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Cultural

Merlín Chambi: “Si hiciera caso a lo que me piden, todos mis videos serían de incas”

El historiador y creador de contenidos recibió el premio de la Academia Nacional Historia. “No sé si soy el primer youtuber que recibe la validación de su Academia, pero es enorme”.

Historiador. Es el creador de ‘La Biblioteca de Merlín’. Actualmente tiene más de 560 videos. Foto: Valery Coaquira / La República
Historiador. Es el creador de ‘La Biblioteca de Merlín’. Actualmente tiene más de 560 videos. Foto: Valery Coaquira / La República

En los más de cuatro años que tiene con su canal, Merlín Chambi ha cosechado una comunidad que avala su trabajo en la divulgación histórica, tanto por la forma divertida y chacotera de presentarla, como por su rigurosidad. Hoy, ese reconocimiento viene también de su comunidad académica, al ser premiado por la Academia Nacional de la Historia, en lo que él llama su “galardón supremo”.

- Para quién aún no te conozca, Merlín, ¿cómo te decidiste a estudiar Historia y luego abrir un canal de YouTube?

Siempre he tenido una relación con tratar de averiguar el pasado, solo que no lo sabía. No era consciente de esa relación. Mi abuelo Cirilo, que ya falleció hace algunos años, era un campesino en Tacna y él me contaba un montón de historias sobre la época rural, de los condenados, de las cabezas voladoras y las brujas.

Era un ambiente bien lindo, donde no hay luz, solamente el fogón prendido. Era casi cinematográfico y de terror. Me relataba eventos de la historia de la guerra con Chile o del cautiverio de Tacna. Mi abuelo era una persona que no terminó el colegio, pero que conocía mucho. Era un tipo que se informaba bastante. Nunca llegué a preguntarle cómo.

- Más aun considerando que era una época en la que era difícil acceder a la información.

Uf, muchísimo. Del lado de mi abuelo, venía como una suerte de vena de autodidacta. Eran historias geniales. Después, el colegio más bien me trajo confusión. No sabía qué hacer, ni qué estudiar. Primero me incliné por algún tipo de ingeniería. Luego, por psicología y finalmente, por la historia. Al principio yo no sabía que existía una carrera llamada Historia, que no es necesariamente ser un docente, sino un historiador como tal.

La universidad es chévere hasta que la terminas, porque te enfrentas al mundo real. Yo trabajaba dictando clases en un colegio y me dije: "quiero algo más". Tuve una experiencia siendo entrevistador en una radio y creo que ahí es donde decidí que quería estar en medios. Obviamente, si iba con mi escaso curriculum a tocar un canal me iban a cerrar la puerta, así que mejor pensé en fabricar mi propia oportunidad y abrirme un canal a los 29 años, que para Youtube ya eres un viejo.

 Merlín Chambi es el creador de ‘La Biblioteca de Merlín’. Actualmente tiene más de 560 videos. Foto: Valery Coaquira / La República

Merlín Chambi es el creador de ‘La Biblioteca de Merlín’. Actualmente tiene más de 560 videos. Foto: Valery Coaquira / La República

- Y sumémosle "un viejo" que hace historia, como que estabas apostando a perder.

Claro. Encima los historiadores no tienen la fama de ser didácticos, son muy académicos y tienen un lenguaje muy críptico, así que tuve que romper eso. Al principio fue un canal de revisión de libros, pero ya había un montón de canales que trataban de eso. Si hacía lo mismo probablemente iba a estar condenado a 1000 u 800 suscriptores.

Y así nace la Biblioteca de Merlín, que es un canal que abarca sobre la historia del mundo y principalmente de Perú. Me ha ido bien, la gente ha ido creciendo, he tenido algunos errores, algunos (videos) han salido mal, en algunos he tenido que rectificar y otros borrarlos. En ese camino se aprende y el resultado, para mí, es muy bueno.

- Justamente, en ese camino has conseguido reconocimiento por tu trabajo.

He tenido algunas condecoraciones en ferias, he sido ganador de los premios Luces de El Comercio y fui embajador de la FIL en el 2022. He trabajado con la Cátedra Bicentenario del Ministerio de Cultura en el año del bicentenario entrevistando historiadores y, bueno, el galardón que a mí más me enorgullece y el más reciente, es el de la Academia nacional de Historia. Para mí es el galardón supremo.

