Denisse Dibós critica al Estado por poco apoyo al arte: "Para ellos la cultura no vale"

Denisse Dibós, actriz y directora de la Asociación Cultural Preludio, vuelve a apostar por el talento nacional, y esta vez con su nueva obra teatral “Nací para quererte”, que cuenta con un elenco de lujo, tales como Paul Martin, Cielo Torres, Sandra Muente y Miguel Álvarez. En conversación con La República, la reconocida artista peruana manifestó su emoción por este proyecto, pero también se refirió a la falta de apoyo de las grandes empresas y el Estado en estas obras. Además, recordó su lucha contra el cáncer y la llegada de su primera y única hija a sus 43 años.

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—¿Cómo inició este proyecto llamado "Nací para quererte"?

—Yo misma lo tuve que crear. Sabes que Preludio (Asociación Cultural) se caracteriza por hacer musicales al estilo de Broadway y desde el 2016 estamos en esta búsqueda de acercar los musicales a nuestra propia historia, a nuestra propia relevancia, ¿no? Yo ya tenía ideas claras de hacer un musical sobre un autor en particular, quería de alguna manera atrapar diferentes momentos de la historia del país con diferentes escenarios sociales, políticos, culturales, etcétera, en diferentes décadas y también en las tres regiones de nuestro país. Entonces, así fue como llamé a Mateo Chiarella, a quien le tengo mucha confianza, y nos entregó este guion.

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—¿De qué trata “Nací para quererte”?

—Habla de tres historias distintas en diferentes décadas de la costa, sierra y selva. La costa está situada en una hacienda imaginaria llamada El Gallo verde en los años 60. Luego, tienes en la sierra un pueblo también imaginario llamado Curizonco, inspirado en la época de los años 80, en la época del terrorismo; y, luego, tenemos la selva, en la que abarca la explotación de nuestros recursos en los inicios del 2000. Mateo ha desarrollado estas historias de una manera maravillosa, donde hay verdad; y mi deseo siempre fue tener música peruana para acercarnos más rápido a la gente con el arreglo musical de César Vega.

—Ya las entradas salieron en preventa…

—Luego de unas cuatro funciones de preestreno —con las que quiero acercar a la mayor cantidad de gente posible—, empezamos con el estreno oficial, que es un avant premiere en beneficio de Yupi, que es una ONG de jóvenes muy generosos que están poniendo todo su esfuerzo en ayudar a la gente de Piura que está sufriendo durísimo por todos estos temas climáticos, y nos complace también poder dar la mano a peruanos que están pasándola tan mal.

­—“Nací para quererte” cuenta con un elenco de lujo como Paul Martin, Sandra Muente, Cielo Torres. ¿Cómo fue trabajar con ellos nuevamente?

—Paul Martin es quien encabeza todo, el que mueve los hilos de todas estas personas que terminan cayendo en esta seducción del poder, pero que finalmente se dan cuenta también de lo que pasa, porque la idea es que nos quitemos esas máscaras. Está Sandra Muente, que tiene un personaje maravilloso de la sierra. Está Cielo Torres en el conjunto con Alejandro Villa Gómez, Hugo Salazar, están en la historia de la de costa. Luego tenemos a Miguel Álvarez en la selva (...). Un elenco maravilloso. También contamos con Alfredo Valente y Mónica Dueñas como primeras voces de este musical, y claro, Raúl Romero, un bailarín de toda la vida que encabeza a este grupo de bailarines y actores.

—Cumpliste 56 años y cuentas con una carrera brillante. ¿Crees que has cumplido todo lo que te has propuesto o consideras que aún hay metas por cumplir?

—¡No! Trabajar en temas culturales es algo muy difícil y casi heroico, que es lo que hacemos en Preludio hace 26 años. Y sí, me siento obviamente contenta, satisfecha con todo lo que hemos podido hacer, pero todavía hay mucho por hacer; y lo que sigo soñando es que en algún momento tanto el Gobierno, o sea, el Estado, como las empresas apuesten más por la cultura y apuesten más económicamente también. Todo esto es esfuerzo particular, somos solo nosotros. Las empresas cada vez más se desvinculan diciendo: “Ay, no tengo presupuesto”. Para ellos, la cultura no vale, y es triste ver eso en un país donde siento que más educación y cultura necesitamos. Aún tengo la esperanza que las cosas puedan cambiar. Trabajamos con la nuestra, pero sí se necesitan recursos.

