"Moría por volver a ser mamá": paciente oncológico de hospital Rebagliati denuncia negligencia

Sarita de los Ángeles Reyes Díaz es una paciente que se atiende en el hospital Rebagliati desde 2021, año en que le dieron la noticia de que tenía cáncer cervicouterino. Tras recibir tratamiento de quimioterapia, radioterapia y braquiterapia, pudo superarlo en julio de 2022. Luego de recibir el alta, empezó a llevar su vida normal; sin embargo, la radiación a la que había sido sometida durante el proceso de curación ocasionó daños en sus órganos.

La paciente ya no puede ser mamá porque sus ovarios resultaron dañados debido a la radiación a la que fueron expuestos para tratar el cáncer. "Yo moría por volver ser mamá otra vez", declaró a La República. Ella es madre de dos niñas, pero se encuentra bajo el cuidado de su progenitora y hermana por el estado de salud en el que se encuentra. No puede dormir, comer ni caminar con normalidad por una prominencia que tiene en el abdomen.

En diciembre de 2022, Sarita comenzó a presentar dolores intensos y sangrado, por lo cual acudió nuevamente al hospital de EsSalud, pero solo recibía la respuesta de que dichas aflicciones eran normales. Ella señaló que le colocaban morfina para aliviar la dolencia y la mandaban a su casa de nuevo. "En emergencias me veían con el suero arrastrando, los doctores pasaban por mi lado, pero no ayudaban", expresó.

Al empeorar su situación de salud, decidió atenderse en un consultorio particular, donde le dijeron que había un 50% de probabilidad de que tenga cáncer otra vez a pesar de que en Rebagliati le aseguraron que todo estaba bien y que el dolor era parte del tratamiento recibido. Sarita mencionó que el doctor que la atendía en dicho centro de salud le expresó en una oportunidad: "Usted no sabe nada, no va a venir a decir lo que tiene".

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Recaída de cáncer

La madre de familia seguía con dolores fuertes, por ello solicitó una tomografía en el establecimiento de EsSalud, denominado Pet scan. Este arrojó que, efectivamente, padecía cáncer por segunda vez. Registraron dos tumores en las axilas izquierda y derecha de aproximadamente 1 cm y 1,1 cm. Tras ello, fue internada por 10 días, en los que le realizaron exámenes y hasta transfusiones de sangre. Allí descubrió que tenía un bulto de 7 cm en el vientre.

En tan solo meses, el bulto se convirtió en un tumor de 21 cm. Sarita les había pedido a los médicos que la operen cuando aún el abultamiento era pequeño, pero se negaron. Incluso, luego de los días de internamiento, le dieron de alta con la promesa de citarla para una operación, la cual nunca se efectuó. Por el contrario, la contactaron para informarle que habían tomado mal una biopsia y que era necesario que se interne de nuevo.

Este diario se comunicó con el área de prensa del hospital Rebagliati y se le consultó sobre el caso. Sin embargo, hasta el momento no hay una respuesta.