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Sociedad

Fuertes oleajes causan zozobra en Chiclayo y Trujillo

Olas ingresaron a viviendas en Víctor Larco, mientras que en Puerto Eten destruyó embarcación.

Debido al temor de los oleajes anómalos los vecinos han colocado sacos de arena. Foto: Sergio Verde
Debido al temor de los oleajes anómalos los vecinos han colocado sacos de arena. Foto: Sergio Verde

Oleajes anómalos en el norte causaron temor en los moradores de Trujillo (La Libertad) y Chiclayo (Lambayeque), quienes se vieron afectados. Por ejemplo, en el distrito trujillano de Víctor Larco, en la zona de Buenos Aires, seis viviendas ubicadas en la calle Colón fueron inundadas por las aguas de mar ayer en horas de la tarde.

"Las olas grandes han ingresado a los dormitorios de mis niños. Ellos no fueron al colegio este lunes porque toda su ropa se ha mojado", contó una de las afectadas.

El mismo drama vive, la señora Karina, quien perdió sus animales, producto de los oleajes anómalos que viene afectando gran parte del litoral peruano.

"El agua no perdona nada. Yo he perdido 15 animales, entre patos y gallinas. Esas aguas han destruido el corral de mis animales" narró a La República la moradora de Víctor Larco.

Por último, contaron que no pueden dormir tranquilas, ya que conformen pasan las horas, las olas aumentan su altura.

Chiclayo

De otro lado, en el distrito de Puerto Eten (Chiclayo) los pescadores de la playa del mismo nombre reportaron que dos embarcaciones de cuatro toneladas resultaron afectadas.

Una de ellas, fue arrasada por tres kilómetros y quedó totalmente destruida. Le pertenece a la familia Puestas Tello, quienes estiman S/ 50.000 en pérdidas económicas.

Desde tempranas horas de la mañana del lunes, sus integrantes llegaron hasta el balneario para rescatar lo poco que les quedaba.

Ellos se mostraron bastante preocupados y señalaron que -con o sin ayuda del Gobierno - continuarán trabajando para afrontar este difícil momento.

Afectación

Una segunda embarcación se hundió en el mar de Puerto Eten por los oleajes anómalos y es de propiedad de la familia Espinoza Chumioque.

“No podemos hacer nada contra la naturaleza, pero ahora necesitamos apoyo del Estado. Nos hemos quedado prácticamente en nada porque nuestro principal sustento económico proviene de la pesca”, señaló uno de sus miembros.