El sistema electoral de Estados Unidos va mucho más allá de la simple votación popular. Aunque millones de estadounidenses acudieron a las urnas el martes 5 de noviembre, el presidente no se declara oficialmente hasta que se completa un proceso de certificación que incluye varios pasos críticos. Desde la intervención del Colegio Electoral hasta la revisión final por el Congreso, estos procedimientos están diseñados para asegurar la legitimidad del próximo presidente y la transparencia del sistema democrático.
El Archivero de los Estados Unidos desempeña un papel importante en el proceso, enviando instrucciones a los gobernadores estatales antes de las elecciones sobre cómo proceder con el Colegio Electoral. Posteriormente, los gobernadores emiten certificados que asignan a los electores del candidato ganador. Estos pasos aseguran que cada estado cumpla con su papel en la elección presidencial.
El Colegio Electoral es una institución única en Estados Unidos, donde el presidente es elegido por los votos de los electores designados, no directamente por el voto popular. Estos electores se reúnen el primer martes después del segundo miércoles de diciembre para emitir sus votos formales. En 2024, esta votación tendrá lugar el 17 de diciembre y es un paso fundamental para el proceso electoral.
El 6 de enero, el Congreso de Estados Unidos lleva a cabo una sesión conjunta para contar y certificar oficialmente los votos del Colegio Electoral. Este evento es presidido por el vicepresidente en funciones, quien verifica los resultados de cada estado. Si no hay objeciones válidas, el vicepresidente declara al presidente electo. En casos raros, como un empate en el Colegio Electoral, la elección es decidida por la Cámara de Representantes, con cada estado emitiendo un único voto.
Una vez que el Congreso certifica los resultados, los documentos oficiales, conocidos como Certificados de Determinación y Certificados de Voto, son almacenados en la Oficina del Registro Federal. Estos documentos se guardan por un año y luego se transfieren a los Archivos Nacionales, donde están disponibles para consultas futuras. Este procedimiento no solo asegura que los registros de la elección sean accesibles, sino que también promueve la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso electoral.
La importancia de estos pasos es evidente: garantizan que cada detalle del proceso electoral sea transparente y constitucional. En un país donde las elecciones presidenciales atraen la atención mundial, el riguroso proceso de certificación subraya la seriedad con la que Estados Unidos maneja la transferencia de poder.