
Científicos descubrieron el cráneo de un humano híbrido que podría haber sido en parte homo Sapiens y en parte neandertal
El estudio realizado a un cráneo encontrado por arqueólogos, abre un debate sobre el posible mestizaje entre Homo sapiens y neandertales hace 140.000 años.
- Pilar Sordo, psicóloga, revela por qué nos aferramos a una relación tóxica: "Cuando se elige desde la carencia"
- Esta es la verdadera causa de la extinción del tigre diente de sable, según científicos de Brasil: no fue obra del ser humano

A 140.000 años de antigüedad, los restos de un niño desenterrados en la cueva Skhul, en Israel, ha abierto un nuevo debate sobre los orígenes de nuestra especie. Según un nuevo estudio publicado en la revista L’Anthropologie, un cráneo pertenece a un individuo que presentaba características tanto de humanos modernos (Homo sapiens) como de neandertales, lo que sugiere un posible caso de hibridación.
El esqueleto corresponde a uno de los entierros humanos más antiguos conocidos hasta ahora. Investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y del Museo Nacional de Historia Natural de Francia analizaron los restos mediante escáneres de tomografía computarizada al cráneo descubierto hace casi un siglo.

El cráneo del niño presenta una mezcla de características que parecen coincidir con las del Homo sapiens y los neandertales modernos. Foto: Universidad de Tel Aviv
¿Cómo fue encontrado el cráneo híbrido?
El cráneo del supuesto niño híbrido se halló por primera vez en 1928 en la cueva Skhul, ubicada en el monte Carmelo, Israel. Durante las excavaciones arqueológicas, se recuperaron los restos de siete adultos y tres niños enterrados deliberadamente. Estos restos fueron clasificados originalmente como pertenecientes a humanos anatómicamente modernos, aunque su morfología suscitó debates desde el inicio.

Los investigadores retiraron digitalmente el yeso (mostrado en verde) de la mandíbula. Foto: Israel Hershkovit
El fragmentado cráneo, catalogado como Skhul I, pertenecía a una niña de entre 3 y 5 años. Las piezas incluían parte del neurocráneo y la mandíbula inferior, aunque el rostro estaba incompleto y muchas secciones habían sido reparadas con yeso durante los años 30, dificultando su estudio. Gracias a las nuevas tecnologías, los expertos pudieron retirar digitalmente el yeso y observar detalles invisibles hasta ahora.
Anne Dambricourt Malassé, paleoantropóloga y coautora del estudio, aseguró al medio Live Science que “no hay manera de que esta morfología represente solo la variabilidad del Homo sapiens”. En su opinión, el esqueleto corresponde “objetivamente” a un híbrido entre Homo sapiens y neandertal.
Controversias sobre el niño híbrido
A pesar del entusiasmo de los autores del estudio, otros científicos mantienen reservas. Chris Stringer, paleoantropólogo del Museo de Historia Natural de Londres, señaló que, aunque la mandíbula es primitiva y recuerda a los neandertales, el conjunto del cráneo aún se alinea principalmente con Homo sapiens.
“No descarto un flujo genético entre humanos y neandertales, pero en mi opinión, los fósiles de Skhul siguen perteneciendo a humanos modernos”, declaró Stringer, recordando además un estudio de 2024 que confirmó cruces genéticos entre ambas especies hace unos 100.000 años.
John Hawks, de la Universidad de Wisconsin-Madison, destacó que las diferencias anatómicas observadas en el cráneo pueden deberse simplemente a la variabilidad normal dentro de la especie. Según el experto, solo mediante un análisis genético directo se podría confirmar la existencia de un híbrido.
Hasta ahora, se sabe que el Homo sapiens y los neandertales tuvieron descendencia en el pasado. Prueba de ello es que casi el 98% de la población actual conserva entre un 1% y 3% de ADN neandertal. Sin embargo, la frecuencia y las características de estos cruces siguen siendo objeto de investigación.
¿Quién era este niño antiguo?
El sujeto conocido como Skhul I fue una niña de corta edad, cuyo entierro se realizó en uno de los cementerios humanos organizados más antiguos conocidos. Su importancia radica en que sus restos podrían representar una etapa de transición evolutiva aún no completamente entendida.
Los restos recuperados en Skhul no corresponden únicamente a Skhul I. En total, las excavaciones originales descubrieron huesos pertenecientes a al menos 16 individuos más, adultos y niños, sepultados con un aparente ritual funerario, lo que indica comportamientos complejos y propios del Homo sapiens.
Los rasgos modernos observados en el cráneo incluyen la orientación vertical de ciertos huesos en la base del cráneo, característica típica de los humanos modernos. Por otro lado, la mandíbula muestra ausencia de mentón, un rasgo clásico de los neandertales.
Gracias a las tomografías computarizadas, los investigadores lograron comparar el cráneo del niño con especímenes de Homo sapiens y neandertales, revelando el peculiar mosaico de características que presenta.