI que son obligados o persuadidos de participar en ellas. “Lo que hace es hacerte creer que tu existencia es negativa para el mundo. Y eso está en contra de la dignidad humana que protege la Constitución”, detalló Hernández Muro.

¿Las terapias de conversión son mecanismos de tortura?

En cuanto a si estas prácticas de conversión pueden ser consideradas como mecanismos de tortura, la investigadora y especialista en diversidad sexual señaló que algunas de ellas recaen dentro dicha categoría: encierros contra la voluntad de la persona, aplicación de violencia sexual como obligar a personas a tener relaciones del tipo heterosexual y sesiones de electrochoque para cambiar la orientación sexual de una persona son los principales ejemplos.

“No podemos describir a todas ellas como tortura, pero estas no dejan de constituir un trato humillante que es considerado igual de grave”, agregó. Una opinión que comparte el experto independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Victor Madrigal-Borloz en su informe sobre las terapias de conversión presentado en junio de 2020.

¿Cuáles son las consecuencias de las terapias de conversión en sus víctimas?

La aplicación de las terapias de conversión tiene secuelas graves en la vida de sus víctimas, tanto a largo como a corto plazo. Así lo confirmó la directora ejecutiva de Más Igualdad, quien también dio a conocer que estas pueden interferir con la salud física y psicológica de los miembros de la comunidad LGTBI.

- Físicas: Los tratamientos farmacológicos y de electroshock infieren negativamente en el aprendizaje de quienes son sometidos a ellos. Aumento de sueño y bajo nivel académico son algunas de las consecuencias más comunes, las mismas que frecuentemente llevan al abandono de estudios e interrupción del proyecto de vida de una persona. En cuanto a la aplicación de hormonas, se sabe que las secuelas son mucho más duraderas y traen consigo dolores e incomodidades constantes.

- Psicológicas: Depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT) son las principales enfermedades que afectan a la salud mental de las víctimas de estos procedimientos. En muchos casos esto lleva a cometer intentos de suicidio, a la idealización del mismo y otras situaciones que ponen riesgo su integridad. Se recalca que este tipo de consecuencias son las más comunes en los miembros de la comunidad LGTBI que fueron sometidos a estas prácticas.

Un joven trans, víctima de estas prácticas de conversión a manos de una entidad religiosa cuando apenas tenía 17 años, reveló en una investigación del diario La República las consecuencias que tuvo esto en su proyecto de vida. “Te dejan traumas, te alejan de tu familia y te cortan los sueños. Si no hubiera pasado por esta experiencia, el insomnio y la depresión no serían un problema constante en mi vida”, afirmó.