Un partido lleno de intrigas. Lideresa de Fuerza Popular sometió a ex procuradora a escuchar críticas de sus colegas parlamentarios, las cuales se convirtieron en insultos. Le exigió pedir disculpas a sus compañeros, pero Vilcatoma prefirió salir de la reunión. Ayer formalizó su renuncia.,Fuerza Popular no iba a aceptar la renuncia de la congresista Yeni Vilcatoma sin que antes ella sea juzgada por sus actos. Así lo decidieron Keiko Fujimori y sus asesores de confianza Ana Herz de Vega y Pier Figari. Es así que estratégicamente convocaron a la reunión, realizada el último viernes en la Hacienda de Monterrico, en La Molina. PUEDES VER: En Madre de Dios cuestionan sentencia de la sala Villa Stein Todo estaba listo. Vilcatoma acudiría a la cita para intentar conversar con Fujimori e insistir en que el proceso disciplinario en su contra sea anulado. Pero lo que le esperaba era todo lo contrario. Su suerte estaba echada. Keiko ya había decidido continuar el proceso y suspender a la legisladora que días antes había hecho públicos los enfrentamientos internos con sus pares Héctor Becerril, Úrsula Letona y Miguel Ángel Torres, este último abogado de la familia Fujimori Higuchi. La sentencia estaba lista. Una suspensión alejaría temporalmente a la ex procuradora, pero el fujimorismo seguiría manteniendo entre sus filas a su abanderada anticorrupción. Keiko, además, daba un claro ejemplo de poder para los congresistas que decidieran confrontarla. Sin embargo, el día culminaría con la renuncia de Vilcatoma a través de un medio de comunicación, la cual fue recién formalizada ayer. El juicio popular El llanto y el rostro desencajado de la ex abogada del Estado a su salida del cónclave fujimorista tienen una explicación. Sus colegas parlamentarios se encargaron de lapidarla calificándola de “mentirosa” e incluso de “loca”. En un ambiente donde ella enfrentaba a 67 congresistas, Vilcatoma expuso durante hora y media los motivos por los cuales denunció a Becerril y acusó a Letona de “petardear” su proyecto de ley sobre la Procuraduría Autónoma. En tanto, Keiko Fujimori fungía de juez dando las directivas de cómo debía ser la reunión y en qué momento debían. Es así que culminada la intervención de Vilcatoma, la lideresa de Fuerza Popular cedió la palabra a cinco legisladores, quienes acusaban a la ex procuradora de agresión verbal: Héctor Becerril, Úrsula Letona, Miguel Ángel Torres, Osías Ramírez y Lucio Ávila. Este último aseguró que Vilcatoma lo había echado de la Comisión de Fiscalización porque este le manifestó, como Becerril, que no tenía tiempo para asistir a dos sesiones en un día. Pero en medio del contundente grupo de colegas que ya le había puesto la cruz a Vilcatoma, los legisladores Paloma Noceda y Juan Carlos Gonzales intervendrían para asegurar que los errores provinieron de ambas partes. “La señora Vilcatoma nunca dijo que renunciaría”, habría manifestado Noceda. Sin embargo, había que continuar con lo ya establecido. Keiko sometió a votación abrir el proceso disciplinario a la ex procuradora. Con excepción de Juan Carlos Gonzales, Dalmiro Palomino y Estelita Bustos, todos votaron a favor. Keiko invitó a Vilcatoma a someterse al Comité Disciplinario de Fuerza Popular, creado ese mismo día, pero la abogada se negó y pidió conversar en privado con ella. Según fuentes allegadas al fujimorismo, la ex candidata presidencial pidió a Vilcatoma presentar disculpas a sus colegas. Ella se negó y le reclamó por el documento que firmó para abrirle el proceso disciplinario. Le dijo que lo consideraba un error pues denotaba un distanciamiento entre ambas, ese que al final se hizo definitivo. Lío entre Letona y Vilcatoma no fue repentino El enfrentamiento entre Yeni Vilcatoma y Úrsula Letona venía desde la campaña presidencial. Fuentes allegadas a Fuerza Popular informaron que el primer desencuentro entre ambas se dio cuando la ex procuradora le reclamó por haber minimizado su proyecto sobre procuradurías en el plan de gobierno de Keiko Fujimori. Letona, encargada de elaborar el documento que cuenta con 70 páginas, se limitó a colocar apenas una línea del denominado proyecto bandera del fujimorismo para la lucha contra la corrupción. Más allá de los dichos de campaña, Letona siempre contó con el apoyo de Keiko Fujimori.