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Sociedad

Juan Carlos Cruz: “Eguren y el Sodalicio son exactamente lo contrario a lo que pide el papa Francisco”

Entrevista al miembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores en el Vaticano, quien trae un mensaje a las víctimas de la asociación religiosa Sodalicio, cuyos miembros denunciados aún no son sancionados.

Valentía. Cruz reitera la necesidad de contar las historias de a quienes les arrebataron la voz. Foto: Marco Cotrina/La República
Valentía. Cruz reitera la necesidad de contar las historias de a quienes les arrebataron la voz. Foto: Marco Cotrina/La República

Juan Carlos Cruz llegó a Lima para dar su apoyo a los sobrevivientes, como él, de abusos sexuales en la Iglesia católica. El también periodista fue parte del equipo que reveló el caso del cura Fernando Karadima, y ahora trae un mensaje a las víctimas de la asociación religiosa Sodalicio, cuyos miembros denunciados aún no son sancionados. Ahora Cruz asesora al sumo pontífice en ejecutar medidas para prevenir estos casos.

Eres un símbolo de la lucha contra los abusos en el clero al ser un sobreviviente y ahora asesorar al papa Francisco. ¿Qué tanto se ha avanzado?

El papa Francisco y yo no hemos tenido muy buena relación, y con sus predecesores, antes de que él me invite al Vaticano y me pidiera perdón cuando se descubrió que todo lo de Chile era cierto. Desde el 2018 se produjo una amistad y ahora hablo con él cada dos semanas o voy a verlo una vez al mes. Poder estar cerca al papa, un hombre que de verdad se preocupa del tema de los abusos, es un regalo enorme. El papa está poniendo todo el empeño, pero siento y veo que mucha gente, obispos en el mundo y congregaciones como el Sodalicio van y le dicen ‘por supuesto’, se dan media vuelta y sigue todo igual. No le ayudan a cambiar esta cultura del abuso y encubrimiento. Entonces veo que las cosas no funcionan como deberían.

Como un sistema corrupto que funciona en equipo...

Por supuesto, aquí en el Perú estamos hablando de la congregación de los Sodalicios. Estoy aquí para ayudar, acompañar y dar mi apoyo a víctimas del Sodalicio que no han recibido ni perdón ni justicia ni reparación. Todo es una lucha constante para ellos, más cuando es un grupo corrupto y poderoso, casi una organización criminal, que maneja a muchos y han allanado casas a periodistas que están tratando de poner un foco donde ellos quieren que haya tinieblas. Han tenido al cardenal (Juan Luis) Cipriani, que fue un hombre nefasto. La prueba está en que el minuto que cumplió los 75 años, normalmente se les deja dos o tres años más, el papa lo sacó a los pocos días. Todavía queda mucho por hacer. El abuso destruye la vida de las personas, seguir permitiendo que siga pasando es escandaloso. El Sodalicio debería ser disuelto.

El papa conoce el caso, ¿las sanciones están cerca?

Una cosa muy buena en el Perú es el arzobispo de Lima, el señor Carlos Castillo, que es un hombre bueno. Por otro lado, tiene que haber justicia con lo que hizo Cipriani, el Sodalicio y encuentro que la justicia tendría que haber llegado ayer, pero se demora. En mi caso se demoró 11 años. En la Iglesia hay un cáncer que no todos lo tienen, pero muchos sí: el clericalismo. Donde está hay corrupción, abusos, robos. La justicia va a llegar y espero luego, pero desgraciadamente estas cosas son muy largas porque hay corruptelas. Cuando una organización es muy poderosa hay mucho dinero de por medio, amenazas, persecuciones. Eso no es casualidad.

Esta persecución a los periodistas ¿qué tanto afecta?

Yo habiendo sido víctima de abuso sexual considero que si no hubiera sido por los periodistas y los medios de comunicación, mi caso estaría en las cavernas y Karadima impune. El trabajo que hacen para ayudar a las víctimas a contar sus historias es de una valentía enorme. El papa Francisco es un hombre que lloró conmigo cuando yo le contaba mi historia. Las cosas que él hace, que muchas veces no se sabe, son increíbles, pero si no tienes la colaboración de todos, la justicia se demora. A mí me sorprende la forma que tiene de actuar el Vaticano y ciertos obispos.

Ante la falta de apoyo, ¿el papa tomará algunas medidas?

Espero que sí. Antes de venir a Lima hable con él y me dijo ‘dale saludos a las víctimas y a Pedro (Salinas) y a Paola (Ugaz), cuéntales que yo siempre voy a estar apoyándoles’. Tengo esperanza en don Carlos Castillo porque es un hombre que puede traer mucha luz. Se encontró con una situación de tantos frentes, no solo de los abusos, que no puede hacer todo de una patada. Y (José Antonio) Eguren, que tan mal ha tratado a las víctimas, espero que renuncie y deje de destrozar la Iglesia.

La reacción de perseguir a los periodistas es todo lo contrario a transparencia…

Eguren y el Sodalicio son exactamente lo contrario a lo que pide el papa Francisco en términos de transparencia, seguridad para niños y personas vulnerables. Hay gente a la que se le ha destrozado la vida, otros se han suicidado, ¿cómo vamos a reparar a esas personas? El abuso sexual, de conciencia es a veces irreparable. Yo he sanado, pero tengo unas cicatrices bárbaras, hay días que estoy mejor y otros peor.

La cultura del secretismo en la Iglesia católica también afecta. ¿Esto está cambiando?

Sí, se ha cambiado. Por ejemplo, el papa eliminó el secreto pontificio que era como que a los que hablaban les caía la excomunión. Eso fue un gran paso porque era una ley paralela a la civil, y desgraciadamente en las culturas donde ciertas élites se alían con algunos corruptos de la Iglesia, terminan muy poderosos manejando todo y a los que necesitan justicia nunca les llega. Tenemos que tratar de poner un foco donde todos ellos quieren que haya tinieblas. Así lo resumo y cuando veo cosas tan maléficas como el Sodalicio, veo que eso no es obra de Dios.

Y hay más casos de este tipo en el mundo...

Eso tiene que terminar y la Iglesia tiene que actuar rápido, eficaz y transparentemente, porque no puede ser que todavía haya parte de la Iglesia que lo único que quiere es presentar una imagen impoluta e inmaculada de una que está corrupta por dentro. Soy orgulloso de ser católico y ser amigo del papa, pero profundamente decepcionado de la lentitud con que se hacen las cosas y de la hipocresía de ciertas personas.

¿Qué les dirías a estas personas y a la sociedad peruana?

A quienes están cegadas por el poder, que sus días están contados porque cada vez hay más conciencia y rabia contra cómo han destrozado una institución que hace el bien. A los periodistas, que por favor sigan siendo valientes. A la sociedad, que sigan denunciando, que no haya una fatiga mediática porque si no seguimos hablando del Sodalicio van a continuar.

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