—Pese a los obstáculos, Preludio ha tenido funciones exitosas. ¿Cuál consideras que ha sido el secreto detrás del éxito?

—Yo creo que es porque justamente dejamos la camiseta sudada todos acá. Por ejemplo, si nos entra un auspicio, se va completo a la obra, no queda en mi bolsillo ni en el de nadie. Uno, porque somos transparentes en nuestro trabajo, no jugamos con la plata de nadie; y, por otro lado, es la entrega de cada uno de los artistas. Hay rigurosidad en la gente que trabaja con nosotros, porque yo no voy a contratar a nadie que no esté dispuesto a sacarse la mugre.

—Hace poco te vimos trabajando en “Maricucha”, ¿cómo fue la experiencia de trabajar ahí?

—Ay, fue muy simpático. Eso fue para mí como un pequeño regalo. “Maricucha” es una serie superexitosa que ha llegado a muchos hogares del Perú. Me produjeron un personaje, como siempre, de la pituca —ríe—. Yo ya lo tomo como lo que es, y me divierto y doy lo mejor de mí. Entonces, fue superdivertido, ha sido un papel ligero, pero ha sido superbacán poder estar en la tele en una serie tan exitosa.

—Michelle Alexander ha sido criticada no solo por televidentes, sino por presentadores de TV por contactar a personajes mediáticos que no saben de actuación a incluirse en sus teleseries. ¿Qué piensas de ello?

—Ese es un tema delicado. Creo que tienes que estar en los zapatos de un productor o de un director para realmente entender. Si alguien toma una decisión así, de poner a una persona mediática en una serie, tiene sus motivos, ¿no? Y, efectivamente, uno puede decir: “Ay, pero no actúa muy bien”; pero te aseguro que de repente tiene otros pros, que, de no tener a esa persona mediática, la serie no llegaría tantas personas y, de esa manera, no podrían seguir contratando (...). Yo creo que alguien como Michelle Alexander, que es una capa, que conoce su negocio, si lo hace, es por algo. Es mi opinión.

—No solo eres admirada por tu gran trayectoria, sino también por tu lucha contra el cáncer de mama. ¿Cómo fue el proceso de vencer este mal que aqueja a muchas mujeres en todo el mundo?

—Fue un poco terrible, porque de siete mujeres en mi familia, tres hemos tenido cáncer. Cuando me lo dijeron, como que no lo creía, estuve en negación un tiempo, pero cuando ya vino la operación y terapias, fue fuerte; pero, gracias a Dios, uno se apoya también en sus seres más queridos. He tenido el apoyo de mi familia (consanguínea) y de mi familia de Preludio. Mi madre que daba esa fuerza que necesitaba y Paloma, mi hija, también (...). Fueron meses bien duros, pero, a Dios gracias, ya cumplí cinco años libre de cáncer y no va a regresar. Bueno, todavía tengo que tomar una pastilla cinco años más, la cual es como una quimioterapia oral, y, si se toma más tiempo, hay menos posibilidad de que el cáncer regrese.

—También te convertiste en madre a los 43 años y lo definiste como “un regalo de Dios”. ¿Cómo recuerdas esta etapa de embarazo?

—43 años, pues, yo pensé que ya no iba a poder tener hijos. En realidad, no es que no iba a poder tener hijos, nunca había intentado. O sea, yo no tenía ningún problema de fertilidad, sino que estaba enfocada en mi trabajo. Un día a los 40 años me levanto y digo: “Uy, no me ha casado, no he tenido hijos, se me pasó el tren”. Al poco tiempo, conocí al padre de mi hija y nos embarcamos en esta aventura. Él ya tenía tres hijos, por eso que él no estaba seguro de querer tener otra hija; pero vino Paloma y fue increíble, fue maravilloso. Entonces, sí es un regalo para cualquier mujer a los 43 años, que siempre has querido ser madre y que de pronto tengas un hijo: es un regalo.