Deudos de víctimas de protestas: "A este Gobierno no le interesa que las investigaciones avancen”

Los deudos de las víctimas de las protestas que se dieron en diciembre de 2022 y enero de 2023 contra Dina Boluarte y en demanda de nuevas elecciones generales, partieron hoy desde Cusco, Ayacucho, Puno y Apurímac para movilizarse el 1, 2 y 3 de mayo en busca de justicia.

Desde Juliaca, donde el 9 de enero de 2023 las fuerzas del orden asesinaron a 18 personas, salió una delegación de aproximadamente 90 personas. Antes de abordar el bus, gritaron consignas y exigieron justicia para las víctimas de las protestas. “’Puno, Puno, Puno, valiente y combativo’, fue uno de sus lemas.

Entre los familiares estaba María, la esposa de Manuel Quilla Ticona. Ella dijo que a más de un año del asesinato de su esposo, la investigación no ha avanzado y que ella, al igual que todos los deudos, necesita justicia.

“Los familiares de las víctimas y mártires del 9 de enero nos estamos dirigiendo a Lima en busca de justicia, ya que este Gobierno genocida se burló prácticamente de nosotros, nos decía que éramos terroristas, narcotraficantes. Pues ahora, en Lima, que nos diga en nuestra cara todo eso que señala. Nuestra dignidad no puede seguir siendo pisoteada. Los quechuas y aymaras no nos vamos a rendir hasta encontrar justicia. Podrán habernos matado con balas, perdigones y gases lacrimógenas, pero nuestras voces no serán acalladas”, aseguró María.

Agregó que los manifestantes ya no son solamente de Puno, sino de todo el país, teniendo en cuenta la nueva organización nacional que han conformado para esta lucha.

También dijo que la movilización de los deudos de las víctimas incluye plantones en diferentes instituciones, como el Congreso de la República y el Palacio de Justicia.

Además, se unió a la delegación altiplánica la madre de dos jóvenes que resultaron heridos en las protestas. “Mis hijos ahora están graves, no pueden trabajar ni estudiar. Hace un año están bajo mi cuidado en la casa. Por eso estoy yendo a Lima, quiero una respuesta sobre cómo van a quedar mis hijos. A uno de ellos le extrajeron una bala de la cadera, pero no está bien, tiene el cuerpo adormecido. El otro, Juan Guzmán, necesitan operación, tiene como 30 perdigones en el cuerpo, no sé cómo ayudarlo. Yo también me encuentro muy mal de salud, por tanta preocupación, por tanta tristeza”, dijo sollozando.

Mientras tanto, en Cusco, Rómulo Candia, hermano de Remo Candia, quien fue impactado por un proyectil de la Policía Nacional, dijo que los familiares se han organizado con la intención de pedir justicia por la masacre ocurrida en varias regiones, ya que al Gobierno no le interesa el avance de las investigaciones.

“Al Gobierno no le interesa que el proceso avance, quiere evadir su responsabilidad, quiere evadir la justicia. Quieren callarnos trasladando los casos a Lima, ya que así no podemos hacer seguimiento a la investigación fiscal. Eso nos indigna. La muerte de nuestros hermanos es un dolor inmenso. Muchas veces tenemos la ilusión de darles un abrazo y eso no será, solo queda en nuestra mente. Este Gobierno es indolente, hace caso omiso a nuestro dolor”, sostuvo Rómulo Candia

Dijo que su hermano Remo tenía 41 años cuando fue asesinado entre las calles La Paz y 28 de Julio, de la Ciudad Imperial. Una bala de 9 milímetros ingresó por el brazo al tórax y se alojó en los riñones. Sucedió el 11 de enero de 2023 a las 2 p. m.; luego de horas de agonía falleció ese mismo día en el hospital Antonio Lorena.

“La muerte de mi hermano aceleró la enfermedad cardiaca de mi madre. Hace una semana ha sido intervenida quirúrgicamente en el hospital Dos de Mayo de Lima. Yo me pregunto, ¿qué hubieran hecho si mataban a un hijo de Dina Boluarte? Seguro usaban al Ejército en busca de los criminales, pero nosotros somos hijos del pueblo y no tenemos ese alcance. Estos crímenes no deben quedar impunes, la vida ha sido quitada por delincuentes que se encuentran en el poder. Para mí no son autoridades, las autoridades respetan, ellos no”, objetó Rómulo Candia.

Por su parte, Juan Flores, hermano de Rosalino Flores, otra de las víctimas cusqueñas, dijo que un grupo de sus familiares llegará a Lima.

“Tenemos que buscar justicia, la misma Policía Nacional trata de ocultar al asesino de mi hermano Rosalino. El PNP Joe Erick Torres Lobón ya ha sido identificado y tiene mandato de prisión preventiva, pero hasta el momento la policía no lo captura, protege al presunto asesino. Si lo capturan, hablaría de los altos mandos que ordenaron a matar a mi hermano”, señaló Juan Flores.

Mencionó que a Rosalino Flores, de 21 años, le dispararon perdigones de plomo el 11 de enero de 2023 en la avenida 28 de Julio, en Cusco, a corta distancia. Falleció después de 70 días en el hospital Loayza de Lima.

Desde Ayacucho, Ruth Bárcena informó que la delegación llegará a Lima el 1 de mayo y se unirá a las representaciones de las regiones que fueron las más reprimidas por las fuerzas del orden.

La esposa de Leonardo David Hancco Chacca, caído por disparo del Ejército el jueves 15 de diciembre de 2022 a las 2 p. m. en Ayacucho, señaló que la marcha en Lima es para exigir que se aceleren las investigaciones de todos los casos.

“En Ayacucho hubo un buen avance, pero en otras regiones no. Necesitamos que la investigación avance equitativamente en todas las regiones donde fueron asesinados nuestros compatriotas”, demandó Ruth Bárcena.

Agregó que en su región esperan el informe de la fiscalía sobre la evolución de las pesquisas, el cual se debe entregar en junio al vencerse el plazo de ampliación solicitado por los representantes del Ministerio Público.

Apurímac también estará presente. Los deudos de las 8 víctimas de la represión policial (7 en Andahuaylas y 1 en Chincheros) ya están camino a Lima en un viaje que les demandará 17 horas.

“No hay resultados en las investigaciones ni posibilidad de sanción para los culpables. Es la razón por la que nuevamente nos volvemos a organizar, no hay otra alternativa”, afirmó Eugenio Allcca, familiar de Víctor Rojas Alarcón, quien resultó herido en la protesta y ha quedado parapléjico.