- Qué significa para un historiador tener este reconocimiento y en especial para ti que te dedicas a la divulgación en el internet.

La Academia Nacional de la Historia es una institución que se crea en la primera mitad del siglo XX y albergó a personalidades como María Rostworowski, José Antonio del Busto, Jorge Basadre, Rubén Vargas Ugarte y Raúl Porras Barrenechea. Es un cuerpo de académicos a carta cabal y suelen premiar a los que se dedican al impulso y la divulgación de la historia. Usualmente, por no decir siempre, han sido premiados historiadores, académicos, arqueólogos y algunas iniciativas culturales.

En mi caso, yo nunca pensé estar nominado. Cuando inicié en YouTube bastantes historiadores miraron con mucho recelo el canal porque dijeron que seguro iba a ser otro más que trataría la historia de forma anecdótica y de curiosidades. Yo, obviamente, no me podía poner en un plan de que no va a ser así porque iba tener que pasar tiempo para demostrarles lo contrario. No sé si soy el primer yotuber de historia que recibe la validación de su academia, pero para mí es enorme.

- Has publicado un libro, participado en ponencias y ahora cuentas con este último premio. Hoy por hoy cómo te definirías.

Mira, yo soy un creador de contenido, pero quisiera que la gente me recuerde como escritor. De hecho, ya estoy trabajando en mi segundo libro. A mí me gusta mucho escribir literatura. Tengo la manía de Luis Enrique Tord, que es un historiador barranquino. Tord se forma como historiador, pero se desenvuelve como literato y es una ficción histórica bellísima. Él ganó el premio Cope de oro de Petroperú con una ficción llamada Cide Hamete Benengeli, coautor del Quijote, que plantea que el Quijote fue escrito por un árabe, y luego ganó el Cope de plata con el Oro de Pachacamac, que es una ficción histórica en el que se descubre que el tesoro de Pachacamac es en realidad un lenguaje perdido.

Ese tipo de narrativa a mí me encanta, porque mezcla la erudición histórica con la fantasía creativa. Ese es el tipo de escritura que me gusta hacer. Yo sé que al maestro no se le supera, pero tan siquiera quisiera acercarme a su pluma. Lo he estado leyendo bastante este último año, pero vamos a ver hasta dónde llego. Yo hago YouTube, pero a me gustaría que me reconozcan como escritor. Es un plan a futuro y es una reputación que me va a costar construir a puño y sangre.

- Entre este deseo de ser escritor y el buscar material para subir videos todas las semanas, ¿cómo te das abasto con el tiempo de la lectura?

Por algo yo vivo solo del canal. Me he dedicado exclusivamente al canal y es mi fuente de ingreso. Yo chambeaba hasta hace un par de años dictando clases, pero llegaba un punto en el que ya no podía. Trabajar dictando clases no es solo eso, sino revisar exámenes y hacer papeleos. Es bien pensado. Así que me dije, vamos a dar un salto de fe, vamos a vivir de lo que da mi canal. En un inicio pensé que quizá al próximo año estaría volviendo nuevamente (a la academia) con el rabo entre las patas, pero me fue muy bien.

La apuesta de hacer eso era tener más tiempo para consultar información y me ha funcionado. Trato siempre de buscar nuevas fuentes y encontrar libros. No tanto porque lo voy a leer en ese momento, porque que la magia es que tú los compras libros porque sabes que en algún momento los vas a necesitar. Yo me he comprado varios libros que están esperando su momento y a veces en la semana pienso, qué video hago en esta semana, y me acuerdo que compre tal libro. Y así me proyecto a que tengo 5 días para terminarlo.

Algunas de las joyas que alberga Merlín en su biblioteca. Un libro con el ex-libris de Marco Aurelio Denegri y otro con la firma de Manuel Scorza. Foto: Valery Coaquira / La República<br>

Algunas de las joyas que alberga Merlín en su biblioteca. Un libro con el ex-libris de Marco Aurelio Denegri y otro con la firma de Manuel Scorza. Foto: Valery Coaquira / La República

- También participas en el podcast Dudas Eternas, donde tocan temas más coyunturales y sobre la realidad nacional, esto ha hecho que los tilden de "caviares" o "rojetes". Crees que era esperable estos calificativos al hacer contenido cultural.

