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Santiago Pedraglio: “El fujimorismo quiere ser oposición al interior del oficialismo"

"La oposición en el Congreso es minoritaria. Hoy diría que prácticamente todos allí —no sé si de acá a unas semanas eso cambie— parecen gobiernistas”, resalta el analista.

Burocracia. El analista lamenta que la administración pública pierda calidad. Para él, sectores como Educación y Cultura hablan de la inexistencia de un proyecto.  Foto: La República
Burocracia. El analista lamenta que la administración pública pierda calidad. Para él, sectores como Educación y Cultura hablan de la inexistencia de un proyecto. Foto: La República

Los días en los que mecanismos parlamentarios de control político eran usados con frecuencia son cosa del pasado. Apenas hay citaciones a ministros y el procedimiento de interpelación se emplea cada vez menos. Lo que hay, en cambio, entre el Ejecutivo y el Parlamento es una convivencia en la que la palabra oposición languidece. Le preguntamos al sociólogo Santiago Pedraglio dónde está hoy la oposición al Gobierno de Dina Boluarte y quién lo representa. Estas son sus respuestas.

La teoría del péndulo dice que las elecciones las gana el grupo opositor al Gobierno que está vigente. En este caso, ¿quién es la oposición a Dina Boluarte?

Es una buena pregunta. Oposición política activa, visible, casi no existe. Y no es que no haya oposición de algunos grupos políticos, pero su actividad pública es muy débil, con muy poca visibilidad. Porque la oposición se da principalmente en el Parlamento, pero ahora la oposición en el Congreso también es muy pequeña, claramente minoritaria. Hoy diría que prácticamente todos allí —no sé si de acá a unas semanas eso cambie— parecen gobiernistas. O sea, todos son oficialistas, de alguna manera, porque todos apoyan y avalan a este Gobierno. Lo que sí hay es la oposición de las encuestas. La desaprobación que tiene la señora Boluarte en la población es impresionante, más en regiones que en Lima. Entonces, yo creo que ahí sí hay una resistencia, lo sorprendente es que no haya fuerza política interesada en representar esa oposición.

¿No la hay?

Por lo menos que articule parcialmente este rechazo, no vamos a pretender que articule todo, no, no hay. Y desde que yo tengo recuerdo, realmente eso es inédito. Cualquier persona o grupo que quiera apostar a hacer oposición tiene que buscar ese espacio, pero creo que hoy hay una enorme distancia entre las redes de los que quieren ser o pretenden ser oposición y los sectores de opinión o sectores ciudadanos.

Hablábamos de la teoría del péndulo, de que la oposición siempre gana a la siguiente elección. ¿Esto se cumple en el Perú?

A ver, en algunos casos sí, pero no sé si el péndulo. Lo que podríamos decir es que no ha habido fuerza política que ha podido repetir.

Después de Fujimori creo que nadie ha repetido.

Nadie. Con todos los cuestionamientos del caso, él repitió en el 95. Y al margen de los cuestionamientos de los que yo también participé, la votación que obtuvo Fujimori en ese año fue muy alta. Hay una diferencia sustantiva ahí. Podemos revisar otro caso: el ejemplo chileno, cuando gana la Concertación después del régimen de Pinochet. La Concertación gana primero con Patricio Aylwin, después con Eduardo Frei, después con Ricardo Lagos, después con Michelle Bachelet. Gana cuatro veces seguidas, recién en la quinta la gana Piñera. O sea, hay un grado de institucionalidad que acá no tenemos, a pesar de la crisis por la que puede estar pasando Chile.

 Así como los representantes elegidos tienen pocas lealtades, los que los han elegido, como respuesta, no tienen grandes lealtades con ellos. Foto: Archivo

Así como los representantes elegidos tienen pocas lealtades, los que los han elegido, como respuesta, no tienen grandes lealtades con ellos. Foto: Archivo

Además de que tienen capacidad de desprendimiento. Para un solo proyecto, como la Concertación, me ha mencionado candidatos distintos para cada elección.

Totalmente de acuerdo, ese es un punto clave. Tú podías perder, pero no te ibas. Aylwin era de la Democracia Cristiana, Frei también, Lagos venía del Partido Socialista, igual que Michelle Bachelet.

Ahora, si uno lo piensa, tiene su complejidad determinar quién es oposición a Dina Boluarte porque ella es un personaje contradictorio. Llegó al gobierno en la plancha de un proyecto de izquierda y ya en la presidencia es aupada por grupos conservadores.

Ella ha dado una vuelta completa y también los grupos que la apoyan. Si nos ponemos a pensar lo que es Perú Libre, primero era un sustento de Castillo, con todas las diferencias que tenían, ¿y ahora qué es? Tenían diferencias con Dina Boluarte, pero ahora también son un sustento de su Gobierno. Pasa lo mismo con el fujimorismo y pasa lo mismo con Renovación Popular y Avanza País, y también con las otras agrupaciones. Ha habido como enroques múltiples porque ella pasó a ser una cosa diferente de lo que era.

¿El fujimorismo puede llegar a ser oposición?

