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Sociedad

Puno: joven docente ayuda a preservar la lengua aimara en niños y sus padres

Yemily Cruz fue premiada por contribuir en la educación bilingüe intercultural. Ella desarrolla didácticas clases donde enseña a respetar la cultura y cultivar la lengua aimara en el distrito de Acora.

Yemily contó con apoyo de la comunidad y logró fomentar el uso diario de la lengua aimara. Foto: difusión
Yemily contó con apoyo de la comunidad y logró fomentar el uso diario de la lengua aimara. Foto: difusión

La docente de inicial Yemily Cristina Cruz Quispe se propuso preservar la lengua aimara en Puno. Dicha iniciativa se desarrolla específicamente en el centro poblado Thunuhuaya, una comunidad del distrito de Acora.

“Empezamos haciendo talleres con los padres de familia de Thunuhuaya. Al inicio no querían hablarles a los niños en su lengua, pero les mostramos videos donde se contaban experiencias de otras lenguas originarias que habían desaparecido. Los padres, entonces, comprendieron y empezaron a enseñarles aimara a sus hijos desde casa y nosotros desde la escuela”, relató sobre su trabajo a encargados de Pronabec.

Yemily Cruz también recibió un reconocimiento por su labor a través de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). Previamente, logró licenciarse en la carrera de Educación Intercultural Bilingüe en dicha universidad a través de Beca 18.

Ella contó con apoyo de la comunidad y logró fomentar el uso diario de la lengua aimara. Para comprobar que esta también se hablaba en el hogar, la joven de 24 años visitaba las casas.

“En las tardes veía si se estaba trasmitiendo o no la lengua y sí lo hacían. También participaban los abuelitos, que contaban sus historias sobre qué tradiciones se practicaban antes en la comunidad en cada mes del año”, detalló Yemily.

Fue así como el 70% de los niños del Jardín de Thunuhuaya podía comprender el aimara, anteriormente esta cifra era del 10%. Asimismo, un 30 % logró entender y hablar la lengua, cuando antes ninguno lo hacía.

La becaria del Pronabec desarrolló didácticas sesiones de aprendizaje. De esta forma, los menores aprendían como jugando. “Empezamos con cuatro niños y al final ya teníamos matriculados unos 15”, resaltó.

También ha participado del programa Aprendo en casa del Ministerio de Educación al traducir y hacer locución de audios. “Tengo el compromiso de formar a futuros ciudadanos que se identifiquen con su cultura, con su lengua, que no se olviden de dónde vienen”, resaltó.