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Cultural

El artista puneño que exhibió su arte a los jeques en Dubai

A mano. Percy Roque ha forjado su camino con sus manos. Con estas crea hermosas obras en cerámica que se han exhibido por varios países. Impulsa en Puno un museo de figuras andinas.

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Logro. Enroque, como se hace llamar, a dedicado toda su vida al arte de la cerámica. Foto: Juan Carlos Cisneros

“Nací para el arte y para cruzar fronteras”, sostiene el artista Percy Roque Mayta, que se ha convertido en uno de los máximos exponentes de las obras de arte en cerámica de la región de Puno y del sur del Perú.

En febrero de este año llevó algunas de sus creaciones a Dubai. Entre ellas, una rana gigante del lago Titicaca, un toro agachado, una llama de dos cabezas, un toro de dos cabezas, cuatro “Cheq´atoros” (verdadero toro), entre otras.

Sus obras de arte en cerámica fueron apreciadas por los Jeques (jefe religioso, político o sabio) en Dubai, ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, conocida por su lujoso comercio y su arquitectura moderna. Recorrió también Turquía y Panamá.

Percy Roque Mayta, nació con una peculiar habilidad en el arte y la cerámica. En sus obras hace prevalecer la identidad cultural. El insumo básico para sus obras de cerámica es la arcilla. El artista logró identificar más de 20 tipos de arcilla que se encuentran en Santiago de Pupuja. Usa la de mejor calidad.

Detalles. Percy Roque es muy cuidadoso al momento de crear sus obras en cerámica. Foto: La República/Juan Carlos Cisneros

Detalles. Percy Roque es muy cuidadoso al momento de crear sus obras en cerámica. Foto: La República/Juan Carlos Cisneros

Antes de hacer su obra, ya tiene idea de su creación. Amasa la arcilla y le da forma a la figura de manera creativa, teniendo cuidado en formar el mínimo detalle. Luego que las figuras secan, las pinta con pinturas naturales extraídas de rocas de colores. Cuando todo está listo, las separa para meterlas en hornos. Las figuras de menor calidad van a un horno natural, las mejores van a un horno eléctrico a una temperatura de 1000 grados. Sus obras tienen característica ceremonial, cultural y mística.

Percy Roque, firma sus obras como “Enroque”, que representa un movimiento de ajedrez de salvación. Actualmente, posee más de 500 obras de arte de creación única. Ya logro vender más de 200 principalmente a empresarios y turistas del extranjero.

El artista nació en la localidad de José Domingo Choquehuanca. Sus padres son naturales de San Antonio de Pupuja y él se instaló a 3 kilómetros de Pucará. Estas tres localidades son tierra de artistas ceramistas.

Enroque nos cuenta que en 1996 y 1997 postuló a la Universidad Nacional del Altiplano de Puno y a la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, sin embargo, no logró ingresar.

Lejos de renunciar a sus sueños, él sabía que tenía cualidades de artista en las venas, pues sus padres y abuelos fueron pintores, ceramistas y músicos. Por ello no dudo en seguir el arte de la cerámica.

En el año del 2000, es invitado a realizar prácticas en la Empresa de Cerámica y Arte Ruiz Caro de Cusco. Su periplo debio ser solo de 3 meses, sin embargo, se quedó 6 años en la referida empresa como jefe de modelado, supervisor de producción y capacitando al nuevo personal. Otros 9 años permaneció en Cusco donde el 2007 contrajo matrimonio con la cusqueña Yeni Llacta. Fruto de esta relación nacieron sus hijos Amantaní y Amaru.

Durante su estancia en Cusco también logró enseñar en la escuela de cerámica taller Apurímac Onluz Italia. Sus trabajos de arte ya se exhibieron en Italia. En el 2003 fue reconocido por la Cámara de Comercio de Cusco como un destacado artista.

Enroque nos cuenta que siempre tenía la idea de impulsar un museo y taller de cerámica en un espacio grande. Él no tenía terrenos, por ello debió postergar su sueño.

En 2014, Fondo Empleo lo contrata y lo designa como especialista ceramista y le encarga capacitar a los artesanos de Pucará el 2014 y 2015. Enseñó las nuevas técnicas y diseños de las obras de cerámica. Ahí se impulsó la idea de los toritos de color, pues dicha técnica ya se hacía en Ayacucho, nos cuenta.

En el 2016 regresó a Pucará con su esposa y sus dos hijos. Y a 3 kilómetros antes de llegar a Pucará vio un extenso terreno y en ese momento pensó comprarlo. “Uno de esos días me encontré con la propietaria del terreno y le hable de la posibilidad para que me lo venda, sin embargo, me dijo que no está a la venta”.

Sin embargo, pasaron algunas semanas y recibí una llamada de la dueña del terreno y de ahí se concretó la compra del terreno donde empecé a hacer realidad mi sueño del museo y el taller de cerámica.

Desde 2016 empecé a construir el museo. Foto: Juan Carlos Cisneros/La República

Desde 2016 empecé a construir el museo. Mientras terminamos de construir el segundo piso de la infraestructura, una noche cayó un rayo al segundo piso y por fortuna no lo destruyó. Según la creencia andina y de los yatiris (sabios andinos), si tras la caída del rayo no hubo destrucción es señal de buen augurio. De ahí surgió el nombre del museo Amaruwasi, que en quechua significa “La Casa del Rayo”, al lugar también lo llamó “Cheq´atoro”. El símbolo del toro representa fuerza, y otorga dádivas de abundancia, fertilidad y riqueza para toda la vida en sus hogares.