Fuentes del Proyecto Legado ‘no sabían’ que socia de Oscorima ganó contrato
BAJO SOSPECHA. La Fiscalía ha iniciado la indagación del proceso de selección que adjudicó un proyecto de S/24,9 millones al Consorcio Bicentenario I, cuya representante, Esperanza Rojas Gutiérrez, financió la campaña electoral del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.
Fuentes del Proyecto Especial Legado afirman que desconocían que la representante del Consorcio Bicentenario I, Esperanza Rojas Gutiérrez, es socia política y amiga íntima del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez.
La entidad tampoco sabía que durante la primera y segunda gestión de Oscorima como gobernador de Ayacucho, la empresa de Esperanza Rojas, Dyacons, ganó contratos por S/51,6 millones. Mucho menos estaban al tanto de que Esperanza Rojas es la fundadora, líder y financista de Wari Llaqta, el partido que postuló al tercer mandato de Wilfredo Oscorima como gobernador regional de Ayacucho. Oscorima gestionó ante la presidenta Boluarte la ejecución de los proyectos de infraestructura que requiere Ayacucho para los Juegos Bolivarianos 1. El Proyecto Especial Legado depende de la Presidencia del Consejo de Ministros. La Fiscalía de la Nación investiga a Boluarte por el presunto préstamo de relojes que le hizo Oscorima.
“El Comité de Selección (del Proyecto especial Legado) no evalúa bajo estos criterios. En cuanto a lo informado (los antecedentes de Esperanza Rojas), es algo que no forma parte de la información que maneja Legado de acuerdo con la finalidad pública que debe de cumplir”, explicaron las fuentes de la entidad.
“El Comité de Selección solo evalúa los criterios que la Ley de Contrataciones del Estado dispone, y confía en que los órganos de control estatal que garantizan la idoneidad de los postores mediante el Registro Nacional de Proveedores (RNP)”, indicaron.
Las fuentes de Legado también respondieron que no contaban con información sobre los integrantes del Consorcio Bicentenario I, como Félix Cabrera Gutiérrez, quien también contrató con el Gobierno Regional de Ayacucho durante la gestión de Oscorima, al igual que Esperanza Rojas.
“Se desconoce con qué entidades han trabajado los postores hasta la presentación de su experiencia, la cual no determina si se excluye a algún postor, para ello basta con que esté habilitado por el Registro Nacional de Proveedores (RNP) para obras y está expedito para contratar con cualquier entidad del estado a nivel nacional”, indicaron. Claro, pero bastaba buscar por internet quién es Esperanza Rojas Gutiérrez para descubrir su estrecha vinculación con Wilfredo Oscorima, el promotor del proyecto de construcción del comedor para los deportistas de los Juegos Bolivarianos, en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
Empataron 5 consorcios, quedando primera Esperanza Rojas, quien finalmente ganó.
Como informó La República, el Proyecto Especial Legado comunicó que la adjudicación a favor del Consorcio Bicentenario I, que representa Esperanza Rojas, fue determinada por mecanismos del Organismo Supervisor de Adjudicaciones y Contrataciones del Estado (OSCE). Pero esta entidad lo negó. Señaló que fue decisión de Legado.
Las fuentes consultadas explicaron que cuando el Comité de Selección de Legado concluyó que se produjo un empate entre 5 postores, por lo que recurrieron al “sorteo electrónico”, que ubicó en primer lugar al Consorcio Bicentenario I, que representa la socia política de Oscorima. Seguidamente, evaluaron la propuesta del mencionado consorcio, y concluyeron que cumplía con todo. Y así le adjudicaron la obra.
“Al cumplir con los requisitos que evalúa el Comité de Selección, se adjudica prioritariamente el que queda en primer lugar (Consorcio Bicentenario I). En caso de que este no cumpla, se procede a otorgar al segundo lugar y así sucesivamente”, explicaron las fuentes. Para el Comité de Selección de Legado, el Consorcio Bicentenario I cumplía con todo.
“El Comité de Selección no tiene facultad de discriminar y otorgar a su libre albedrío (la buena pro): debe priorizar de acuerdo con el orden de prelación que determinó el Seace, hacer lo contrario iría en contra de la normativa de contrataciones”, explicaron las fuentes.
En otras palabras, Legado, prácticamente, debía conceder la buena pro a la empresa que surgió del “sorteo electrónico” del Seace. No tenía otra opción.
Pero fuentes del OSCE desmienten haber tenido algún tipo de relación con la decisión del Proyecto Especial Legado.
“Es falso que el OSCE dispone las adjudicaciones. Esas es una decisión exclusiva de las entidades, en este caso, el Proyecto Especial Legado. El sistema Seace no les dice a las entidades públicas a qué empresa otorgarle la buena pro. Son los servidores de cada organismo los que evalúan y adjudican”, indicaron las fuentes de OSCE.
La Fiscalía inició una indagación de este caso. El peloteo entre el OSCE y el Proyecto Especial Legado es un indicativo de la existencia de una controversia que beneficia a Esperanza Rojas, la socia política de Oscorima, el amigo de la presidenta Boluarte.