Lo que pasa es que la gente tiene una idea medio errada de lo que es la historia. A veces me dicen: "no deberías hablar de eso (de la realidad nacional), sino solo de historia", pero al hablar de Historia es inevitablemente. Quien no lo vea de esa forma es porque piensa que la historia son solo cosas de hace 4000 años o 5000 años, pero si tú tocas temas de historia del Perú, tarde o temprano llegas al punto en el que tienes que hablar de desigualdad, pobreza, segregación, etc.

Estos temas son medio complicados porque no los puedes conversar con cualquier persona. La mayoría te escucha y te suelta algún adjetivo al toque, no hay un tiempo de parar y reflexionar qué de cierto hay en eso.

- En nuestra anterior entrevista me contabas que había temas que aún no tocabas porque sentías que tú público aún no estaba preparado, como el terrorismo y la guerra con Chile.

En esos años, conocía mucho menos a mi público y también cómo YouTube llega a la gente. Ahora, con tres años de avance, ya más o menos sé cómo avanza la cosa. Por lo menos con el tema de la Guerra con Chile sí ya he lanzado algunos videos, pero con el tema del terrorismo quiero ver de qué forma lo abarco, porque es un tema muy delicado.

La forma en cómo lo abarque va a influir mucho en gente que quizá recién va a adentrarse en el tema. Por ejemplo, si yo hago un video tipo "aprende de terrorismo en 10 minutos", sería bien irresponsable porque se tiene que explorar cosas muy abstractas como ideología. Si tú no explicas sobre la ideología, la gente piensa que simplemente son un montón de matones y ya, pero hay un trasfondo ideológico que te permite entender los niveles de violencia a los que se llegó.

Explicar esas cosas que son bien abstractas es complicado, porque la gente no está acostumbrada a abstraer, sino quiere información licuada, líquida. Estoy viendo la forma en cómo llegar aún, pero creo que en algún momento tendré que avanzar en eso.

- Tu canal también se caracteriza por las transmisiones en vivo donde cuentas anécdotas, ¿fue difícil ese paso de que la Historia deje de ser un poco el protagonista y abrir más tu vida personal?

La verdad es que no. A mí siempre me ha gustado contar cosas e historias. De hecho (las transmisiones) tienen la dinámica de una reunión de patas. Al inicio lo hice por una necesidad de humanizar el canal, porque había mucha gente que pensaba que el historiador es una persona seria, seca y totalmente ajena a lo social, pero no es así.

Así traté de suavizar la relación entre el público y un canal cultural, porque a veces hay esa idea de que debe haber una distancia con el maestro, pero es una posición bien snob. Yo quería interactuar con la gente como si fuera una reunión de patas. Pensé hacer un ciclo de streamings cortos, pero a la gente le gustó. Me imaginaba que iba a tener su pico, pero me doy cuenta que va pasando el tiempo y va subiendo la gente. A veces que hemos llegado a 1300 espectadores y yo pienso: "estoy hablando de mi vida, ni siquiera de algo coyuntural". Tampoco que mi vida sea la mar de interesante, pero a la gente le gusta.

- Finalmente, cuál es el paso que falta que des en tu canal y en la difusión de contenido cultural

Uno es tratar de buscar contenido regional. Todas las veces que viajaba y me encontraba con suscriptores siempre tenían la misma demanda: "haz historia de este lugar, nadie se acuerda de este lugar". Me parece que es necesario ese paso y si no lo voy a poder hacer yo, que lo haga alguien de la misma región, pero es muy importante.

Lo otro es que la gente se interese por los temas externos. En el canal hay mucha demanda de historia peruana, y es lo normal, pero hay muchos que solo les gusta escuchar sobre los incas. La gente no llega mucho a empatizar con temas internacionales y eso es un problema, porque si tú no tienes una visión externa, piensas que Perú es una isla, que las cosas que pasan en Perú son cosas totalmente sui géneris o que solo nos pasan a nosotros.

De hecho, si me preguntas a mí lo considero mucho más interesante, pero todavía es un camino que me falta. El creador de contenido aprende todo el tiempo, está aprendiendo de las dinámicas de YouTube y así va conociendo mejor a su público, lo que piden y lo que también es necesario darles, porque si yo le hiciera caso a todo lo que pidieran, dios mío, mi canal sería el Quipu de Merlín, porque la gente quiere incas todo el tiempo. Yo digo que está bien, pero no es todo, hay más cosas y trato de equilibrar el contenido.

Periodista. Coordinador web de la sección Política. Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Con interés en temas políticos, sociales y culturales.