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Perrito que vivió un año en un refugio logra ser adoptado por una familia

La triste historia de Big Mac enterneció los corazones de miles de usuarios en Facebook, quienes recomendaron pensar en el sufrimiento de los animales cuando los abandonan.

Cuando Big Mac dejó el refugio los trabajadores se reunieron en la entrada para despedirlo con una ovación de pie. Foto: captura de Facebook/ McKamey Animal Center
Cuando Big Mac dejó el refugio los trabajadores se reunieron en la entrada para despedirlo con una ovación de pie. Foto: captura de Facebook/ McKamey Animal Center

Cada día se abandonan en las calles o en refugios a miles de animales en el mundo. Aunque esta cifra ha ido descendiendo con los años, todavía el número es bastante elevado. Big Mac fue uno de los protagonistas de las historias de abandono, pero afortunadamente tuvo en un final feliz. El video fue publicado en Facebook.

La mascota pertenecía a un joven que decidió dejarlo en diciembre del año pasado en el centro de animales McKamey ubicado en Chattanooga, Tennessee (Estados Unidos). Al parecer, el muchacho no tenía tiempo para atenderlo y se iba a mudar a otro estado. Cuando llegó al refugio, el canino lucía muy nervioso porque no conocía a las personas a su alrededor.

“No estamos realmente seguros de cómo era su entorno de vida antes de venir a nosotros, pero era muy evidente que no confiaba en todos de inmediato”, dijo Lauren Mann, gerente del refugio a The Dodo.

No obstante, gracias a la paciencia y a los cuidados de los responsables del hogar para animales, Big Mac se acostumbró a su nueva vida. Aunque estuvo cerca de un año esperando a ser adoptado por una nueva familia, una oportunidad se le presentó cuando uno de los voluntarios del asilo para perros se encariñó con él.

Perrito que esperó una larga temporada en un refugio logra ser adoptado por una familia

Perrito que esperó una larga temporada en un refugio logra ser adoptado por una familia

“Cuando mi compañera de trabajo se llevó al perro a su casa durmió como 12 horas seguidas. Realmente descansó y se adaptó rápidamente porque en sus primeros días quería jugar con su otro peludito e incluso quería hasta pasear con los gatos”, dijo Mann.

Cuando Big Mac dejó el refugio para irse a casa con su nueva mamá, Mann y su equipo se reunieron en la entrada para darle al residente más antiguo una ovación de pie mientras salía del edificio por última vez.

“Su nueva mamá se sorprendió de que lo manejara tan bien, lo que demostró que poco a poco ha ido perdiendo el miedo a los extraños, manifestó Lauren.

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