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Piensa que tiene un simple sarpullido, pero en el hospital descubren gusanos debajo de su piel

Los parásitos proliferaron en el cuerpo del hombre de 64 años procedente de España, incluso podían verlos moviéndose en su piel.

Un hombre descubrió que tenía gusanos que se movían debajo de su piel. Foto: The New England Journal of Medicine/Infofueguina/referencial
Un hombre descubrió que tenía gusanos que se movían debajo de su piel. Foto: The New England Journal of Medicine/Infofueguina/referencial

Un hombre de 64 años, procedente de España, jamás pensó que un sarpullido con picazón, seguido de diarrea leve, serían síntomas de strongyloides stercoralis, un parásito que habita en regiones tropicales del mundo. “Las larvas filariformes en suelo contaminado penetran la piel humana cuando la piel entra en contacto con el suelo y migran al intestino delgado”, explica Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Aún no está claro cómo se infectó, pero los médicos señalan que el hombre “trabajó en la gestión de aguas residuales y vivió toda su vida en una región urbana de España”.

Es potencialmente mortal

La CDC explica que estos parásitos se aparean, producen huevos “y eventualmente se convierten en larvas filariformes infecciosas”. Estas larvas “penetran en la piel del huésped humano para iniciar el ciclo parasitario”.

“(Posteriormente), estas larvas migran a través del torrente sanguíneo a los pulmones, donde finalmente son tosidas y tragadas; o llegan al intestino, a través de la migración, a través del tejido conectivo o las vísceras abdominales (imagen). En el intestino delgado, las larvas mudan dos veces y se convierten en gusanos hembra adultos. Las hembras parásitas se incrustan en la submucosa del intestino delgado (imagen) y producen huevos por partenogénesis (no existen machos parásitos/imagen)”, explica la agencia de salud de Estados Unidos.

Los casos no tratados provocan infección persistente, incluso después de muchas décadas de residencia en un área no endémica “y pueden contribuir al desarrollo del síndrome de hiperinfección”.

El hombre había sido sometido a una terapia hormonal para la compresión maligna de la médula espinal; sin embargo, esto tuvo un efecto contrario, ya que suprimió su sistema inmunológico y los parásitos proliferaron, señala New York Post.

El paciente tuvo una hiperinfección —condición que es mortal porque se podría desencadenar sepsis y falla orgánica— y, según informes, las larvas se empezaron a retorcer debajo de su piel.

Los médicos le recetaron fuertes medicamentos antiparasitarios. “Después del tratamiento con ivermectina oral, el sarpullido y la diarrea del paciente desaparecieron”, informó el portavoz del hospital.

Soy periodista. Bachiller por la universidad Jaime Bausate y Meza. Interesado en la fotografía, periodismo narrativo, literatura y temas internacionales. Estudié escritura creativa, marketing y temas migratorios. Ahora en Mundo.