La globalización debe incluir derechos humanos y laborales. Comisión mundial de la OIT plantea cambios urgentes y solucionar deuda de los países pobres Textual Claves 188 millones de personas en el mundo fueron registradas como desempleados en el 2003, según la OIT. Las tasas de desempleo aumentaron desde 1990 en América Latina y el Caribe y en Asia Sudoriental. 56 millones de personas en América Latina sobrevivieron con menos de 1 dólar en el 2000. En 1990 eran 48 millones los latinoamericanos que vivían con ese dólar. Datos Hernando de Soto, presidente del Instituto para la Libertad y la Democracia (ILD), fue convocado para participar en la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la globalización. Esta comisión estuvo copresidida por los presidentes de Finlandia, Tarja Halonen, y de Tanzania, Benjamín William. Además estuvieron el nóbel de Economía Joseph Stiglitz y el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti. Por MARIENELLA ORTIZ.- "Una globalización que reduce el precio del calzado infantil pero que provoca el desempleo de los padres carece de sentido", reflexión de un filipino que resume el informe pionero sobre los efectos negativos de la globalización elaborado por la Comisión Mundial de la Dimensión Social de la Globalización, por encargo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Desde el 2002 esta comisión, que reunió a 26 personalidades del mundo de la talla del premio nóbel de Economía, Joseph Stiglitz, dialogó con un sinnúmero de actores sociales, políticos y empresariales para conocer los efectos de este proceso asentado desde hace más de 50 años. Los resultados son más que lapidarios y ponen en evidencia las remarcadas desigualdades que genera una globalización que nació de manera espontánea, sin brújula y sin alma, centrada básicamente en los aspectos netamente económicos y comerciales. "Se está creando riqueza pero son demasiados los países y las personas que no participan de los beneficios y a los que apenas se tiene en cuenta o se ignora totalmente, a la hora de configurar el proceso. Para una gran mayoría de mujeres y hombres, la globalización no ha sido capaz de satisfacer sus aspiraciones sencillas y legítimas de lograr un trabajo decente y un futuro mejor para sus hijos", indica el documento. Es así que pone el dedo en la llaga al indicar que las medidas de apertura de los mercados y las consideraciones financieras y económicas, elementos propios de la globalización, prevalecen sobre las consideraciones sociales, sobre las necesidades de miles de millones de habitantes del mundo. Julio María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay y miembro de esta comisión, grafica bien el actual proceso globalizador: "¿qué es un automóvil Ford? ¿Es norteamericano? No lo sabemos pues el motor se hace en Taiwán, la carrocería en Hong Kong, se arma en México, el proyecto quizá sea de Estados Unidos. En fin, ¿dónde están las ganancias? Donde a las empresa le convenga localizarla, desde el punto de vista tributario". Con esa lógica, indica que los Estados pierden la opción de regular las inversiones y el comercio, así como de obtener mayores beneficios en favor de su propia población. Al respecto el informe indica: Para que los mercados sean eficaces, es preciso que haya Estados eficaces. Virgilio Levaggi, especialista regional de la OIT, secretario de la Comisión Mundial, comentó que otro indicativo de este proceso de globalización son los actuales niveles de desempleo mundiales que son crecientes en la última década (Incluso llegan a 18% en Medio Oriente y en Africa del Norte). Con ese motivo, indica que la globalización debe buscar una integración de políticas, no centradas exclusivamente en el tema económico, de tal forma que exista una real promoción del trabajo decente, bajo ciertos estándares de derechos humanos y laborales. Levaggi considera que el informe más que una crítica negativa es una adecuada ponderación de los diferentes factores que intervienen en la globalización, especialmente luego de la crisis asiática. "El informe valora la globalización no por las estadísticas frías de ciertos niveles macroeconómicos sino que se toma nota que la gente no está contenta. Inclusive hoy comienza a parecer con mayor solidez visiones del hemisferio norte criticando a la globalización. Entonces podemos hablar de una fatiga de la globalización", señala. "La intención de los miembros de la comisión, recalca, es crear una discusión serena sobre algo que es una realidad". El Consejo de Administración de la OIT se reunirá la próxima semana y uno de los puntos de la agenda será la aplicación del contenido del documento en su vida institucional. ESTADO Y MERCADO La principal propuesta de la Comisión Mundial para solucionar los problemas negativos de la globalización es establecer una buena "gobernanza" nacional, basada en un sistema político democrático, el respeto de los derechos humanos y de género. El Estado, indica, tiene que desempeñar un papel eficaz para proporcionar los bienes públicos básicos y una protección social adecuada. Además son necesarias unas instituciones sólidas que se encarguen de apoyar a los mercados y de supervisarlos, así como unas políticas macroeconómicas que permitan alcanzar un crecimiento elevado y estable. Otro punto importante que propone este informe es el buscar una solución, cuanto antes, a la deuda de los países pobres. En el tema del comercio se lee: "Hay que reducir sustancialmente las barreras injustas que restringen el acceso a los mercados, especialmente para los bienes que presentan fuertes ventajas comparativas para los países en desarrollo". En el sector agrario, propone la prohibición de nuevos créditos y subsidios a la exportación, así