Yo creo que sí. Y me parece un primer paso muy importante cómo se va a defi nir la próxima Mesa Directiva del Congreso. Tengo la impresión de que el fujimorismo ha dado señales de que quiere ser inicialmente como una oposición al interior del ofi cialismo. Es un primer paso. Una buena manera de verlo son estas declaraciones que ha tenido Keiko Fujimori. Hoy el fujimorismo es una de las fuerzas que tiene más capacidad de manejo, de movilidad política, y tiene más riesgo de perder base social, base electoral para ser más exacto. Entonces, si electoralmente quiere defender su fuerza electoral, tiene que...

Desmarcarse del Gobierno.

Sí. No puede aparecer permanentemente a su lado, eso sería hacer un desgaste y alguien podría ocupar su sitio.

Si la idea común es que a la oposición al régimen vigente le va mejor en unas elecciones, ¿por qué los grupos que se sienten opositores quieren capturar el JNE o ponerle reglas de comportamiento político a su presidente? ¿Tan poco creen en sus candidatos?

Eso no me parece contradictorio porque creo que la captura del JNE y de la ONPE también les puede resultar clave para tener una influencia decisiva en esas elecciones. Mira, en este momento en el Congreso se ha inhabilitado políticamente a varios, han inhabilitado a la fiscal, han inhabilitado antes a Vizcarra y esta era una práctica que era bastante inusual en la política peruana. Entonces, imagínate que en plena carrera electoral se encuentran errores a determinados candidatos que ya están inscritos, los van a sacar del juego sin pensarlo. Lo que quiero decirte es que teniendo una influencia muy grande sobre el JNE y sobre la ONPE hay un riesgo de intromisión en el conjunto del proceso electoral, no solo en los resultados electorales.

Una cosa interesante de la última elección, la del 2021, es que actualmente los candidatos no convocan grandes adherencias. Castillo pasó con 19% a la segunda vuelta y Fujimori con 14%. ¿A qué se debe?

Date cuenta de que esa elección fue de una dispersión tremenda del voto. Después de los punteros vino, si no me equivoco, López Aliaga, Hernando de Soto, Lescano, Verónika Mendoza y también estuvo César Acuña. Fue una dispersión muy fuerte, muy grande. Así como los representantes elegidos tienen pocas lealtades, los que los han elegido, como respuesta, no tienen grandes lealtades con ellos.

Tenemos electores infieles.

Es que también están cansados. También hay un sentimiento de cansancio, un sentimiento de agotamiento.

Quizá por la pandemia...

Lógico. Y eso no está pasando solo en el Perú. Justamente esta semana estaba viendo los resultados en Guatemala. Sé que somos países muy distintos, pero, bueno, los dos candidatos que pasan a la segunda vuelta tampoco llegan al 20%. En Bolivia, antes del fenómeno Morales, también las votaciones eran muy dispersas. Y también estaban expresando una volatilidad del electorado. Yo creo que es volátil no porque un día vota por derecha y al otro por izquierda, no lo veo tanto así. Van cambiando porque la gente también tiene criterio propio, tiene más criterio propio de lo que uno le otorga. Y llega un momento determinado en que se aburren pues. Si les han prometido algo y no lo cumplen, sienten que ya no los representan.

Hemos hablado alrededor de cómo el Congreso quiere intervenir el JNE, la ONPE, ha intervenido la reforma universitaria, incluso los procesos de colaboración eficaz; y usted se preguntaba en su última columna en El Comercio qué va a quedar del aparato del Estado para el 2026 con tanta modificación. Le hago la pregunta a usted, ¿qué va a quedar?

Esa es una cosa tremenda. Por supuesto va a quedar la democracia, va a quedar el Estado de derecho, pero la aspiración de un Estado moderno pasa por tener una buena burocracia, una buena administración, o por lo menos regular. Por lo menos buena en algunos sitios, regular en otros y quizá mal en otros pocos, pero que en conjunto sustenten una vida gubernamental, una gestión, porque no todo lo hacen los gobernantes elegidos. Ellos son una parte, pero hay toda una estructura que es más de carrera. A mí me parece que, con las diferencias o discrepancias que personalmente puedo tener, en el MEF y el BCR hay una estructura administrativa que se preserva. Pero es lamentable lo que sucede en Cultura, en Educación.

O en Migraciones.

En el caso de Migraciones, eso viene de atrás. Que sacar un pasaporte demore tanto tiempo es una señal de deterioro. Que el manejo de la ciudad, que el manejo del tránsito, sea tan precario demuestra que no hay gestión, no hay proyecto. Y el último manejo presupuestal que está habiendo en Bellas Artes, a mí me parece tremendo. Me parece que le han bajado de 15 millones, que tampoco era muy alto, a 5 millones. Que un país como el Perú no valore sus aspectos culturales, que es uno de sus principales activos, de sus principales capitales, es muy significativo, va contra nuestras identidades básicas.

Periodista formado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es editor y reportero del suplemento Domingo de La República. También ha publicado en el diario El Tiempo de Colombia y La Tercera de Chile. Fue reportero de la sección política de este diario. Tiene un blog sobre fantasía (cuervosobrepalas.wordpress.com) y otro en el que comenta su trabajo periodístico (cambiodetitulares.wordpress.com)