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Cine y series

“A serbian film” revela el lado más inquietante del cine +18: pesadilla gore que no querrás ver

Está pensada para incomodar. “A serbian film” no es apta para todo público y con justa razón: aquí el sexo ensalza una narrativa de tortura sin límites morales, con un mensaje oculto. 

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"A serbian film" se estrenó en 2010 y fue presentada como la ópera prima del cineasta Srdjan Spasojevic. Foto: IMDb

Quizá cuando piensas en las películas más inquietantes del cine, la primera que te viene a la mente es ‘Saló o los 120 días de Sodoma’; no obstante, hay una película en particular que ha generado grandes comparaciones con la mencionada: ‘A Serbian Film’. A primera vista, parece tener una trama provocativa y superficial, pero en realidad es totalmente repulsiva, lo que le ha otorgado la reputación de ser tan impactante como polémica.

Afiche de "A serbian film". Foto: FilmAffinitty

¿De qué trata “A serbian film”?

“Milos, una estrella retirada del porno, lleva una vida familiar normal con su esposa María y su hijo de 6 años, Petar, en la tumultuosa Serbia, intentando llegar a fin de mes. Una repentina llamada de su antigua colega Layla lo cambiará todo”, indica la sinopsis oficial compartida por MUBI.

“A serbian film” nos acerca a la vida de Milos, una leyenda del porno que ha dejado sus días de gloria atrás: ahora es un hombre entregado a su familia. Sin embargo, su vida alejada de la industria lo tiene algo corto de fondos para satisfacer necesidades habituales, sobre todo ahora que su pequeño está cerca de asistir al colegio.

En estos momentos de austeridad, una antigua colega parece traerle buenas noticias, pues no solo conseguirá mucho dinero, sino que también le ayudará a retomar aquella carrera que tantas comodidades le ofreció.

Pero hay una cuestión que le genera cierta perspicacia: no le han dicho qué tipo de material grabará. Aun así, se encuentra con el interesado en contratarlo y la paga a cambio no es nada despreciable.

Milos es una exestrella del porno a la que ofrecen mucho dinero por grabar una violenta película. Foto: MUBI

El hombre se aventura en lo que cree, será una propuesta interesante y su salvación, sin imaginar que se está adentrando en el desquiciado juego de un inescrupuloso sujeto que, por su supuesto amor al arte, no dudará en desdibujar los límites de lo permisible.

En concreto, fue convocado para rodar videos pornográficos de tipo snuff. Es decir, que las escenas tienen un ensalce de extrema violencia, tortura sin consecuencias, además de mezclar tintes claros de cine gore. A vista del jefe, era arte, pero para Milos es una retorcida pesadilla.

Cuando intenta escapar, es muy tarde.

Las palabras del director

“A serbian film” fue dirigida por Srdjan Spasojevic, en su debut como director. El concepto de su película se materializó en lo que miles piensan que es de los más perturbadores largometrajes en la historia del séptimo arte. Si bien la idea se originó en Serbia, lo cierto es que el filmmaker confiaba que su narrativa se aplique a un contexto más amplio, mientras que el público descifra el mensaje que trató de transmitir.

“Esperaba que la gente dijera cosas malas sobre la película. Eso era inevitable porque hay muchas cosas malas en este mundo y la gente quiere protegerse de ellas. (…) No les importa la esencia de la película y su contexto. Siempre se preocupan por lo que hay en la superficie. ¿Hay violencia? ¿Hay desnudos? Es una situación muy extraña y confusa”, inició Spasojevic en entrevista con Indie Wire.

“Una de las cosas que dice la película es que no vivimos en el mundo libre. La forma en que se hizo la película también representa nuestra resistencia a lo políticamente correcto, al fascismo. Este tipo de reacciones son divertidas, interesantes, estúpidas y muy muy tristes. Es una prueba de que no somos personas libres”, agregó.

En ese sentido, el realizador afirmó que la estructura de su proyecto era, en esencia, una manera de expresarse en contra de “un mundo endulzado con lo políticamente correcto, pero también muy podrido bajo esa fachada”.

“La principal toma metafórica era tratar la vida real como si fuera pornografía. El protagonista de la película podría ser un cantante, un gerente o un panadero; acabaría igual: violado y (luego) asesinado. Por supuesto, hay una especie de nivel político y social en la película, pero no quería hacer ningún tipo de declaración política”, añadió.