como eliminar progresivamente las existentes. "Nuestras propuestas exigen un mayor grado de participación por parte de las personas y los países en la elaboración de las políticas que les afectan. Requiere que los que tienen la capacidad y el poder de decidir asuman la responsabilidad compartida de fomentar una comunidad global libre, equitativa y productiva", conmina finalmente el informe. Solo 16 países crecieron 3% El comercio mundial se ha expandido rápidamente en los dos últimos decenios. Desde 1986 creció a un ritmo más rápido que el PBI mundial. Sin embargo esta expansión se produjo en su mayor parte en los países industrializados y en un grupo de 12 países en desarrollo. Igualmente ocurrió con la Inversión Extranjera Directa (IED). El marco normativo en todo el mundo lo facilitó. En el 2002 más de 100 países habían adoptado importantes medidas de liberalización para atraer la IED. Pese a esto, la inversión sigue estando muy concentrada aproximadamente en 10 países desarrollados. Actualmente se estima que las empresas multinacionales representan dos tercios del comercio mundial mientras que el comercio intraempresarial, entre multinacionales y empresas afiliadas, representa aproximadamente un tercio de las exportaciones mundiales. En términos de crecimiento de la renta per cápita, sólo 16 países en desarrollo crecieron más de un 3% por año entre 1985 y el 2000. En contraste, 55 países en desarrollo crecieron menos de 2% por año, y 23 presentaron un crecimiento negativo. 4 mil millones de personas excluidas Por MARIENELLA ORTIZ.- Hernando de Soto fue uno de los líderes mundiales convocados por la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que elaboró un documento sobre el tema. Para el reputado economista peruano, la globalización es aún un modelo excluyente e imperfecto. El debate recién arranca y tomará su tiempo corregir sus defectos, señala. - ¿Cuál fue su aporte en el documento elaborado por la Comisión Mundial sobre la Globalización? - Es una comisión muy interesante porque agrupa a personas de distintas tendencias políticas que van desde los muy críticos de la institucionalidad internacional existente, como Joseph Stiglitz, hasta alas muy conservadoras, entre ellas los presidentes de la organización internacional de empleadores y de las grandes compañías multinacionales, como el presidente de Mitsubishi. - ¿Dónde se ubicaba en la discusión? - Mi posición es algo ecléctica, porque por un lado favorezco la globalización... - Ud. ha comentado siempre sus bondades... - Creo que es inevitable, pero no es perfecta. Mi posición o contribución fue el hacer notar que de los 6 mil millones de habitantes en el mundo, 4 mil millones no entran al sistema de globalización, de tal manera que cuando hablamos de comercio y financiamiento internacional estamos hablando de la relación existente entre sólo 2 mil millones de personas. Para poder ser globalizado hay que poder importar y exportar ya sea bienes, servicios o finanzas (dinero) y las personas en condiciones de eso son las que están en los países desarrollados, en Europa Occidental, Estados Unidos (Atlántico Norte) más el Japón y unos cuatro tigres asiáticos más. - ¿Y en el caso de los países en desarrollo? - En los países en desarrollo o ex comunistas, es decir, el resto de la población, 5 mil millones de personas, calculo que un 20% está en condiciones de hacerlo, esto es, que tiene una organización empresarial legalmente reconocida. Entonces considero que mi aporte fue definir la globalización como un sistema legal de intercambio a la cual una tercera parte del mundo tiene acceso y el resto, las dos terceras, no. Por lo tanto, esto es uno de los factores a corregir para que todos hablemos de las mismas oportunidades. La posición que yo tuve no fue controversial, ni para uno ni para el otro lado. - El informe concluye que la globalización desarrolla solamente el tema del intercambio comercial en medio de un vacío ético. ¿Qué opina? - Es correcta esa posición. Hoy en día no hay organización en el mundo que maneje la globalización, no fue creada por ningún organismo mundial. No es un sistema gobernado centralmente y, por lo tanto, como cualquier cosa que es espontánea, beneficia más a unos que a otros. - ¿Cree que algún organismo internacional debe comenzar a ordenar o controlar este proceso? - Creo que la OIT podría tener un papel importante porque tomó la iniciativa. Pero no creo que esto lo pueda tomar un solo organismo internacional, porque hablamos de un fenómeno sumamente grande. Posiblemente si la OIT sigue promoviendo este documento, que es tan importante, no sólo se quedará en un pedazo de papel. - Sin embargo, la voz de los excluidos se hace sentir en diversas instancias. ¿Cree que ésta es una buena etapa para lograr algún eco? - Yo creo que sí. Sin embargo, tengo la impresión de que tendrá que pasar un poco más de tiempo, porque los países que son indispensables para tomar una decisión en ese sentido están ocupados en otros temas. - ¿Necesitaremos un poco más de tiempo? - Desde finales de la segunda guerra mundial, que nos acompaña cierto orden, más de 55 años, alrededor de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc. Ahora resulta que ese orden es insuficiente para poder cubrir las necesidades de gran parte de la humanidad pobre. No lo veo por el momento, salvo que haya algo sumamente trágico como para transformar todo de un solo golpe. Va a ser el resultado de varias discusiones y un aporte importante es intentar crear una especie de "hoja de ruta internacional". El informe de la OIT va a ser a la larga un importante aporte, pero el orden no cambiará de un día para otro, no se derrumbará solito. Va a modificarse, me temo yo, de a pocos.