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El Perú político en stop motion

La microserie animada ‘Un país llamado Puré’, una sátira de nuestra política, se ha convertido en viral en redes sociales en solo un mes. Su autor, Valentín Falconí, nos habla aquí de su proceso creativo. 

ARTISTA. Valentín en su estudio, con un personaje de banda presidencial y tentáculos. Arriba, una fiscal que no quiere dejar el cargo.
ARTISTA. Valentín en su estudio, con un personaje de banda presidencial y tentáculos. Arriba, una fiscal que no quiere dejar el cargo.

Una escena en la que la presidenta Dina y la fiscal Patricia se enfrentan con frases sacadas de un audio de telenovela y luego se van a las manos propinándose sendas cachetadas constituye el primer capítulo de la microserie animada Un país llamado Puré, creada por Valentín Falconí, un artista de la animación y comunicador audiovisual que siempre ha estado interesado en la coyuntura de nuestro país. Su mirada parece juguetona, pero hay mucho sarcasmo en ella.

Este proyecto, personal y realizado en stop motion (una técnica en que los personajes son creados físicamente y luego se les filma cuadro por cuadro en distintas posiciones para simular el movimiento), apareció hace poco más de un mes en el Instagram y TikTok de su autor, y tuvo un éxito inmediato. Se ha convertido en viral y ya va por su tercera entrega. Cada capítulo es breve: dura unos 15 segundos. Es una viñeta con personajes ficticios sobre lo que pasa en nuestro país.

“Ya le venía dando vueltas a la idea de hacer contenido satírico político, a raíz de lo que sucedió entre la exfiscal y la presidenta. Paraba viendo las noticias. Y justo apareció un meme, un audio de la novela ‘Pecados ajenos’. Lo vi en la página Ronderos del Universo. Y usando ese audio de dos mujeres enfrentándose, vino el video de Dina y Patricia”, cuenta Valentín. La segunda y la tercera entrega también tienen a ambas como protagonistas (junto a unos pokemones) siempre usando audios ya existentes a los que convierte en una historia visual.

Valentín es de Tacna, tiene su estudio allá y trabaja solo. Él mismo esculpe los personajes en plastilina, crea un escenario y luego filma. Cada segundo de la microserie Un país llamado Puré está formado por 12 fotografías que Valentín Falconí va tomando mientras mueve a los personajes para simular el movimiento. Es un trabajo puntilloso: para el movimiento de ojos les pone párpados y luego los quita. Para hacer hablar a sus creaciones, hace bocas con varias expresiones y las pone y saca según las palabras del audio. En total, cada capítulo de 15 segundos le toma unas 25 horas de trabajo.

Este 2024 vendrán más capítulos y quizá haya nuevos personajes. Una última entrega colgada en sus redes sociales tiene a un chancho con short, camisa, lentes de sol y teléfono en las manos hablando con el audio del sujeto que insultó y discriminó a un grupo de bañistas en una playa de Tacna. Cosas que pasan en este país llamado Perú y que son una inacabable fuente de inspiración para expresarlas, sarcásticamente, a través de la animación. “Es una forma de evidenciar lo que está sucediendo y llegar al público más joven. Hasta hay debates en los comentarios”, explica.

Valentín Falconí también fue quien dio vida a los muñequitos Martina y Rigoberto, una reconocida y atractiva serie animada de Canal IPE. Y en 2020 su cortometraje 198451 fue premiado por el Ministerio de Cultura en el Concurso Nacional de Cortometrajes. Esa obra, de 11 minutos de duración y que habla del consumismo, se presentó en festivales de Argentina, México, España, y puede verse completa en YouTube.

Además de los proyectos audiovisuales autogestionados que tiene Valentín, también dicta talleres de animación stop motion y otras técnicas audiovisuales. Ahora está en Tacna porque está preparando un largometraje animado que, a través de cinco historias, hablará sobre las fake news, la posverdad y la desinformación, temas que también tienen que ver con nuestra realidad. Un creador y un artista que reflexiona en clave de humor sobre Un país llamado Puré, que ya sabemos cuál es.

Bachiller en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Periodista del Suplemento Domingo de La República desde 2003, donde también realiza labores de subeditor. Antes trabajó en el diario El Mundo. Mención honrosa del Premio Salwan 2014. Escribe crónicas y reportajes de actualidad y cultura. Ha realizado coberturas periodísticas en el país y el extranjero.