Juan José Oré: El retrato de un campeón

Michel Dancourt Su casa está ubicada en una tranquila calle de San Borja. Dentro es más bien donde se genera cierto alboroto porque Laica y Canela no se cansan de correr y jugar. Entonces Juan José, que ya no tiene esa montaña de cabello negro que lo distinguía cuando hacía goles en su época de jugador y le falta estrujar dos calendarios para entrar a la base seis, alza la voz y las mascotas se calman. Parece que los perritos también saben “Que la disciplina es mi bandera” como repite el técnico de la Sub 15, flamante campeón sudamericano. Oré viste saco azul y está serenamente contento. Una enorme ilustración donde se le ve dominando un balón con el uniforme de la selección y un rinconcito de la casa que parece un templo de fútbol –hay, en un orden que solo él conoce bien, fotos suyas, de los equipos que integró;; copas, pelotas de diverso tamaño y hasta una alfombrita delineada como una cancha– son testigos de la conversación con un entrenador peruano que ha conseguido lo que pocos: clasificar a un mundial y coronarse a nivel continental. ¿La pregunta que se hacen todos, ‘Jota’, cuál es el secreto de este éxito? Es el trabajo y la convicción y la confianza que tenemos de inculcarles a los chicos que no son menos que nadie, de hablarles con firmeza que no deben cargar historias ajenas, mochilas ajenas. Perú hace mucho que no va a los mundiales en mayores, pero en esta categoría los brasileños, argentinos, chilenos y todos llegaban igual que nosotros: sin historia. Les dije que esta era la oportunidad de que empiecen a escribir, ellos mismos, la suya. Que íbamos a enfrentar a chicos de su misma edad que tampoco habían ganado nada. Es cuestión de creérsela que son los mejores. Eso le digo al delantero, al arquero, al back, ¡Qué es el mejor! Se la cree o bueno, está para otra cosa. Este aspecto siempre nos cuesta. Se repite el concepto del ‘miedo escénico’. Se ha perdido en personalidad, eso es indiscutible. Falta comunicación, un trabajo en ese sentido es fundamental. Hay que mejorar la competencia también para madurar. No sirve de nada ganar 5-0 si no se habla de los errores, de lo que pese al resultado se puede y debe hacer mejor. Este grupo tiene ese detalle: no baja los brazos. El partido ante Argentina es ejemplo de eso. La prensa pone rótulos a los técnicos: ‘defensivo’, ‘ofensivo’, ‘táctico’, ‘motivador’… Qué etiqueta asume Oré. Eso lo podrían decir mejor los chicos, la gente que trabaja conmigo. Pienso que trato de tener de todo un poco, un equilibrio como debe tener un equipo. La idea que busco es armar equipos que recorran menos, que sean solidarios en la adversidad y se junten, que se mantenga un orden siempre. Los muchachos que llegan a una selección en cualquier categoría deben conocer bien los fundamentos del juego. ¿Cómo fue el proceso de elección de estos muchachos? La idea del profesor Carlos Picerni cuando estuvo fue tener técnicos en las categorías pero también ‘cazadores de talentos’, gente que vaya a ver los partidos en todos lados. Salir a buscar. En eso ‘Lucho’ Bolaños junto a un grupo de profesores han hecho un gran esfuerzo recorriendo canchas y campeonatos. También fuimos nosotros varias veces a verlos para ver si evolucionaron. Hicimos ese seguimiento. Igual me parece que faltó tiempo y hay más chicos que pueden sumarse. La base es de la San Martín que tiene una buena categoría 98. Hay jugadores de Cristal, Cantolao, Cienciano, Universidad Garcilaso de la Vega, Virgen de Chapi, de los CAR, en fin. ¿Pero no es fácil manejar a un grupo de muchachos que están en la adolescencia? Queremos siempre lo mejor. Saludar a una persona, ser educado no quiere decir que no seas valiente o seas sumiso. El palomilla no va a ningún lado, no es vivo, es tonto. De eso hablamos. La formación tiene que ser integral. Hacen bromas como cualquiera, son