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OTCA, por Carlos Cornejo

“El Perú puede valerse de la OTCA para desarrollar aspectos del cuidado del bosque que podrían llevarnos a liderar u ocupar un lugar interesante en ese organismo...”.

Con toda la discusión relacionada con la constitucionalidad del viaje a Brasil de la presidenta Dina Boluarte y los aspectos jurídicos de su salida del país, olvidamos la discusión sobre lo que creo era más importante debatir: la Amazonía y la defensa —en todos los foros posibles— de la importancia de sostener el bosque tropical en pie.

Es por esa razón, entre otras, que nació la OTCA: la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica es un acuerdo internacional suscrito, inicialmente, por los países que albergan la cuenca del Amazonas: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Se fundó en 1978 y con el tiempo el acuerdo fue sujeto a cambios. Durante años perdió impulso, pero las economías ilegales que impactan negativamente en el ecosistema amazónico, junto con el cambio climático, le volvieron a dar presencia como espacio de cooperación e integración regional en temas relacionados con la conservación y el desarrollo sostenible de la Amazonía.

Es una plataforma de diálogo y colaboración entre los países amazónicos, aunque, al día de hoy, puede ostentar muy pocos logros regionales desde su creación. Dependerá de los liderazgos propios de cada país, los que finalmente le den a este proceso integrador la velocidad que requiere.

Por su peso regional, el liderazgo que puede mover la rueda de este tratado amazónico está ligado a quién gobierne Brasil y su posición respecto al bosque. Bolsonaro significó un ominoso pacto de las economías ilegales con la Amazonía. El conservador casi entregó a los madereros, de toda laya, según los datos de hectáreas deforestadas en su gobierno, el bosque maderable. Ahora, la llegada de Lula al poder en Brasil puede asegurar una mayor preocupación por el ecosistema amazónico y, con ello, el empuje que la OTCA precisa.

En ese sentido, por su volumen de tierras amazónicas en su territorio, el Perú puede valerse de la OTCA para desarrollar aspectos del cuidado del bosque que podrían llevarnos a liderar u ocupar un lugar interesante en ese organismo.

Podríamos comprarnos el pleito respecto a la promoción de esfuerzos conjuntos para la protección y conservación de la biodiversidad amazónica creando áreas protegidas, corredores ecológicos y promocionando prácticas sostenibles en el uso de recursos naturales.

Podríamos trabajar, en el marco de la OTCA y con el apoyo de la misma, en la promoción de prácticas de manejo sostenible de los recursos naturales en la región. Podríamos, también, incentivar la investigación científica para comprender mejor la ecología de la Amazonía y los impactos del cambio climático y la deforestación. Y lo más importante, trabajar para salvaguardar los derechos y el bienestar de las comunidades indígenas que habitan el bosque.

Hay que mover la OTCA, darle su espacio y reconocerla. ¿Qué Gobierno se anima?

Carlos Cornejo

Cuerpo a tierra

Comunicador por la UL. Hace 22 años que conduce y produce en radio y Tv. Cursó la Maestría en Ciencia Política en la PUCP. Ha dirigido el Área de Asuntos Públicos del IDEHPUCP. Enseñó periodismo en la UPC y fue corresponsal de Radio Nederland de Holanda. Actualmente conduce “El Informativo” en Radio Nacional.