amigos pero hay un respeto. La convivencia es clave. Yo decido, por ejemplo, quién va con quién en cada cuarto en las concentraciones. Según su forma de ser, que no sean del mismo club. Luis Iberico. No es común encontrar un delantero así en el Perú. ¿Cuál puede ser su techo? Depende de él, pero tiene muchas condiciones, muchas. Siempre digo que si tienes en tu equipo un arquero que te salva y un delantero que las meta vamos a estar siempre arriba. Tuvimos eso y más. Canela, Arakaki, Guivin, Mendieta… Hay muchachos con mucha cuota de gol junto a Luis que ha sido el goleador del torneo con todo merecimiento. Se habla que este 2013 ha sido un buen año para los menores por medidas que se han tomado y ciertos resultados. Pero la contradicción es que tu contrato termina este mes. ¿Y el largo plazo? Se fueron dando las cosas así. Daniel Ahmed se va por ejemplo a un club profesional. Hizo un buen trabajo y estuvimos cerca de un mundial. Es un tema que deben responder los dirigentes. Ya te sentaste a conversar con Manuel Burga sobre tu renovación. No todavía. Ni con la Comisión de Menores tampoco. UNOS Y OTROS ¿Sientes que al DT extranjero se le valora más que al entrenador nacional? Sí, sí lo siento. Y lo sentimos todos… No hay que tapar el sol con un dedo. Si te hablaron para dirigir en mayores porqué dijiste siempre que no. Es cierto, algunos equipos conversaron conmigo pero mi vocación es esta a pesar de que ahí se gana más dinero. Lo mío es trabajar con menores. La FIFA recomienda que al entrenador de menores se le debe recompensar mejor, tener todas las facilidades y apoyo. No pasa esto en el Perú lamentablemente. Viste el proceso obviamente más de cerca. ¿Qué crees que pasó con Markarián? ¿Por qué no se logró el objetivo de clasificar? Conoce mucho y es muy detallista, generó mucha confianza por la buena Copa América que se hizo. Pienso que el tema no pasa tanto por él sino por el grupo de jugadores. No todos, porque hay buenos profesionales que vienen y se la juegan pero otros se dejan estar, no ponen todo. Cuando cambie eso y mejore la disciplina estaremos en la posibilidad de competir. Varias cosas que no se llevaron bien. Uno trabaja para que el jugador mejore, no para hacer amigos. Irven Ávila, Néstor Duarte… ¿Y los demás de la Sub 17? ¿Porqué no se han consolidado?... Es una pregunta difícil. Pensábamos que iban a estar más presente en las selecciones, en los clubes. Después del Mundial debutaron 18 chicos de 17 años en primera y eso nunca se había dado. El tema son las oportunidades, hay técnicos que no se la juegan por los jóvenes. Ávila decidió bien al irse a provincia y tener continuidad por ejemplo. Hay algunos que se dejaron estar. No sé, supongo que es una suma de factores y me apena. Si hablas de ‘dejarse estar’. La repregunta es inevitable. ¿Cómo está tu relación con Reimond Manco ahora, después de todo lo que dijo? Le deseo lo mejor. Yo no soy una persona que da besitos, que abraza y engríe a los chicos pero sí soy correcto y frontal. Los jugadores tienen que madurar rápido. A muchos hay que quitarles la ‘mamitis’. A veces hay ser enérgicos pero con respeto. Es lamentable todo lo que ha pasado con él. Lo que mejor sabe hacer es jugar al fútbol, debería dedicarse sobre todo a eso. La última vez que lo vi fue cuando estuvo convocado y me pasó la voz en la Videna de lejos. Nuestra bandera es la disciplina. En la Sub 15 y Sub 17 nunca se han dado problemas. Hay entrenadores que dan ciertas libertades con las que yo no estoy de acuerdo. Finalmente, ‘JJ’, recuerdas el día que tuviste que decir “No juego más al fútbol”. Fue muy difícil, dejar lo que siempre hiciste. Fue en el 92. Te preguntas… ¿Qué hago mañana? Si ya no tengo que levantarme temprano para ir a entrenar, parece que te sobran las horas del día. Pero ya había decidido ser técnico. Por eso siempre hay que prepararse.